El secreto de la mansión encantada

Capítulo 2: El Diario de Isabel y Thomas

Ethan la llevó a un lugar oculto de la mansión: un pequeño desván polvoriento, repleto de cajas y muebles antiguos.
— Este desván es mi rincón secreto. Aquí pasaba horas leyendo las historias que se escondían en estas viejas cosas — explicó Ethan, con un brillo en los ojos.
Ethan se arrodilló y comenzó a buscar entre las cajas. — He descubierto un diario antiguo que habla de un romance prohibido entre dos miembros de la familia que vivió aquí hace mucho tiempo.
Ethan sacó un libro encuadernado en cuero con las páginas amarillentas por el tiempo. — Es de Isabel y Thomas, dos jóvenes que se enamoraron a pesar de que sus familias eran enemigas. Se dice que escondieron un tesoro, una prueba de su amor, pero nunca se encontró.
Amelia sintió un estremecimiento de intriga. La historia de Isabel y Thomas la cautivó. — ¿Qué tipo de tesoro?
Ethan abrió el diario con cuidado, como si temiera dañarlo. — No lo dice con precisión. Habla de un objeto precioso, una joya que representa el amor verdadero.
Amelia se acercó a Ethan y leyó las palabras escritas en tinta desvaída. La letra de Isabel era elegante y delicada, la de Thomas, más firme y decidida.
"Mi querido Thomas, escribo estas palabras a escondidas, con la esperanza de que algún día las leas. Nuestra familia nos ha separado, pero nuestro amor es más fuerte que cualquier odio. Hemos escondido un tesoro que simbolizará nuestro amor eterno. Te ruego que lo busques y que nuestra historia no se olvide".
Amelia cerró el diario con un suspiro. — Es una historia triste, pero romántica.
— Y también misteriosa — dijo Ethan, con una sonrisa traviesa. — ¿Te interesa resolver el enigma de Isabel y Thomas?
— No sé si pueda ayudarte mucho. No soy buena con los misterios.
Ethan le dio una palmada en el hombro. — No te preocupes. Yo soy el experto en descifrar enigmas. Juntos lo resolveremos.
— ¿Y qué pasará con el tesoro?
— Si lo encontramos, se lo dedicaremos a Isabel y Thomas. Un homenaje a su amor.
Amelia sintió que algo más que curiosidad la empujaba a aceptar la propuesta de Ethan. Era una mezcla de aventuras, secretos y el encanto irreversible del chico que le había hecho latir el corazón de manera inesperada.
— De acuerdo. Vamos a descubrir el secreto de Blackwood Manor.




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