El secreto de Apolo

IX

Apolo

Despierto algo desorientado pero con el alivio de que ya no tengo ese maldito dolor de cabeza, por la cantidad de sol que se cola de la ventana sospecho que debe ser medio día, me incorporo y realmente me siento renovado, ladeo un poco la cabeza a los lados y respiro hondo. Es tan extraño levantarse con esta sensación. Me levanto al baño a cubrir mis necesidades matutinas, cuando salgo escucho la voz de Basha en el salón.

―Aún no se despierta ― lo escucho decir mientras salgo de la habitación ― realmente debo agradecerte Phoebe por lo que hiciste, sé que Apolo es un imbécil, pero es buena persona.

Carraspeo a sus espaldas, joder y estos se hacen llamar mis hermanos, se vuelve sorprendido, creo que no espera que lo escuchara.

―Ya se levantó el bello durmiente ― se ríe un poco ― me asegurare que así lo haga, adiós.

Camino hacia la nevera y saco una botella de agua, me apoyo en la encimera.

―Así que soy un imbécil ― digo abriendo la botella y dándole un buen trago, que bien se siente.

―Uno de primera hermano ― dice cruzando los brazos frente a su pecho.

No puedo negarlo, al menos con esa mujer creo que he sido un completo energúmeno, y no hay excusa que valga para eso, tomo otro trago de agua, mientras decido que hacer, sé que le debo una disculpa y un agradecimiento, de eso no quepa la menor duda, ahora no mentiré, me cuesta muchísimo tragarme mi orgullo y hacerlo. Basha mi mira, sin decir nada, pero no es necesario veo en sus ojos exactamente lo que me quiere decir.

―Mamá llamo temprano, dijo que se pasara más tarde por aquí.

Asiento, si quiero evitar que mi madre venga, tendré que llamarla cuanto antes. Basha me acerca un papel por encima de la mesa, lo miro enarcando una ceja mientras lo tomo. Hay un número de teléfono.

―Es el número de Phoebe, sabes lo que debes hacer ― ruedo los ojos y me da una mirada reprobatoria ― joder hermano, ya sé que prefieres que te corten un testículo antes que pedir perdón pero a la mierda ese orgullo, Phoebe es una mujer encantadora, que a pesar de que has sido un estúpido monumental, te cuido toda la noche hasta que estuviste bien. Es lo mínimo que puedes hacer.

Asiento no muy emocionado con el hecho pero tiene razón.

― ¿Cómo es que ella termino aquí en primer lugar? ― pregunto cayendo en cuenta, que ni Basha la conoce y dudo que sea psíquica o algo por el estilo.

―Mierda, ¿no lo recuerdas? ― niego con la cabeza, recordar ¿Qué cosa? ― Los gemelos se metieron en una pelea ayer, Thanos término con una herida en la cabeza, llamaron a Athan para que pueda ir a recogerlos y llevarlos a un hospital. Por fortuna Phoebe no es una simple doctora, es neurocirujana, pudo atenderlo en su casa, evitándonos así a la prensa.

»Hombre, olvídate del tequila, te vuelve más idiota de lo que ya eres. Lo que me recuerda, no has notado a Athan un poco extraño.

Lo miro frunciendo el ceño, no puedo evitar que me moleste cada vez que mencionan algo acerca de Athan, juego un poco con la botella.

―Athan está pasando por una etapa difícil ― comento con la mirada fija en la botella, tengo que escoger con cuidado las palabras que ocupo, o podría decir cosas demás.

― ¿Sabes que no me gusta que hayan secretos entre nosotros? ― pregunta con reproche.

―Lo sé, pero Athan lo comentará con todos en el momento que esté preparado, por ahora lo mejor que podemos hacer, es dejarlo ser ― ladeo un poco la cabeza, cuando Athan abra la boca tendré muchos más problemas que cuando la loca de Lizzie robo mi auto. Pero es mi hermano, y estaré ahí para apoyarlo ― ¿Has visto mi teléfono?

Asiente y señala mi habitación.

Dentro el sol entra de lleno, hace un día precioso, perfecto para disfrutarlo en la playa o afuera simplemente, dejo salir un suspiro, como extraño el tiempo cuando podíamos movernos con libertad, pero es el precio de hacer aquello que amamos, la música.

Alzo el papel que me ha entregado Basha, con el número de Super Woman, camino hasta la mesita de noche donde veo a mi teléfono cargarse. Introduzco el número y mi dedo se pasea por encima de la tecla de marcar, lo dudo en varias ocasiones, hasta que me decido a hacerlo, lo haré igual tarde o temprano. Ya no hay marcha atrás. Timbra un par de veces, cada todo es como la tentación para cerrar y tener la excusa perfecta para hacerlo, hasta que lo toma.

― ¿Hola? ― dice con voz delicada y melodiosa, es tan suave que se siente como una caricia en mi oído, mierda, esto no es nada lo que esperaba ― ¿Hola?

 

―Hola, Phoebe...― me sorprendo al escucharme, mi voz sonó algo dramática, joder, cualquiera pensaría que me estoy muriendo, carraspeo un poco antes de continuar ― soy Apolo ― continuo ― llamaba a agradecerte lo que has hecho por nosotros. Por todos nosotros.

Solo hay silencio al otro lado de la línea, por un momento creo que me ha cerrado, compruebo viendo el teléfono, pero no, la llamada sigue activa.

― ¿Sigues ahí? ― pregunto.

―Eh... si, lo siento, solo no me esperaba que llamaras, ya me lo habían advertido tus hermanos, pero se llevaran una sorpresa cuando se los diga ― ruedo los ojos, esa bola de idiotas ― pero no tienes por qué darlas, tus hermanos son personas maravillosas, lo hice con gusto.



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En el texto hay: bandas, famosos, musica rock

Editado: 05.02.2019

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