Capítulo 6: El Secreto Revelado

Las palabras de Isabel se leían con una caligrafía elegante y delicada. "Thomas, mi amor, el tesoro que te he dejado es solo una pequeña parte de nuestro amor. La verdadera riqueza está en nuestro corazón. Pero hay algo que debo confesarte. No todo fue tan idílico como te he hecho creer. Hay un secreto que jamás te he contado. Un secreto oscuro que ha ensombrecido nuestro amor."
Amelia y Ethan se miraron con una mezcla de intriga y miedo. ¿Qué secreto tan terrible podía haber ocultado Isabel a Thomas? ¿Un secreto que había ensombrecido su amor?
Ethan tomó el papiro y continuó leyendo en voz alta. "Mi familia no solo se oponía a nuestra unión. Ellos eran responsables de una terrible tragedia que marcó para siempre a nuestra familia. Un acto de crueldad que me avergüenza contar, pero que no puedo esconder. Mi padre, movido por la ambición y la avaricia, planeó un terrible crimen. Él..."
En ese momento, un fuerte ruido resonó en la casa. Un golpe seco, como si un objeto pesado se hubiera caído. Amelia y Ethan se sobresaltaron.
— ¿Qué fue eso? — preguntó Amelia, con la voz temblorosa.
— No lo sé. Pero tenemos que ir a ver. — dijo Ethan, con la mirada fijada en la puerta de la bóveda.
Ethan y Amelia salieron de la bóveda y corrieron hacia el lugar donde habían escuchado el ruido. Al llegar al hall de entrada, se encontraron con una escena aterradora.
La estatua de un león de piedra que adornaba la entrada principal había caído al suelo, destrozada en un millón de pedazos. En el suelo, se veía un pequeño papel arrugado. Ethan lo tomó con cuidado y lo desenrolló.
— Es una nota. — dijo Ethan, con la voz baja. — Está escrita en una letra que no reconozco.
Amelia se acercó a Ethan y leyó la nota. La letra era enrevesada, como escrita con un temblor en la mano.
"El secreto ha sido descubierto. La maldición se despertará. El destino no se puede cambiar. La sangre volverá a fluir. "
Amelia sintió un escalofrío de miedo. La nota era un mensaje amenazante, una advertencia de un peligro inminente.
— ¿Qué significa esto? — preguntó Amelia, con la voz temblorosa.
— No lo sé. Pero no me gusta nada. — respondió Ethan, con la mirada fijada en la estatua destrozada.
Ethan y Amelia se miraron con miedo e incertidumbre. El secreto de Blackwood Manor era más oscuro de lo que habían imaginado. Un secreto que podía poner en peligro sus vidas.