Diego: (ve que, en ese cuarto oscuro, empieza a aparecer bolitas de nieve cayendo al piso) al final, este cuarto es su alma
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Teo: (en el balcón, ve las estrellas mientras tomaba un poco de vino) ¿por qué su rostro estaba tan rojo?, no, deja de pensar en esa inútil (voltea a ver su cama y aparece al frente de Diego)
Diego: oh Teo, ¿ves el lugar? (dice emocionado)
Teo: ¿qué es lo que hiciste?
Diego: ¿yo? (se ríe) este lugar es tu cuarto, cada cambio lo haces tú
Teo: entonces, ¿qué significa estas bolas de nieve?
Diego: no sé el significado, averígualo, lo único que sé es que una persona quien te está sacudiendo
Teo: (se sienta en el sillón) no existe tal persona
Diego: ¿es la reina de la luz?, no, jamás te puso así, debe ser otra persona… oh, ¿es Martina? (preguntó y él se sorprende) eres fácil de leer, me sorprende
Teo: Diego, no te burles o lo pagarás bien caro
Diego: ¿tienes miedo a amar? Porque si la respuesta es sí, no es tan malo, pero lo será si te reprimes y luego te arrepientas
Teo: ¿consejero del amor? (lo mira y ve que Diego lo mira seriamente) contesta esto: ¿qué te atrajo de esa mortal?
Diego: ¿por fin vas hablar?, me siento explotado de emociones… Anahí es una mujer especial, me atrajo todo de ella, sus risas, su voz, su enojo, su terquedad, sus ojos y, sobre todo, la manera que me hacia sentir que podría ser apreciado por alguien
Teo: fue demasiada información
Diego: (sonríe) podría hablar toda la noche, pero lo que me interesa es sobre la persona que te hizo cambiar, aunque sea un poquito
Teo: no saques conclusiones
Diego: pero solo mira este lugar, está cambiando y tú no quieres reconocerlo, eres más terco que yo y que Anahí
Teo: esa niña saldrá el doble de terca (pensó) quedemos aquí, me iré a descansar (se levanta)
Diego: Teo, ¿no quieres ser alcanzado por el karma?
Teo: ¿Karma?, no hables estupideces (dijo y desapareció)
Diego: quise ser lo más amable posible (chasquea su lengua) no soporto su terquedad
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Anahí: (se acerca a los ventanales para ir al balcón, pero se detiene) fue un día muy largo
Dayanne: (acostada en una cama inflable en el suelo) no lo dudo, porque Noris cayó rendida ante el sueño
Anahí: (sonríe) Dayanne, casi veo a Diego, no, a Teo
Dayanne: ¿quieres hablar de ello?
Anahí: pensar que está esclavizado en ese cuerpo, me hace sentir inútil, quiero salvarlo, pero sé que no puedo
Dayanne: sé que te han dicho que tienes que luchar contra Teo, que eres la única, mas si no estás segura, no quieres hacerlo… no te obligues, sé que tienes un sentido de la responsabilidad, pero en este caso, no lo hagas por ser responsable
Anahí: no puedo escapar de la verdad, de la verdad de Diego (voltea a verla) soy la esposa de Diego y madre de su hija, lo amo y aunque tenga que enfrentarlo, lo haré para recuperarlo
Dayanne: sé que amas a Diego como yo amo a Oriel, pero esto es más que amor, muy bien, ve a la cama, mañana con más claridad, podrás pensar en la respuesta final
Anahí: (asiente y se va a la cama, acostándose) Diego, aguanta un poco más (pensó)
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Thiago: (juega ajedrez con su abuelo y mueve una ficha)
Abuelo: ¿angustia o nervios? (mueve una ficha)
Thiago: una mezcla (se arrima a su asiento) siento que todo lo que hicimos hoy, fue en vano