El Secreto De La Reina...

Capitulo dos

-estas lista- me dice mi maestro buscando en mi rostro una sola pizca de duda para dejar todo abandonado y volver a nuestro escondite, pero no voy a dejarlo. He de ejecutarlo aunque sea lo ultimo que haga.

-consejero yo nací lista.-le digo con mirada segura.

Miramos el palacio de Mangotawa ese que lleva el mismo nombre y desde donde el soberano debería impartir justicia a todo el reino a su cargo, pero que se ha dejado corromper de manera asquerosa.

Somos detenidos por oficiales en la puerta mi rostro se esconde debajo de una capa negra, escondiendo bajo la vestimenta de hombre mis atributo de mujer.

Fuimos detenidos por dos guardias en la puerta.

-queremos hablar con el rey Ninfalio.-dijo el consejero con actitud segura.

-¿cual es el motivo que requiere la entrada ante la presencia del rey?.

-dígale que existe un desafío.

Con la mención de aquellas palabras los guerreros se miraron entre si y luego de un asentimiento sincronizado hicieron abrir ante nosotros las grandes puertas, dejando ante nuestros ojos los pasillos adornados con todos los caprichos del rey mientras que su gente sufria en manos de los embaucadores.

-esto será interesante.-le digo según nos acercamos a las puertas de la sala real.

Despues de acercarnos y hacer los mismos requerimientos de la entrada nos hisieron esperar la presencia del rey.

- El soberano Ninfalio, protector de Mangotawa hace presencia en la sala.

Desde que llego se sentó en su trono y seguido dos mujeres bellas comienzaron a soplar aire en su dirección. Mientras el le dedicaba sonrisa de satisfacción; no hay que ser adivino para descifrar que se encontraba revolcándose con alguna mujer de la mala vida.

-cual es el motivo de su visita humildes  forasteros.

-no somos forasteros, somos residentes de este reino y vivimos en carne propia la desazón que existe allá fuera, mirando como somos saqueados y robados sin ningun tipo de remordimientos; residentes que se pregunta donde esta la labor del rey de proteger a su pueblo y dar seguridad y prosperidad. Decir soberano que después de muchas noches pensando la respuesta, la hemos hallado.

-y a cual es la conclusión a la que han llegado, esa con la que osan poner en tela de juicio mi reinado.

-el rey se corrompió ante los lujos que ofrece el trono, el rey sucumbió a la complacencia de placeres y buena vida.

-sus sabias palabras podrían hacer rodar sus cabezas y su valentía podría acabarze con el simple hecho de hacerme desenfundar mi espada. Bien podría hacerlos tragar sus opiniones que no quitan ni ponen. Yo soy el rey y absolutamente todo el mundo está por debajo de mi voluntad.

-nadie a desmentido lo dicho, bien podría echar la suerte sobre nuestras cabezas, hacerlas rodar y luego dar nuestros cuerpos a comer a los buitres, más sin embargo no hemos venido aquí solo a denunciar lo que ya esta visto y comprobado; hemos venido aquí a cambiar el rumbo de nuestros destinos. Contribuiremos a un reino fructífero o moriremos en el intento.

Simplemente he escuchado las objeciones, el dialecto y el proceder que tendrá el rey bien podría mandarnos a matar pero antes yo lo haría con el.

-rey Ninfalio- digo rompiendo el silencio -yo lo desafío a una batalla por el la corona de Mangotawa por  considerarlo no apto para reinar.

-el desafío está lanzado y es el deber del rey corresponderlo.-dice el consejero.

Mientras el escriba y los guerreros allí presentes junto a las mujeres se mantienen expectantes mirando al escéptico rey a sabiendas que se encuentra en juego el futuro del reino.

Y que el deseo de justicia reinen en el corazón de cada persona siendo el único objetivo el bien común. 
 


 

La reyna Indiana de Manzara.
 


 




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