Capítulo XXIII
Impacto
Olaf esperaba en medio de la espesura del bosque sin magia, con su ramita creaba pequeñas figuras en el suelo, cinco dragones estaban a su alrededor echados descansando, a espera del grupo.
- Si, creo que así se parece más a ti - le decía a Chimuelo mientras terminaba su retrato - sus ojos son idénticos a los tuyos - el dragón ladeó la cabeza
Olaf contempló su creación para luego intercalar su mirada hacia el furia nocturna, visiblemente satisfecho de su trabajo. Continuo a un costado, ahora dibujando a Tormenta que estaba algo más allá, se concentraba en el lomo y las alas cuando está se alteró y levantó su cabeza, atenta al ambiente.
- No te muevas - se quejó Olaf, luego notó que todos estaban en la misma posición - ¿Sucede algo?
Chimuelo, que estaba tras él, abrió sus alas levantando una gran corriente de aire que lanzó a Olaf unos metros, el muñeco se volteo para ver cómo el dragón rugía mientras se lanzaba a volar, buscando herraticamente algo, todos los demás lo siguieron dejando al helado muñeco estático.
Chimuelo estaba errático, pero sin perder la concentración, tal cual como un caballo en una carrera, sus ojos eran dos rendijas tan finas que podían fácilmente ocultarse entre el verde de sus irises, estaba atento, un ligero silbido llamó su atención y el de los demás, lo que restaba era buscar una manera de llegar a él. Una pequeña grieta se vio un poco más allá de por dónde el grupo había entrado, era los suficientemente amplio para que las enormes criaturas pasaran por él, Chimuelo fue el primero.
Rápidamente bajaron y recorrieron los mismos túneles que momento atrás sus compañeros humanos habían pasado, hasta llegar al mundo, una vez ahí la batalla era clara.
El grupo había retrocedido hasta la camara principal, buscando dispersarse y ser un blanco más difícil para el enemigo. Más allá Grimmel se levantaba sobre su garra mortal, dispuesto a eliminar al primero en cruzar su camino, sus ojos estaban envueltos en un aura oscura y de sus manos salian dos espadas a base de pesadillas, tras él, un ejercito de dragones salían por un pasillo oscuro.
Chimuelo se detuvo y rápidamente evaluó la situación, vio a los reyes de Arendelle escondidos tras unos de los cientos de montones de chatarra, después vio a Eugene que llevaba una espada y espantaba a un cremallerus con Rapunzel tras de él, y luego vio a Hiccup, que llevaba su espada de fuego mientras se defendia de Grimmel. Voló inmediatamente donde él.
- Por fin, el furia nocturna - sonrió con maldad
- ¡Dónde está Astrid! - le bramó
- En un lugar mejor - se burló
Hiccup, montado sobre Chimuelo, se lanzó sobre Grimmel mientras blandía su espada, quien lo esquivó con facilidad, para luego hacer que su dragón escupiera una bola de ácido, la cual por poco casi da en la cola del dragón negro.
Por otro lado, Jack y Kristoff trataban de detener a tres dragones que amenazaban a Anna. Jack ponía en práctica su particular estilo de pelea mientras con su cayado guiaba al hielo hasta su objetivo; la boca del dragón. En cambio Kristoff se defendía con una espada y un escudo que había llevado consigo, esquivando una llama de un fuego purpura y golpeando en el mentón a la criatura enorme.
- ¿Cómo la encontramos? - inquirió Kristoff - ni siquiera sé cómo saldremos con vida de aquí - alzó la voz una vez más
- ¡Tenemos que buscar una abertura! - respondió Jack
- ¡Una abertura para qué! - les gritó Rapunzel que los había escuchado, se acercó rápidamente, lanzó su cabello, ya muchísimo más largo, hasta enredarlo en una piedra y volar aferrada a este, luego con un sartén dió al otro dragón que seguía consiente.
Otros tres dragones se lanzaron contra el cuarteto, siendo detenidos por Mérida, quién había lanzado sus flechas mientras montaba a Tormenta por los aires, la dragón rugió antes de lanzar su fuego, una mezcla de magnesio liquido, hacia los recién lastimados. Luego se alejaron para derribar a otros.
- Uno tiene que ir por ese pasillo hasta allá abajo - alzó la voz Anna ahora, quien ya había entrado a la batalla, atacando a un enorme mudraker con su ballesta - Elsa está ahi, lo sé
- ¿Quien irá? - preguntó Kristoff después de ayudar a su esposa con el dragon
- Yo iré - dijo ella
- No, por su puesto que no
- ¡Es mi hermana! - se quejó mientras esquivaba una pua venenosa de un mortífero nadder - claro que iré
- Tu eres mi esposa - contradijo mientras la atraía a su lado, tras ellos una explosión los hizo caer - No irás... ¡¿Están bien?! - alzó la voz mientras tosian
- ¡Si! - exclamó Eugene mientras tomaba a Rapunzel - ¿Alguien ve algo? - preguntó ahora
A su alrededor una nube oscura de polvo y humo se suspendió por los aires dificultando la vista.
- Hay que juntarse - dijo Rapunzel comenzando a toser
Una leve ventisca empezó a despejar el ambiente, la furia luminosa batía sus alas alejando el polvillo espeso, otro dragón la invistio arrojando lejos, pronto una pelea a muerte entre ambos se desataba, chocando con los muros de la camara que ya estaban debilitados, un crujido intenso empezó a inundar la estancia.
- ¡Esto se va a caer! - exclamó Anna
- ¡Salgan de aquí! - les ordenó Jack - yo voy por Elsa
- Pero...
- Soy inmortal, Anna - le aseguró, ella asintió para luego abrazarlo, Jack quedó estupefacto
- Traela devuelta - susurró en su oído antes de salir junto a Kristoff y los demás
Jack se volvió a la espesura del humo y tierra que se suspendía en el aire, adentrándose entre los muros agrietados, a su alrededor podía escuchar los ecos de los gritos de Hiccup contra Grimmel, para luego ser derribado por un garratrueno. La gran criatura olfateo al peliblanco antes de gruñir sobre su rostro, un bociferante rugido estremeció al guardian que intentó congelar al enorme reptil haciéndolo volar unos metros por los aires. Se levantó de golpe agarrando su cayado, luego se puso en posición de ataque esperando algún movimiento, la espesura dificultaba la visión.