Amberleigh Manor parecía más resplandeciente que nunca mientras se preparaba para ser el escenario de la unión entre Eleanor y Nicholas. Los jardines, con sus almendros en plena floración, parecían haber sido tocados por una magia especial, como si celebraran el próximo capítulo en la vida de esta pareja destinada a estar junta.
Eleanor, en colaboración con Alice, su doncella y confidente, supervisaba cada detalle. Vestida con un vestido de lino rosa pálido, sencillo pero elegante, caminaba por los terrenos asegurándose de que todo estuviera perfecto. La ceremonia sería íntima, rodeada de amigos cercanos y aquellos que habían apoyado a Nicholas en los momentos más oscuros.
—El pabellón será el lugar ideal para la ceremonia, Lady Eleanor —dijo Alice, mientras colocaba flores recién cortadas en un cesto—. Creo que nunca había visto a Amberleigh tan hermoso como ahora.
Eleanor sonrió, su corazón lleno de gratitud.
—Amberleigh no es solo hermoso, Alice. Es el lugar donde ambos hemos encontrado nuestra verdadera esencia. Este día será más que una boda; será el comienzo de algo completamente nuevo.
**Una Sorpresa para Eleanor**
Mientras Eleanor trabajaba en los detalles, Nicholas también tenía un plan secreto. Sabía que Eleanor era una mujer de gustos refinados, pero sobre todo, alguien que valoraba los gestos sinceros. Decidió regalarle algo que simbolizara su unión con Amberleigh.
Con la ayuda de los carpinteros locales, Nicholas supervisó la creación de un banco de madera tallado con la imagen de un almendro en flor y un ruiseñor posado en sus ramas. En la base, grabó una inscripción: *"A Eleanor, cuya luz hizo florecer a Amberleigh."*
La tarde antes de la boda, Nicholas llevó a Eleanor al pabellón con los ojos vendados, una mezcla de nerviosismo y emoción en su rostro. Cuando se los quitó, Eleanor se quedó sin palabras al ver el banco.
—Nicholas... Es el regalo más hermoso que alguien me ha hecho. —Sus ojos brillaban con lágrimas mientras tocaba las delicadas tallas.
Nicholas tomó su mano y sonrió.
—Quería que tuviera algo que representara todo lo que hemos construido juntos. Este banco es solo un símbolo, Eleanor, porque usted es quien ha transformado mi vida.
Eleanor lo abrazó, sintiendo que nunca podría expresar con palabras lo que aquel momento significaba para ella.
**La Noche Antes de la Boda**
Esa noche, Eleanor se sentó en su habitación, mirando su reflejo en el espejo. Llevaba un camisón de seda blanca, sencillo pero elegante, y su cabello estaba suelto, cayendo en suaves ondas. Alice entró con una bandeja de té y pastelillos, y sonrió al ver a su señora tan pensativa.
—Lady Eleanor, mañana será el día más importante de su vida. ¿Está nerviosa? —preguntó Alice, colocando la bandeja sobre la mesa.
Eleanor asintió ligeramente, pero su sonrisa era serena.
—Más que nerviosa, Alice, estoy emocionada. Nunca pensé que encontraría un amor como el de Nicholas, ni un hogar como Amberleigh. Mañana no será solo mi boda; será el día en que todo mi corazón pertenezca a alguien más, y el suyo a mí.
Alice tomó su mano con ternura.
—Señora, creo que Lord Ravenscroft es el hombre más afortunado de este mundo. Y Amberleigh será aún más hermoso con usted como su dueña.
Eleanor agradeció las palabras de Alice, sintiendo que el día siguiente sería todo lo que siempre había soñado.