El secreto de la mansión encantada

Capítulo 9: La Verdad Enterrada

Amelia y Ethan, con el corazón lleno de esperanza y un poco de miedo, siguieron el mapa hacia el lugar marcado con un círculo rojo en el jardín. Era un lugar aislado, detrás de un viejo árbol de roble con un tronco grueso y nudos retorcidos.
— ¿Qué crees que haya aquí? — preguntó Amelia, con un susurro.
Ethan se encogió de hombros. — No lo sé, pero lo descubriremos en breve.
Ethan se acercó al árbol y comenzó a palpar el suelo. Amelia lo observaba con intriga. Ethan tenía un instinto incomparable para resolver misterios, un don que la fascinaba y la atraía como un imán.
— ¡Aquí está! — exclamó Ethan, con un brillo de triunfo en los ojos.
Ethan comenzó a desenterrar la tierra con las manos. Amelia lo ayudó, con la esperanza de que la verdad se revelara pronto.
Unos minutos después, Ethan descubrió una pequeña caja de metal enterrada a una profundidad de un metro. La caja estaba oxidaad por el tiempo, pero se veía que había sido bien construida.
— Espero que tenga la respuesta que estamos buscando. — dijo Ethan, con la voz baja.
Ethan tomó la caja y la abrió con cuidado. En su interior, se encontraba un sobre de papel con un sello de lacre que tenía las iniciales "T.T." grabadas en él.
— Las iniciales de Thomas Thorne. — dijo Amelia, con la voz temblorosa.
Ethan abrió el sobre y extrajo un pequeño papel arrugado. En él, se encontraba escrita una carta con una letra desgarrada y desvaída. Ethan comenzó a leer en voz alta.
"Mi querido Isabel, he descubierto la verdad. Tu padre es un hombre sin escrúpulos. Ha cometido un crimen terrible para asegurar el futuro de su familia. Él ha asesinado a mi padre para robarle su fortuna y su poder. He intentado convencerlo de que se detuviera, pero no me ha hecho caso. Él me ha amenazado con hacerme daño a ti y a mí. He escondido una prueba de su crimen en un lugar seguro. Te ruego que lo busques y que no permitas que la verdad se pierda. No dejes que la maldición se cumpla. "
Amelia y Ethan se miraron con horror. La verdad era más terrible de lo que habían imaginado. Lord Blackwood había asesinado al padre de Thomas para robarle su fortuna y su poder. Y Thomas, en un acto de desesperación, había escondido la prueba del crimen.
— ¿Qué hicieron con la prueba del crimen? — preguntó Amelia, con la voz temblorosa.
Ethan se quedó pensando por un momento. — La carta dice que escondió la prueba en un lugar seguro. Pero no dice dónde.
— ¿Y qué pasó con Thomas? — preguntó Amelia, con el corazón lleno de tristeza. — ¿Murió?
— No lo sabemos. Pero la maldición de la que hablan en la nota podría estar relacionada con la muerte de Thomas.
— ¿Y cómo podemos detener la maldición? — preguntó Amelia, con un tono desesperado.
— Tenemos que encontrar la prueba del crimen y revelar la verdad al mundo. — respondió Ethan, con un brillo de determinación en los ojos. — Es la única manera de detener la maldición.




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