El Secreto De La Esmeralda

Capítulo 19: Contigo

Capítulo 19: Contigo

Laila

El aire era pesado, como si el mundo estuviera esperando algo. Caminé de un lado a otro en mi habitación, sintiendo cómo la culpa me carcomía por dentro. ¿Qué había hecho para llegar a este punto? Mi madre y Karime estaban a punto de hacer algo irreversible, algo que cambiaría todo para siempre. Y yo estaba aquí, inútilmente pensando en cómo podría detenerlas, cuando sabía muy bien que mi voz no tenía poder frente a ellas.

Mi mente me torturaba con imágenes de Esmeralda, de cómo había sido manipulada por todos, de cómo mi propia madre había decidido destruirla, borrar su esencia. No solo por venganza, sino por el simple hecho de que Esmeralda representaba una amenaza para sus planes. Y yo, en mi silencio y mi cobardía, había permitido que todo esto sucediera.

¿Cómo podía callar ante tanta crueldad? ¿Cómo podía quedarme al margen, cuando lo que mi madre planeaba era algo tan destructivo? Pero, al mismo tiempo, sabía que hablar significaría mi condena. Nadie me escucharía, y podría perderlo todo: a la manada y a mi padre. Él es quien más me preocupa en esta situación; no quiero que nada malo le pase. ¿Pero cómo lo haría si él solo ve y respira por mi madre?

Lo mejor es que trate de hablar con Kele. Si logro hablar con él, tal vez podría convencerlo de que todo esto es un error, que mi madre y Karime están mal de la mente. Así podría evitar que las ejecuten por alta traición. Pero, ¿realmente tenía alguna oportunidad de que me escuchara y que se lo tome con calma?

Imposible.

Se va a formar un caos en cuanto cuente todo.

Ni el Alfa ni, mucho menos, Amina se quedarán de brazos cruzados cuando sepan que mi madre quiere eliminarlos a ambos. ¡Correrá mucha sangre! ¡Maldita sea!

Me acerqué a la ventana y miré al horizonte, perdida en mis pensamientos oscuros. El sol comenzaba a salir y, con él, la sensación de que el tiempo se agotaba. Era una pesadilla de la que no podía despertar.

Decidí ir a buscar a Kele y pedir piedad por la vida de mi madre y de mi hermana. Pediré que las echen de la manada y así salvaría sus vidas. Siempre y cuando logre hablar con él. Así que salí de la habitación con la esperanza de que mi corazón no estuviera equivocado.

Llego a la zona común y veo a Kele en medio de una conversación con otros miembros de la manada. Estaba dándoles unas instrucciones sobre los puntos de vigilancia. Me acerqué con cautela; el nudo en mi estómago se hacía más grande a medida que me aproximaba a él.

—Kele —dije suavemente, intentando captar su atención.

Él giró la cabeza un poco, pero al ver quién era, su rostro se cerró rápidamente, como si mi presencia no fuera lo que él deseaba en ese momento. Y no lo culpo; la verdad es que he sido cómplice de Karime y Cassie. Era entendible que no me quisiera ver. Estoy a punto de ir al grano cuando siento la cruel voz de mi hermana en mi mente:

- “Quiero saber cómo será la reacción de Kele cuando sepa que gracias a ti, Aziza y Karime se contactaron con Yumna. Que por tu culpa el papá de Esmeralda ha muerto”, murmuró Karime, deteniéndome en seco. “Estoy segura de que te matará, como también matará al inútil de papá.”

—¿Laila? —dijo con un tono que no lograba esconder la indiferencia—. Si vienes a molestarme, lo mejor es que te vayas —dijo enojado.

Antes de que pudiera responder, Amina apareció a su lado, mirándome con una expresión indiferente.

—Kele —dijo con una voz firme—, necesitamos hablar ahora. Faltan muchas cosas para los preparativos, y eso no puede esperar.

Kele, ignorando por completo mi presencia sin dejarme hablar, asintió con la cabeza y se apartó rápidamente. Amina no me dirigió ni una mirada, simplemente avanzó hacia él, llevándoselo consigo. Sentí como si todo mi cuerpo se hundiera en el suelo. La oportunidad se había esfumado. Me giré y vi cómo Karime sonreía con su mirada llena de maldad. Supe que ya no tendría otra oportunidad como esta.

- “Prepárate, porque esto lo sabrá nuestra madre. Te voy a extrañar mucho, querida hermanita”, dijo Karime, rompiendo en carcajadas.

~*~

Cassie

Entro a la casa de Karime para ver cómo van los planes para desaparecer a Esmeralda. La boda estaba a un día de distancia, y necesito estar segura de que cada detalle del plan esté listo para dar lugar a la desaparición de Esmeralda. Lo único que me tiene un poco inquieta es que Karime aún no me ha dado la orden sobre cuál será mi papel para llevar a cabo el plan.

—¿Cómo van las cosas? —pregunté, viendo sus ojos brillar con una mezcla de emoción y ansiedad.

—Todo va como debe —respondió con calma. Aquello no es suficiente como para estar tranquila; siento cómo en mi interior la presión se acumula. Había algo en el aire que no encajaba—. Mañana, Esmeralda desaparecerá. Todo lo que hemos planeado se llevará a cabo, y Kele será tuyo.

—Eso me parece perfecto —respondí nerviosa—. Entonces, ¿cuál es mi papel en esto?, ¿qué debo hacer? —pregunté ansiosa. Me llamó la atención que Laila no se encontrara aquí para tratar de hacerme cambiar de opinión como siempre—. Por cierto, ¿dónde está Laila?

Karime sonrió de una manera que no me gustó. Sabía que Laila no es santa de su devoción, pero siempre ha existido un respeto entre ambas como hermanas.




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