El secreto de Apolo

XXVII

Phoebe

No lo podía creer, no era posible.

No salgo de mi estado de shock aún cuando todo el público a abandonado el recinto del concierto, estoy en shock.

—Phoebe tenemos que ir a backstage a reunirnos con mis hermanos —Nix mueve la mano frente a mi y la miro—. Mira que te ha sorprendido verdad.

—No te lo podría explicar. Fue maravilloso pero me ha dejado sin palabras.

—Lo fue, pero no necesitas palabras, que tal si vas y te das un besazo de esos de película al romántico de mi hermano.

Eso me hace reír, pero si suena a un buen plan.

Caminamos hacia la parte trasera del escenario, estoy ansiosa de tener a Apolo en frente y lo demás que pienso hacer con él no es apto para menores. Entramos a los camerinos improvisados y desde la entrada escuchamos a los chicos conversar animados. Pasamos las cortinas negras y los vemos acompañados por la abuela y algunos miembros de las bandas.

—Pero miren quienes han venido a reunirse con nosotros —dice Thanos levantando su botella de agua como un brindis.

Las risas estallan y las nuestras los acompañan de inmediato.

—Ahora vamos a cenar — invita la abuela.

Diviso a Apolo en el fondo del salón, conversa con un chico de cabello largo, lo reconozco de la banda que se presentó antes que los Lux. Camino directamente hacia a él, me sonrie en cuanto me ve acercarme, me rodea la cintura con su brazo, me atrae hacia él y deposita un beso en mi cabeza.

—¿Te la has pasado bien? —pregunta intentando parecer despreocupado, pero puedo ver en sus ojos que esta tan nervioso como yo.

—De maravilla —digo y acercandome a su oido le susurro — yo también te quiero.

Ver su rostro pasar de sorprendido a contento en un segundo.

El chico del que nos hemos olvidado caraspea, ambos nos volteamos y el nos mira con una sonrisa de lado. Es un chico atractivo con todo el aire del típico chico malo, de ese tipo que tiene avisos de peligro a kilometros de distancia.

—Tienes una chica hermosa, Apolo — menciona sin quitarme la vista de encima, su mirada me incomoda.

Apolo nota mi incomodidad y me apreta mas hacia él.

—Como ninguna otra Patrick —noto cierta hostilidad en el tono de su voz, cosa que me hace sentir reconfortada.

—-Es evidente —comenta y otro chico a nuestras espaldas lo llama — si me disculpan parece que ya nos marchamos. Apolo, señorita — se despide con un leve asentimiento de cabeza y se marcha con una sonrisa burlona.

Ese chico tiene un aviso enorme de problemas.

—Ese chico fue demasiado intenso —comento sin pensarlo much.

Apolo me gira y quedamos frente a frente, junta nuestros labios es un espontaneo beso y sonrie.

—Patrick es el tipo de persona con la que no te quieres juntar dentro el mundo del espectaculo, de sobra sé que eres una mujer inteligente así que está demás advertirte que lo mejor es que te estes lejos de él — su voz sigue calmada y el permanece relajado.

—¿Qué hacía aquí?

—Pues de alguna manera su representante los había logrado meter en el concierto, iban a ser la atracción principal...

—Pero llegaron ustedes.

Él asiente y hace una mueca.

—No pienso que sea un mal tipo, pero si uno que por fama y dinero hace muchas cosas, su representante no es mucho mejor, sin embargo han estado en tantos escandalos que eso no ha permitido que lleguen muy lejos —me explica llevando me hacia la salida.

Asiento, en definitiva hay algo que no me ha gustado en el tal Patrick, pero decido no ponerle mucho asunto.

Llegamos al hotel media hora mas tarde. Aunque en la tradición Greca acostumbrar a comer pavo relleno y en el almuerzo, este año y debido al concierto pasamos a tener una cena navideña un poco más americana.

El salón esta decorado con motivos navideños, miro alrededor y de doy cuenta de que falta algo.

—¿Y el arbol? —pregunto sin poder evitarlo.

Neo aparece con dos copas de vino, me entrega y rie.

—En Grecia no se acostumbra poner arbol de navidad, de igual manera que los regalos no son hasta el primero de enero — me explica con una dulce sonrisa.

Rio suavemente.

—Había esperado que existieran tradiciones distintas, pero el arbol ha sido toda una sorpresa.

Neo rie de nuevo y le da un trago a su vino.

—No hermos tenido la oportunidad de hablar mucho en este viaje —comenta mientras me mira con picardia.

—Sabes que no es planeado.

—Lo sé —coloca su mano en mi espalda baja y me guia hacia una mesa en un rincon del salon, esta lo suficientemente apartada para que podamos tener un poco de privacidad — Si te soy sincero estoy muy contento de como han resultado las cosas, desde el inicio pensé que tú y Apolo estaban conectados de alguna manera, no sabría explicarlo pero cuando fui a verte esa primera vez en el hospital, algo dentro de mi me dijo que te quedarías por mucho tiempo en esta familia y ruego por que eso sea asi.

Sus palabras me llegan a lo mas profundo del corazón, por que aunque no tuvimos el inicio mas normal,pero hoy estamos juntos y los Lux me han aceptado como parte de su familia y me siento muy feliz por eso.

—Yo también Neo — me sonrie en respuesta y escucho su celular sonar.




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