El Secreto De Los Guardianes: El Encantador De Dragones

Capítulo XV - Invitación

Capítulo XV
Invitación

Anna estaba agotada, se estiró sobre su cama rendida, abatida, no recordaba que fuera tan difícil hacer hablar a su hermana y no sabía lo difícil que sería hacer hablar a Jack, definitivamente no se lo veía venir. Volteo su cabeza sin levantarla del colchón, Kristoff se alistaba para dormir a un lado de la cama, comentaba algo sobre la cena que habían tenido para la reina de las nieves, pero la reina de Arendelle no le tomaba atencion, mas bien no podia ponerle atencion aunque lo intentara, en su mente solo paseaban las ideas que tenia para continuar con sus planes el día de mañana.

- ¿Anna? - la interrumpió su esposo, sacándola de su ensimismamiento - ¿Qué dices tu?

La cobriza le dedicó una mirada aún en su lugar, Kristoff la observaba con parsimonia, como esperando alguna respuesta u opinión de su parte, Anna supuso que algo le había preguntado, por lo que respondió sin querer levantar sospechas.

- Si, es maravilloso - murmuró como respuesta, el rubio negó con una sonrisa ladina

- ¿Estás segura? - preguntó

- Si, claro, lo que digas - afirmó convencida de sus palabras

- Fabuloso, entonces habrá una tarta de guisantes para el almuerzo de mañana - comentó burlesco metiéndose bajo las frazadas

- Oye, no dijiste nada sobre eso - reprochó infantil

- Ah, estabas tomando atención - le sonrió - ¿En qué piensas, cariño?

- En Jack y Elsa - respondió sentándose en el colchón - No le dijo nada ¿Puedes creerlo?

- Bueno, si - respondió provocando una mirada agria de la otra - estaba nervioso, supongo, tampoco es como si tuviera un si asegurado, es Elsa después de todo

- ¿Qué quieres decir de mi hermana? - le reprochó cruzando los brazos sobre su pecho

- Lo que quiero decir es que no porque a Jack le guste Elsa significa que a Elsa le gustará Jack, así son las cosas - argumentó apoyando su cabeza en su mano

- Pero a ella le gusta - se quejó, Kristoff ahogó una carcajada incrédula

- ¿Elsa te lo dijo? - inquirió escéptico, Anna guardó una pausa pensativa

- No, pero ella nunca admite nada - se defendió

- Anna, Elsa está recién volviendo, para ella los años no han pasado como los tuyos y los míos, está recién viviendo el día siguiente a la batalla - le recordó, luego frunció el ceño y una expresión divertida se apoderó de su rostro - espera ¿Es por eso que estuviste tan extraña está noche? ¿No tienes suficiente con el proyecto de Hiccup y Mérida?

- Oh, no te burles, tu ya sabías con quién te casabas - se defendió lanzandole la almohada

- Acuéstate, Anna, mañana será un nuevo día y podrás seguir molestando a Elsa - le recomendó mientras reía, Anna infló sus mejillas levemente molesta

Anna había preparado una pequeña celebración para esa noche, se supone que era algo íntimo, más que nada la familia real, pero no sin antes una pequeña ceremonia con las puertas del castillo abiertas para el pueblo. No era algo que precisamente le agradó a Elsa, aunque entendía que su hermana se emocionara, ella prefería algo más personal, aún así cedió sin replicar, con suerte sería una buena distracción para su hermana, ya que desde que Elsa había llegado de vuelta al reino esa tarde, Anna no había parado de lanzar insinuaciones e indirectas sobre cierto guardian, y la presencia de este no ayudaba para disuadir a la cobriza.

La gente del reino recibió a Elsa con alegría y calidez, su antigua monarca, la guardiana del bosque y Arendelle, habia vuelto en gloria y magestad, eso era motivo para celebrar. El jardín del palacio estuvo atestado toda la tarde por aldeanos que bailaban y reían, la familia real compartía con ellos y Olaf nuevamente disfrutaba que todos estuviesen reunidos.

Pero ni la celebración, ni la cena pudieron disuadir a la reina, quién curiosa no dejó de interrogar a cierta persona durante la velada, quien varias veces intentó escapar de las preguntas de Anna, que por fortuna para Elsa, se dedicó a hostigar a Jack.

Anna no entendía que había pasado, hacía muchos años Jack le había confesado a la reina lo que sentía por su hermana, muy a regañadientes y más que nada acorralado por esta. La cobriza esperaba que con Elsa devuelta el guardian se abriría con ella, en especial después de su discurso a Hiccup contra su cobardía, mas el guardian había sucumbido ante esta al igual que el vikingo.

Jack en cambio trató de evitar a Anna jugando con alguno de los niños del reino mientras las puertas estuvieron abiertas, en una oportunidad creaba con su cayado capas de nieve en el suelo para que estos pudieron jugar, la reina lo esperaba algo más apartada zapateando molesta con los brazos en jarra.

- ¿Por qué esa cara? - le preguntó fingiendo demencia una vez se acercó a ella - estamos celebrando ¿No?

- Oh, tu sabes muy bien porque estoy así, Jack Frost - le miró acusatoriamente

- Déjeme decirle, su magestad, que soy ignorante - tarareo divertido

- No me vengas con esas cosas - contrarrestó, mientras Jack recogía algo de nieve del suelo creando una bola con ambas manos - ¿Estás escuchandome?

- Claro, su magestad, ¿Cómo podría no hacerlo? - negó riendo sin despegar sus ojos de sus manos

- ¡Pensé que le dirías algo! - se quejó siguiéndolo, Jack ya había comenzado a caminar en dirección de la batalla

- Lo hice - se excusó mientras se agachaba a recoger más nieve y comprimirla hasta darle forma - dije muchas cosas, hablamos sobre el reino, ustedes y los guardianes - argumentó entregándole unas cuantas bolas de nieve a Anna quien las recibio con sus brazos

- Oh, por favor, Jack, sabes que no me refiero a eso - reprochó con un mohin en los labios

- Lo sé - dijo dándole la espalda, deteniendo su andar



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En el texto hay: jack frost, frozen, elsa arendelle

Editado: 20.11.2024

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