Etel (7 años): papá, ¿por qué mamá no está aquí?
Padre: por favor, no vuelvas a preguntar por ella
Etel (7 años): ella se fue con un hombre con canas, ¿él es mi abuelo?
Padre: Etel, hubo una chica que venía de un mundo de lujos, se casó con un hombre por conveniencia de las familias, el negocio de ese hombre se quebró y esa chica no pudo soportar estar sin dinero y lo abandonó
Etel (7 años): ¿dónde se fue esa chica?
Padre: veo que solo te interesa la chica, bueno, se fue con su padre y pronto se casará de nuevo, no le importó nada, ya que ella se amaba a ella misma, no había nadie más en su corazón
Etel (7 años): oh es cierto, escuche a las vecinas hablar sobre esas personas, dijeron que eran narcisistas, creo que así se llamaban
Padre: así es, solo espero que no sea hereditario
Etel (7 años): no pude escuchar más, papá, ¿qué le pasó al hombre?
Padre: es una historia que solo quedó allí, ¿nos vamos a la escuela?
Etel (7 años): sí, papá, en el futuro quiero practicar karate
Padre: ¿por qué no quieres comenzar a practicar a esta edad?
Etel (7 años): te lo diré en un futuro (sonríe)
Padre: estaré ansioso (sonríe)
Etel: (se levanta de su cama y se acerca a una mesa, tomando una hoja de papel y un lapicero) papá, la razón por la que dije que practicaría en un futuro, es porque sabía que no teníamos dinero para pagarlo y que esa historia, era de ti y esa mujer (suspira) eso no podría escribírselos, soy malo redactando
…………………
Angélica: (termina de escribir) ya debe ser media noche (pensó)
Einar: (le sirve una taza de té) tómalo y te acompañaré a tu cuarto
Angélica: s-sí (toma un sorbo de té, pero se quema la lengua)
Einar: (limpia los labios de Angélica con un pañuelo) no seas muy descuidada, ¿por qué estás nerviosa?
Angélica: ¿nerviosa, yo? Para nada, e-estoy b-bien
Einar: (la mira detenidamente y ella disimula tomar té) ¿es sobre el tema de tu sonambulismo? (preguntó y ella hace regar té en la mesa)
Angélica: l-lamento regar el té, y-yo mejor me voy, ya es tarde
Einar: no trates de evitarlo, solo dime que te sientes incómoda hablando de ese tema, no puedo obligarte a contármelo
Angélica: no es eso… yo, no se como decírtelo, donde empezar
Einar: entiendo (le da otro pañuelo y ella limpia la mesa) cuando era niño, siempre veía a los demás niños jugar en el patio, como no podía salir, jugaba con dos piedras, hubo un tiempo que pensaba que me hablaban
Angélica: quisiera haberlo visto
Einar: cuando estoy libre, pienso que, si podría verme a mi yo del pasado, le abriría la puerta cada tarde
Angélica: … cuando era niña, mi familia viajaba por negocios, recuerdo que el último viaje abrazaba a mi madre… solo recuerdo que la abrazaba y cuando desperté, todos estaban dentro del vehículo y muertos
Einar: (toca la cabeza de Angélica y ella empieza a llorar) quisiera haber estado ahí, para poder abrazarte
Angélica: (se limpia las lágrimas) fui al orfanatorio a los cuatro, me aterraba los desconocidos que cada encuentro con mis futuros padres, fue un caos, a los nueve conocí a Raquel y a Karima, y ellas son mis hermanas, mi familia
Einar: (baja su mano y coloca sus dedos en su mentón) pero el sonambulismo fue una de sus consecuencias
Angélica: (toma otro sorbo de té) ¿te sientes curioso?
Einar: sí (sujeta una tira del cabello de Angélica) pero hay que agradecer que sigues viva, ¿no?