El Secreto De La Reina...

Capítulo veinticinco

Nada ha vuelto a ser igual luego de aquella platica entre Arturo y Carlos aunque las cosas mejoraron siento la tensión entre ellos, el reino espera un enlace entre el príncipe Carlos y yo pero no hemos afirmando nada y es mejor no apresurar las cosas, todavía su madre desconoce de mi y es asunto es delicado.Creo que ese es el motivo por el cual aún no hemos hablado eso.

- Maestro que paso aquel día entre el príncipe Carlos y usted?- pregunte de repente.

-¿por que habría de pasar algo?- contraataca.

- no lo se, tal vez por que no pueden estar juntos sin intentar matarse con la mirada- dije como si fuera obvio.

- no puedes pedirme que me lleve bien con alguien que no quiero cerca, el sabe bien qué nuestra situación es complicada por que esta en medio de ambos algo importante, tu. No me tentare el corazón a la hora de cobrar las  lágrimas que derrames.

Lo miro intentando descifrar el secreto en sus palabras, me hace sentir inútil el no saber que pasa a mi alrededor.

- ¿hay algo que deba saber?- pregunto esperando respuesta.

- hay cosas que sólo se van descubriendo sobre la marcha Indiana lo que si puedo decirte es que entre ustedes existe un reino de diferencias es mucho lo que hay de distancia.

Esas palabras me dejaron dudosas pero opte por dejarlo pasar, de igual manera continuamos en nuestros respectivos asuntos. Estábamos trabajando para empoderar a la nación y que sea esta quien elija bien a su rey y no que el rey escoja la nación.

El ejército quedo desligado de la corona, por ende, sí entendía que las cosas no iban a funcionar con el rey debían unirse y derrocarlo en un principio costo mucho pero de a poco fueron comprendiendo que viviendo como uno solo el reino prosperara mejor.

No podía negar que las palabras de mi maestro me carcomian pero a la vez me atemorizaban por que sabía que no iba a descubrir nada bueno, pero ¿acaso era yo una cobarde? Por supuesto que no.

                         **** 
El carruaje se movía lento por el empredado camino que guiaba hacia la verdad, pensaba en las miles de posibilidades que podrían presentarse y por mas que pensaba no podía imaginar ninguna cosa que resultase sospechosa.

Llegue casi al amanecer disfrazada de campesina por supuesto y busque una posada pobre para evitar levantar sospecha ya que una cara nueva levantaba curiosidad, las horas pasaron lento  y sobre todo en incertidumbre.

Estaba en la mesa dispuesta a tomar mi desayuno, en medio de todos los curiosos que tomaban esa hora para comentar las noticias más relevantes del reino.

- escuche que pronto habrá enlace en el reino -dijo uno - es nesesario el rey le ha dado largas al asunto, hace mucho debió de haber estado casado.

- concuerdo - dijo otro- no se puede negar que la joven es bella además de que influyente.

Espere paciente a que el asunto de conversación tomará su cause claramente; estoy deseando descubrir algo con el palacio de gobierno no de enlaces desinteresados.

- el reino nesesita una reina.

Esto se pone interesante.

- el rey Carlos debe casarse ya o de lo contrario el reino se desestabilizara.

En ese momento mi mundo dejo de girar por completo para detenerse a mitad del invierno, mi curiosidad se despejó y luego de todo las piezas empezaron a encajar.

Las visitas a escondidas, el retrasar el tema importante de nuestra relación;todas esas cosas que imaginaba en mi cabeza y que para mi culminarán en boda para el no eran más que un simple pasatiempo.

Carlos arrastró mi dignidad colándose en el reino ganándose mi confianza, mi amor; entrando en mi corazón y sobre todo .....tomando  mi cuerpo.

Me levanté de la mesa sintiendo que los pies me pesaban y que el corazón se me detenía, sentía que un hueco profundo en el pecho por que nuevamente se habian burlado de mi. El dúo ganador había destrozado mi vida completa y mi calamidad y mi perecer se lo debía a un padre y un hijo.

Marche hacia la habitacion que ocupaba pensando en todo lo que me pasaba ei corazón se me estrujaba con cada mirada a aquella cuatro paredes.

En un estado de sopor recoji mis pocas cosas y me dispuse a marcharme sabia ya las dudas  que me aquejaban tenian respuestas claras.

Marche a palacio con una sensación horrible en todo el cuerpo con los ojos pesados por las lágrimas que se negaban a salir y con el corazón compungido por que sus pedazos, que aún no terminaban de sanar habían sido pisoteados y vuelto añicos.

Llegue a Mangotawa sintiendolo  ajeno a mi, retrase mi llegada a palacio y me quede en el jardín dónde todo comenzó; recordé las conversaciones y ahora no podía saber si era verdad o mentira.

Caí de rodillas como tantas veces  en mi vida con la única diferencia de que las lágrimas se negaban a salir de unos ojos que habían perdido su brillo y en donde ya no quedaba vestigio de felicidad.

La decepción que me oprimía no tenia comparación ni siquiera el dolor que era otra  emocion reinante dentro de mi  se comparaba.

Estaba decepcionada de la vida por que no me daba tregua, de Carlos por que me mintió, de mi maestro por que me oculto y sobre todo de mi misma por que volví a caer en la redes de la soledad, en el mismo círculo vicioso que parecía repetirse una y otra y otra vez.....

 

 




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