Apolo
Caminamos en silencio, observo de reojo a todos, están muy callados.
Pienso que es mejor dejarlo correr por ahora, todos estamos tensos por lo que pueda pasar en la cena, conocemos el carácter de la abuela y al mismo tiempo sabemos que Phoebe no es de muchas pulgas, la pregunta es ¿Cuál de las dos resistirá más?
No se me paso ni en los más remotos pensamientos que este viaje podía resultar así, pero al toro hay que tomarlo por los cuernos y como no regresaremos sino hasta año nuevo, había que acostumbrarse.
Entramos directamente al salón, la abuela es una persona muy respetada en Santorini, por lo cual le gusta mantener las apariencias todo lo que puede.
—Cambia la cara de limón — bromea Thanos rodeándome los hombros con un brazo. Lo fulmino con la mirada, siempre envidié ese carácter despreocupado y divertido de los gemelos, pocas eran las ocasiones donde permanecían callados o serios.
El salón decorado con un exquisito gusto pasando de los blancos tan característicos de Santorini por los cafés de la mueblería bañados en la luz cálida de las lamparas, la abuela lo había re-decorado hacia un año atrás y el resultado era espectacular.
El maître sonríe al reconocernos, nos direcciona hasta una mesa ubicada al fondo, me llama la atención que hay doce puestos en ella, me vuelvo hacia el maître, quien se pone nervioso.
—Evan, ¿Sabes quienes son los invitados de la abuela?
Asiente un tanto nervioso y soy consiente de que la respuesta no me va a gustar.
—La señora ha invitado a la señora Fotsis y su nieta, mi señor — debí imaginármelo.
—Gracias Evan — el maître hace un pequeño asentimiento de despedida.
En mi desaparece toda esperanza de que la cena salga bien, la señora Fotsis era la mejor amiga de la abuela desde la infancia, por alguna razón tenían la estúpida idea de que Vania la nieta de esta, se casará con uno de nosotros para que las familias se unieran, en el pasado lo intentaron con mi padre, pero no resulto, no se porque piensan que en esta ocasión dará resultado.
Siento pena por Vania, su abuela controla todo lo que hace y debe hacer, la conocía desde que éramos niños, era una chica dulce, no mucho mayor a Athan, sin embargo, no conocía nada del mundo, la habían criado para que se casara y fuera una dócil esposa, una pena.
—Has averiguado quien mas viene — afirma Nix al acercarse.
Le comento en voz baja quienes nos acompañaran en la velada y le hace tanta gracia como a mí, la observo soltar maldiciones en voz baja.
—Este día no para de mejorar — termina por decir mientras pasa la mano por su cabello, solo suele hacerlo cuando esta estresada.
En cuanto los demás invitados hacen su aparición el ambiente tenso se hace presente, a ninguno de mis hermanos les agrada las inesperadas invitadas, Phoebe quien esta sentada junto a Nix y Neo, permanece en silencio. No sé en qué momento mi familia se convirtió en los Adams.
Vania de lejos se veía que ya no era la jovencita dulce que había conocido, llego pareciendo una fémale fatal, vistiendo un vestido negro ceñido por completo, que poco dejaba a la imaginación, su maquillaje, aunque la hacía ver sexy era demasiado exagerado para una cena semiformal, en pocas palabras se notaba que se había esforzado por ser el centro de atención, y lo consiguió solo que no de la mejor manera.
—Los hijos de Niles cada vez están más apuestos — le comenta a la abuela como si nosotros no estuviéramos presentes, recorre con la mirada a todos los presentes.
—Tomemos asiento — las invita el abuelo intentado de manera desesperada cambiar un poco el ambiente, aunque fracasa.
Vaina se sienta a mi lado y siento como un escalofrió me recorre la columna.
—¿Ya se han acomodado en casa? — pregunta el abuelo con una sonrisa.
—Sí, es toda una novedad tener a una amiga en casa — responde Nix — esperamos que eso se repita mucho — termina por añadir observando atenta la reacción de la abuela.
Nix los adora, de eso no hay duda, pero siempre la yiayiá fue más estricta con ella, Nix siempre tuvo sus propias reglas, desde niña sabía lo que quería, heredo el carácter de nuestra madre, era difícil de manejar y con gran temperamento lo que hacía que chocara con la abuela con regularidad.
La abuela y la señora Fotsis la fulminan con la mirada, y hacen lo propio con Phoebe, por fortuna la comida llega en ese momento, elevo los ojos al cielo en busca de un poco de ayuda divina.
—Los he visto por televisión — comenta Vania a mi lado, no sabría explicar el por qué, pero me molestaba que estuviera a mi lado, no dejaba de moverse en un patético intento de llamar la atención.
—Lo agradezco no sabía que también salíamos en la televisión de Grecia — comento cortante.
Se gira hacia mí, me observa con una seductora mirada mientras coloca su mano en mi pierna, se inclina hacia a mi para hablarme al oído.
—¿Qué te parece si después de que tus hermanos se vayan a la cama, tú y yo nos divertimos un poco?