El Secreto De Los Guardianes: El Encantador De Dragones

Capítulo XVII - Westergård

Capítulo XVII
Westergård

Anna y Elsa paseaban por los jardines del palacio, iban tomadas de los brazos mientras charlaban, más bien la cobriza lo hacía, la guardiana, a falta de tiempo la tarde anterior, tan solo escuchaba atentamente algunas de las historias que se había perdido durante esos años. Las hermanas se habían pasado gran parte de la mañana en el jardín hablando, una vez terminaron de desayunar la reina raptó a la platinada ignorando cualquier replica de esta u otras personas más, ignorando en especial a uno, Anna habia esperado bastante, habia sido bastante paciente y les habia dado bastante espacio y tiempo a ambos, ahora era su turno, aunque eso significara robarasela toda la mañana.

Había hablado de muchas cosas, Anna le había contado como había sido la reconstrucción del pueblo y el palacio, el nacimiento de su sobrina, sus primeras palabras y sus primeros pasos; el lazo que habían hecho con los demás reinos y sus lideres; el apoyo de los guardianes durante esos años; las visitas del abuelo Pabbie y los demás trolls; la nueva novia de Sven; el nacimiento de Holly, entre otras cosas más, Elsa escuchaba emocionada como es que su familia se habia levantado desde los escombros y la desolación.

Pero uno de los acontecimientos la asombró sobre todo lo demás.

- ¿Qué está comprometida? - exclamó completamente anonadada - ¿Mérida? - quiso verificar. Anna asintió - ¿Con quién? - inquirió luego

- Con Hiccup no, no por ahora - respondió

- ¿Hiccup? ¿Qué tiene que ver Hiccup aquí? - inquirió aún más confundida

- Oh, si, ellos se aman - dijo directamente, Elsa seguía sin poder procesar tal información

- ¿Mérida? - quiso confirmar una vez más, aún sin creer en las palabras de la cobriza

- Ya te dije que si, hermana. - respondió Anna riendo

- ¿Y no se casará con él? - preguntó verificando entender lo que su hermana le explicaba

- Exacto, se casará con un tal Heinz - le aclaró Anna, Elsa la miró sin pestañear para luego tomar asiento en una banca cercana

- No comprendo

Anna tomó asiento junto a Elsa sin parar de reír, le divertía la expresión de su hermana, luego le explicó con mayor detalle a lo que se refería y las cosas que ella sabía habían pasado entre ambos, como se fueron acercando con el tiempo y como luego renegaban lo que les provocaba la presencia del otro.

- ¿Pero ella no ha dicho nada? - Anna negó - ¿Y cómo están tan seguros de lo que sienten por el otro?

- Ay, Elsa, - se quejó Anna - es tal cual como verte a ti con Jack - rió, Elsa abrió sus ojos sintiendo el calor subir por sus mejillas, Anna se carcajeo con más fuerzas por ello

- Qué estás diciendo, Anna - negó con ahínco - No sucede nada entre nosotros - afirmó rehuyendo con disimulo la mirada

- ¿Segura? Desde que volviste casi no se han separado - comentó sugerente

- No exageres, han pasado tan solo un par de días, además él es un guardian, al igual que yo, solo está...

- Por favor, Elsa, hermana, no me dirás que está haciendo su trabajo - la detuvo adivinando el siguiente argumento de la platinada

- ...Solo está haciendo su trabajo. - continuo de todas formas - ¿Por qué insistes tanto con ello? Si mal no recuerdo te parecía encantadora la idea de Jack con la Hada de los dientes - Anna rodó los ojos, luego negó sin aguantar otra risa

- Eso fue hace tanto que ya ni lo recuerdo - respondió - solo son amigos Elsa, siempre lo han sido - afirmaba quitándole importancia, recordando como es que antes también ella misma lo pensaba - Espera... - se detuvo luego, evaluando lo que diría en su cabeza, su expresión cambio a una algo más seria para luego mutar en una mueca sugerente y traviesa - ¿Eso son celos?

Elsa abrió la boca buscando refutar, buscando responder algo, pero ni un sonido abandonó sus labios, muda ante la pregunta.

- ¡Lo sabía! - exclamó con una enorme sonrisa en el rostro, poniéndose en pie de un brinco - ¡Son celos, son celos! - continuó celebrando

- No, Anna, basta - trató de calmarla - no es para nada lo que crees - la detuvo tomando sus manos, con un impulso la atrajo nuevamente hasta donde ella, haciéndola tomar asiento - solo pensé que con los años eventualmente ocurriría

Anna volvió a reír, por más palabras que su hermana utilizará el sentido era el mismos.

- Estás celosa - repitió nuevamente sin borrar la enorme sonrisa de sus labios

- Anna, es ridículo - negó

- Oh, vamos, solo admitelo, te agrada - la instó, Elsa pareció pensarlo por un momento para luego responder

- Si, me agrada, pero no como tú piensas Anna, no todo es romance, yo no siento lo que tú crees y seguramente Jack tampoco lo siente

- Pero hermana...

- Cuéntame más sobre este Heinz - la interrumpió tratando de volver a su compostura habitual, disimulando la ansiedad que le causaba hablar de lo que sentía por Jack - ¿Es alguna clase de noble?

Anna suspiró agotada, Elsa no iba a admitir nada, su hermana era demasiado reservada con sus cosas y aunque en los últimos años antes de que se congelara su relación había mejorado bastante, eso no cambiaba lo esencial en la platinada; siempre sería cautelosa.

- No te lo imaginas - respondió aceptando el cambio de tema - es uno de los hermanos de Hans

- ¿Qué? - exclamó aún más atónita que con todo lo demás - ¿Un hermano de Hans? - repitió, Anna asintió - ¿Hans Westergård de las Islas del Sur? - específico

- ¿Westergård? - murmuró

- Es su apellido, Anna

- ¿A si? - preguntó aún procesando

- ¿Te ibas a casar con él y no sabes su apellido?



#2201 en Fantasía
#405 en Magia

En el texto hay: jack frost, frozen, elsa arendelle

Editado: 20.11.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.