Capítulo XXVIII
Blanco, negro y gris
Elsa había terminado de contar su versión, había decidido contarlo todo con el mayor detalle que pudo, tratando de no obviar sucesos comprometedores, ocultando únicamente sus sentimientos y miedos a los demás.
Si bien era verdad que prácticamente se había marchado casi por su voluntad, también era cierto que las circunstancias la habían orillado a tomar aquella decisión, era mucho más fácil dejarse capturar y después pelear que perder a alguien más en el proceso. Patapez era la única muerte que Elsa mantenía en su memoria por ahora, y no había día en que no pensara en él, aunque apenas lo conociera.
No había día en que no reviviera su muerte.
Pero la antigua monarca no contaba con la ventaja que poseía Pitch sobre sus propias habilidades, reconociendo la errónea decisión que había ejercido. Y aún desconocía las consecuencias totales de sus actos.
Anna no había dejado a su hermana durante todo el tiempo, aun cuando la noche ya estaba bastante entrada y su esposo insistía en que la reina debía descansar, su deber en ese momento se canalizaba en atender a la mayor de las Arendelle.
- Solo buscaba protegerlos - Anna fue la primera en hablar después de Elsa - ¿Lo ven? No buscaba irse con Pitch
Aster tomó una posición más relajada, sin terminar de creer todo el cuento de proteger a los demás, para él la desconfianza era un mecanismo de defensa sertero en situaciones así, no era algo personal.
- Claro, Elsa siempre estará en el lado correcto, lo ha demostrado desde que la conozco - agregó Kristoff adelantándose algo a ambas hermanas, en un toque protector
- Se los dije - apoyó Jack lanzando una mirada al conejo de pascuas - no era como Pitch decía
Pero las palabras del guardian del invierno también estaban destinadas para infundarse confianza, para olvidar y despejar las dudas que lo aquejaban respecto a la actitud de la quinto espíritu.
- ¿Qué fue lo que te hizo? - preguntó Norte con delicadeza, extendiendo cada espacio entre palabras buscando no lastimar o asustar a Elsa - ¿Qué sucedió durante estas semanas?
Jack no le quitaba los ojos de encima a Elsa, aún sentía que su corazón latía con fuerza entre sus oídos, desde que había entrado a la habitación nuevamente es que había comenzado a latir, eso le abrumaba, se sentía preocupado, y aún con culpa. Jack había detallado cada parte visible de la piel de Elsa desde que la tomó en sus brazos en la guarida de Pitch, ya había notado las marcas rojas en las muñecas y pequeños rasguños cerca de estas, pero fuera de todo estaba ilesa, eso le dejó un sabor amargo en la boca al guardian, el conocia de cerca las triquiñuelas que el señor de la oscuridad utilizaba para dañar a los demás.
La nueva guardiana tomo aire profundamente antes de hablar.
- No sé exactamente como llegué ahí - comenzó a contar, por un momento la ironía se hizo presente y sintió tanto frío que se abrazó a si misma - recuerdo que cuando desperté estaba en un lugar oscuro, Pitch hablaba mucho, pero siempre decía lo mismo - Elsa se afirmó sobre la cornisa de la ventana, apoyandose en esta, Anna rodeo sus hombros buscando fortalecerla - y me hizo pasar entre pesadilla y pesadilla, tomaba mis recuerdos y los deformaba hasta crear una... No sé, aún es confuso - terminó en un hilillo de voz, luego soltó un suave suspiró para continuar - decía algo de que me hiciera a un lado, que dejara de ser el quinto espíritu y que le diera mi poder...
- ¿Sediste? - inquirió Aster
- ¡Por supuesto que no! - exclamaron Anna y Elsa al unisono, una más efusiva que la otra
- Mi deber con el bosque encantado es sagrado, jamás lo abandonaría - agregó Elsa
- Mi hermana incluso ha dado su vida por lo correcto, es imposible que se asocie con alguien así
- Deberíamos escuchar todo antes de juzgar - cortó Norte - no esperar lo peor de los demás, el hombre de la luna no elijiria a alguien así porque si
- ¿Y Sandman? - Elsa cortó sin querer el discurso de Norte
Claro que la platinada se había dado cuenta de la ausencia del guardian de los sueños desde un principio, mas pensó que estaba realizando sus deberes, pero a medida que avanzaba la noche y la charla, se le hizo extraño que no estuviese ahí con ellos ya.
Un silencio sordo inundó el lugar.
- Fue Pitch - dijo Jack esperando hacerse entender, Elsa ahogó una exclamación
- ¿C... Cómo? - articuló a duras penas
- Cuando intentamos rescatar a su alteza, la bella durmiente - espetó Aster molesto, Thoot posó su mano en su hombro queriendo disipar la furia del antropomorfo animal
Una sensación de culpa se acobijó dentro del pecho de Elsa, ardiendo en el como un recordatorio constante de otra muerte más, una por culpa de ella misma.
La mortalidad de los espíritus siempre será un misterio.
- ¿Qué pasará con los sueños? - preguntó mortificada
- Meme no era el único de su especie - dijo Norte, ante la confusión agregó - alguno habrá de pasar cerca de este lugar y dejará caer su arena llena de sueños y creatividad, - el matiz alegre que empleaba bajó unos cuantos tonos, los ojos expresivos del guardian se ensombrecieron - solo que ya no existirá quien los cuide y los proteja...
"Ya no hay un guardian"
La frase quedó suspendida en el aire, en un silencio comprensivo, sin hacer falta más palabras.
- Hay algo más - soltó al fin movida por la imprudencia de su culpa
Anna tomó una de las manos de Elsa, la cual ya había dejado de abrazarse a si misma para ahora jugar con su dedos, la reina la miró expectante, tras ella cinco pares más de ojos esperaban igual de ansiosos.
- Creo que conocí a Pitch Black mucho antes que a ustedes - reveló dejando a todos en silencio