El Secreto De Los Guardianes: El Encantador De Dragones

Capítulo IV - Olvido

Capítulo IV
Olvido

Norte estaba equivocado, no era que a Jack le molestara ir hasta el Ahtohallan, todo lo contrario, le agradaba, llegaba a considerarlo su hogar, su verdadero hogar. Le gustaba el frío del glaciar, el sonido de las olas a su alrededor, el silencio y la tranquilidad, le recordaba a Elsa, y además ella estaba ahí, no era eso lo que le molestaba, no.

Tan solo quería olvidarla.

Habían pasado ya más de cuatro años desde la última vez que la había escuchado hablar, ya ni siquiera estaba seguro de si el sonido que se mantenía en su memoria era real, tampoco existían ya los recuerdos de cristal frío que lo hubiesen ayudado a recordar, desde que la quinta espiritu se había congelado las memorias del Ahtohallan no habían vuelto a aparecer.

Se paseo lentamente por los pasillos congelados del glaciar, dilatando el momento de llegar hasta la camara principal, dónde estaba la grieta que Elsa le había advertido años atrás, se paseaba por los corredores de hielo azulino mientras observaba los detalles de sus hileras, como si ya no se las supiera de memoria.

Cuando el guardian de la diversión conoció a la reina de las nieves pensó que solo sería una misión más, una tonta e inútil misión de guardian, tan solo serían quizás unos par de días hasta solucionar el problema, al final resultó ser mucho más que eso, conocerla le había cambiado la existencia, al igual que a los demás.

Solo que los demás no se habían congelado en el tiempo junto a Elsa.

Jack no podía olvidarla.

Y todos tenían algo que opinar sobre ello, claramente los demás no sabían, pero Hiccup con sus bromas y Anna con su indiscreción hicieron que poco a poco los demás comenzarán a sospechar, con el tiempo se convirtió en un secreto a voces que Jack prefería ignorar, ya bastante tenía con que fuese real; aún le gustaba Elsa.

Una vez que inevitablemente llegó hasta el final del recorrido, Jack se asomó con rapidez a la grieta, pasando de la camara vacía que dejaba tras de si, se deslizó con rapidez por el corto pasillo hasta asomarse al borde del lugar, el frío absoluto se sentía bajo sus pies que ya colgaban por la grieta, dispuesto a congelar a todo aquel que se atreviera a tocar su superficie.

Jack iba regularmente hasta el Ahtohallan para vigilar el estado de Pitch Black, otras veces iba cuando se sentía solo y otras más cuando extrañaba algo de Elsa, últimamente habían sido bastantes veces. El guardian se mantenía generalmente en la orilla de la grieta, observando hacia la oscuridad del fondo, dónde se podía divisar las siluetas de quienes permanecían en su final, congelados y suspendidos en el tiempo, otras veces solía bajar, se quedaba suspendido, gracias a viento, a unos pocos metros del suelo el tiempo suficiente hasta que sentía sus brazos entumecidos y que el frío le atravesaba la piel como si volviera ser mortal.

En esta ocasión necesitaba bajar un poco más.

Jack se sentía culpable, responsable de herir a alguien más, responsable de aún sentir lo que sentía, aferrado a un recuerdo que jamás iba a volver a mirar, no como lo hacia hace tiempo atras. Con un ligero impulso se lanzó hasta el pozo de la verdad, sintió la brisa ligera de viento envolverlo con debilidad, amortiguando el descenso al igual que siempre ocurría, quizás afectado por la naturaleza inhóspita del glaciar. Jack bajo la mirada notando como poco a poco su visión cedía a la imagen oscura del lugar, adaptándose al brillo opaco de sus paredes, permitiéndole observar las estatuas de hielo con mejor detalle.

Jack se acercó a la imagen congelada de Elsa, estaba despeinada, sus ropas elegantes y pulcras estaban desordenadas con pequeñas arrugas e imperfecciones que se congelaron junto a ella, sus manos pequeñas se aferraban a las ropas cristalizadas y oscuras del rey de las pesadillas, sus dedos finos se enredaban entre el género perdiéndose en este, Jack levantó la vista hacia el rostro pálido y helado de Elsa, al guardian siempre le habia perturbado la expresión de esta.

Elsa estaba tranquila, tenía una expresión plácida, serena, como si estuviese en completa paz a pesar de sus circunstancias, completamente reconciliada con el destino que había elegido. Jack suspiró sonoramente antes de desviar su mirada.

El guardian maldijo en voz baja para luego continuar haciéndolo en su cabeza, ni él mismo entendía su tozudez de seguir queriendo a Elsa con la misma intensidad, incluso llegaba a empatizar con el dolor que hada le decía sentir aún por quererlo a él, la culpa una vez más volvió, ya no se sentía seguro de nada.

Lo único seguro era que tenía que olvidar.

El mismo se lo había dicho a hada años atrás.

Pero bastante difícil se le hacía tener que hacerlo, siendo él el único guardian al cual Nokk toleraba, se convertía en el único que podía entrar a aquel lugar, que de por si en circunstancias normales ya era difícil de llegar. Vigilar el estado de Pitch Black lo orillaban a tener que ver a Elsa siempre en aquel lugar, su imagen hacia cada vez más imposible olvidarla.

El frío ya comenzaba a entumecer el rostro de Jack, una pequeña y casi traslúcida nube de vapor se escapó de sus labios, desapareciendo en la atmósfera como si fuera parte de esta, Jack pudo sentir una corriente elevarlo suavemente, viento indicándole que debían salir pronto de ahí, lo sabía, no podía estar más que unos minutos en ese lugar sin sufrir el mismo destino que la ex reina de Arendelle. Devolvió nuevamente la mirada hasta donde esta, siempre que la observaba se le apretaba el estómago, se le hacía más difícil intentar de olvidar, sin querer recordaba sus gustos y rarezas, recuerdos que después se enriquecieron con las historias de los demás que la conocieron más tiempo que Jack, aún así este sentía que la conocía un poco mejor que estos.

Jack podía recordar algunas costumbres y preferencias de Elsa que estaba seguro nadie más había notado en ella, recordaba con nostalgia cuando la reina de las nieves arrugaba su nariz cuando algo le desagradaba o cuando mentía; en un principió Jack lo encontraba molesto e infantil, después entendió que Elsa solo lo hacía por qué también le desagradaba mentir. También recordaba como Elsa solía fruncir los labios cada vez que se guardaba algo, cuando evitaba decir algo de más y se tragaba sus propias palabras; Jack recordó también cuando esta jugaba con sus dedos cuando buscaba controlar lo que estaba fuera de sus manos, y así recuerdo tras recuerdo se le cruzaba por la mente haciéndole un poco más difícil sacarla de su cabeza.



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En el texto hay: jack frost, frozen, elsa arendelle

Editado: 20.11.2024

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