El secreto de Apolo

LVII

Apolo

—No puedo creer que no haya contado nada hasta ahora —menciona indignado Basha mientras caminamos hasta la cafetería.

Luego de encontrar a nuestra madre en la habitación de Phoebe, salimos todos a hablar con ella por primera vez en mucho tiempo. Athan, Neo y yo que habíamos escuchado antes un poco de la historia, terminamos igual de sorprendidos que los demás. Clara había llevado al extremo a nuestra madre para vender su departamento y su auto; y al eso no ser suficiente ni detenerla no tuvo más opción que enfrentarme como lo hizo en la disquera. Aun no puedo perdonarme cómo la trate cuando lo único que hacía era protegerme.

En fin, debido a esto ha estado viviendo en un hotel y tratando de sostenerse. Debido a que Clara era impredecible mi madre había perdido varios de los artistas a los que representaba y estaba pasando por un momento complicado. Aunque me alegra saber que no fue la desesperación lo que la hizo buscar a Phoebe. Su arrepentimiento y culpa por lo sucedido es auténtico y la forma con la que se está acercando a nosotros también lo es. Y por primera vez en todos estos años soy capaz de entender muchas cosas a las que no les encontraba sentido alguno.

—Eso ya no importa, Basha. Lo importante es que lo hizo —concluyo. Caminamos en silencio el resto de nuestro camino.

Los gemelos y Nix, han llevado a mi madre hacia su hotel para que recoja sus cosas y se instale en la casa. Yo me estoy quedando aún con Jesse por lo que hay una habitación libre para que ella pueda usarla y no me molesta en lo más mínimo que lo haga.

 

Cenamos algo ligero, jamás podré acostumbrarme a la comida de hospital, pero tampoco podemos arriesgarnos a salir y causar algún disturbio. A pesar de que nuestra presencia aquí es casi diaria el hospital se ha encargado de reducir mucho los riesgos y además de alguna forma Alejandra también a logrado mantener a las fans a raya. Hay sus excepciones, pero en su mayoría se han portado bien.

—Me alegro que las cosas con Phoe se hayan arreglado —comenta con todo despreocupado—, solo falta que el caso de Valerie tenga alguna luz y todo comenzará a ponerse en su lugar.

Asiento pensativo. La verdad es que ha pasado un poco más de una semana desde que rescataron a Phoebe, hemos hablado mucho desde que eso sucedió. Su humor es increíblemente negro y se burla mucho de sí misma. Sé que lo hace para ayudarse a sí misma para ser fuerte, pero yo, quien la acompaña todas las noches sé la verdad.

Sus padres regresaron ayer a New York, me apena decir que su madre se fue realmente enfadada por el hecho de que eligiera quedarse y no irse con ellos, y en el rostro de su padre pude darme cuenta que en esta ocasión pensaba de la misma manera que su esposa. Creo que si yo estuviera en sus zapatos pensaría lo mismo. George por su parte viene todos los días, en una ocasión trajo a Fred, su hijo. Fue un buen día, con alegría nos compartió que la recuperación de Fred es casi milagrosa y que ahora crece sano y fuerte como debe ser.

—Mañana le darán el alta a Phoebe, pero aún no hemos hablado de a dónde irá —comparto con mi hermano, realmente es algo que lleva en mi cabeza desde que el medico habló conmigo ayer—. Regresar a su casa no es una opción. El psicólogo que la atiende lo prohibió rotundamente. La casa de Malibú no era opción, es demasiado ruidosa con todos nosotros ahí y ella necesita paz y descanso. Pero no sé qué pensara de irse conmigo al departamento de Bel Air. Es tan terca a veces.

Suspiro con resignación. No he mencionado nada porque no quiero discutir con Phoebe. Es en verdad agotador. Son pocas las veces que lo hemos hecho, pero somos tan testarudos los dos que es un dolor de cabeza.

—Se parecen demasiado ustedes dos. Necesitará ayuda también.

Asiento con la cabeza. La mayoría de sus lesiones son superficiales, pero hay algunas que si requieren cuidados especiales.

—Si bueno ahora que regrese debo de hablar con ella, estoy seguro que el medico ya le ha informado que le darán de alta e imagino que ya debió pensar en algo —reflexiono.

—Tienes razón, pero ya verás cómo todo sale bien.

—Hoy ha sido un día con demasiadas emociones, me siento agotado.

Lo decía de verdad, fuera de que he dormido en el hospital todos estos días, un sueño bastante intranquilo, hemos estado trabajando en la disquera. Ya van tres ocasiones en las que hemos tenido que frenar todo y el disco está listo para lanzarse. Además, la preocupación por Phoebe y Valerie tampoco me permiten dormir tranquilo. Mi cuerpo se siente cansado y desgastado.

—Trata de descansar tanto como puedas, no vayas a terminar haciéndole compañía a Phoe.

Rio con amargura, no hay una sola pisca de diversión en mi gesto.



#43621 en Novela romántica
#11624 en Joven Adulto

En el texto hay: bandas, famosos, musica rock

Editado: 05.02.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.