Naím: mi familia no era tan grande como la familia de Nahuel o Nadir, era pequeña y vivíamos en una frontera en el mundo humano
Romina: ¿por qué arriesgarse?
Naím: era por el trabajo, los humanos o vampiros nos contrataban, para asesinar a cualquier ser, sí Romina, mis manos están manchadas de sangre desde los cuatro años
Romina: entonces, no fue casualidad de que los humanos os descubrieran su ubicación
Naím: si es extraño, nuestra familia no entraba a mi mundo por un código, teníamos un portal, además, vivíamos en un lugar con grandes montañas y solo los que querían contactarse con el grupo de asesinos, se arriesgaba a ir, solo ellos podían entrar
Romina: ¿tenían una barrera?
Naím: sí, entraban lo que tenían el acceso, pero llegó un humano, asesinaron a los guardias y entraron, quemaron todo el lugar, secuestraron a los niños (se sienta en un mueble) mi padre se quedó a enfrentarlos y mi madre me llevó lejos de esas montañas, solo pudo llevarme hasta un pueblo y me dejó en un cartón
Romina: ¿es así como sobreviviste?
Naím: sí, las busqué por días, hasta que me capturaron y me llevaron al mercado negro, donde Hugo me compró
Romina: (agacha su mirada) ¿nunca quisiste vengarte de los humanos?
Naím: cuando me hice subordinado de Nahuel, busqué a esos humanos y los asesiné uno por uno, no me importaba si estaba al frente de sus familias, eliminaba a cualquier cómplice, eso fue hasta que Teo arrinconó a los humanos
Romina: ¿no has buscado a los demás niños que fueron secuestrados?
Naím: todos ellos han muerto en dos años después de la tragedia, soy el último de mi familia, de la gran potencia de asesinos
Romina: (se sienta en el suelo y coloca su barbilla en la rodilla de Naím) cuando me case contigo, ya no serás el último de tu familia
Naím: a pesar de ello, no he podido encontrar a mi prima, era mucho mayor que yo y nos decían gemelos
Romina: ¿crees que pueda seguir viviendo?
Naím: es imposible, encontré su sangre, mas no su cuerpo
Romina: (alza su mirada y se sorprende al ver que Naím le caían lágrimas de sus ojos) debió ser muy duro guardarte todo eso en tu corazón
Naím: (se sienta a lado de ella y coloca su cabeza en las piernas de Romina)
Romina: (acaricia el cabello de Naím) gracias por abrirte conmigo (susurró)
…………………
Anahí: el día pasa volando
Noris: ni lo menciones (dice mientras limpiaba su espada)
Anahí: siéndote sincera, me canso estar en un solo lugar, ¿no es lo mismo para ti?
Noris: no me iré, aunque me obligues
Anahí: (hace un puchero con sus labios) tienes veintidós años, antes que empiece la guerra, conversa con algunos amigos
Noris: esos amigos pueden morir en la guerra, mejor conocerlos después de la guerra
Anahí: entonces ve con Dayanne, lo he visto con Oriel
Noris: Raquel estará con ellos
Anahí: (se irrita) eres más testaruda que yo, compruebo que eso lo heredé por parte paterna
Noris: ¿piensas que desperdicio mi juventud? (pregunta y ella asiente con la cabeza) estás equivocada, me gusta quedarme aquí y limpiar mi espada, es mi pasión
Anahí: no diré más (se acuesta en la cama)
Thiago: (toca la puerta) ¿esos son los cambios de humor que decía el doctor?
Noris: ¿qué haces aquí?
Anahí: no seas grosera, Thiago, ¿sucedió algo?
Thiago: vine a visitar a Katherine, pero está con el doctor, por eso he venido aquí, ¿es un mal momento?