Capítulo XXVI
Decisiones (in)correctas
A medida que las horas transcurrían y el día se desarrollaba, las malas noticias llegaban con más fuerza, cada una peor que la anterior y tan llenas de misterios y preguntas como el grupo ya las tenían antes de recibirlas.
El regreso de Hiccup y los demás vikingos había significado más premuras que alegría, la novedad sobre que la "maldición" había llegado hasta las islas del sur sumían a Elinor y Mérida en una realidad más difícil de lo que imaginaban; no eran los únicos afectados y nadie tenía las respuestas. Mientras tanto en los demás nobles presentes comenzó a nacer el inclemente temor por su gente, por su familia y sus tierras, la tragedia se movía más deprisa que las advertencias, las conclusiones que habían sacado ya no servían de nada, y a su pesar, contrario a lo que algunas pensaban, el ex prometido de la princesa de Dunbroch no habia sido el causante de todo aquello, aunque al parecer coincidentemente si un buen beneficiario respecto a su posición en la sucesión del trono, o eso habían dado a entender el grupo de recién llegados.
Habían puesto todas las cartas sobre la mesa, los guardianes no tenian ni una sola pista de lo que estaba pasando, Sandman no aparecía por ningún lugar aunque lo llamaran con las auroras boreales, Elsa no había encontrado respuestas entre las memorias del Ahtohallan y la bruja en la que tanto confiaba Mérida solamente les había dado más preguntas que respuestas, ahora se sumaba la inminente visita de los lords de los otros clanes, los cuales ya habían avanzado bastante desde que Hiccup y Brutacio vieron los barcos en el horizonte.
- ¿Qué no se juega con el miedo? - preguntó Aster con desconfianza
Mérida solo repitió las palabras.
- Claro que no se juega con el miedo, eso lo sabemos - dijo Norte
- ¿Pero qué quiso decir ella con eso? - se preguntó Thoothiana lo suficientemente alto para ser escuchada
- Eso no interesa en este momento, si tuviese que ver con esto seguramente la anciana lo diría - apuntó Jack - se ve que le gusta hablar - agregó luego más despreocupado
- ¿Pero no te parece todo esto muy extraño, Jack? - insistió hada - ¿Qué tiene que ver el miedo en todo esto y cómo lo sabe la anciana? Si no se ven pesadillas - inquirió - tu también los viste ¿No? A su magestad, el rey, y a los príncipes - insistió, Jack tomó una pausa y luego asintió
- Ni un grano de arena oscura - murmuró en respuesta
- ¡Eso no me dice nada! - los interrumpió Mérida - ¿Acaso no puede ser Pitch? ¿Acaso él no es el maldito amo de las tinieblas o lo que sea? - los interrogó ya al límite de su paciencia
- ¡Mérida, esas no son maneras! - la reprendió Elinor
- Madre, ahora no, no es momento de comportarme como una princesa ¡Papa no despierta y los clanes están a minutos de golpear nuestras puertas! - le recordó - ¡Necesitamos respuestas!
- Se supone que Pitch no tiene fuerzas para hacer esto, no todavia, es muy pronto - interrumpió Nicholas, pero la respuesta solo molestó más a la colorina
- ¿Se supone? - repitió con expresión severa - ¿Entonces se supone que nadie están durmiendo? - dijo con sarcasmo haciendo un ademan con sus manos hacia los cuartos de los aludidos
- ¡Nosotros no podemos prever eso! - respondió Jack, y como si solo eso bastara, estalló una discusión de palabras
- ¿Pero qué pasa con los demás entonces? - preguntaba Brutilda - ¿A Berk también le puede pasar?
- ¿Es cierto eso Norte? - interrogó Hiccup - ¿Podría pasar en todos lados?
- Eso no lo sé - respondió con sinceridad, dándole de probar a más de uno un trago amargo con aquella respuesta
- Pero si pasa en Berk, podria pasar en Corona...
- O en Arendelle... - agregó Anna - ¡Cielos santos! Tengo que volver a casa - exclamó la cobriza sumida en el terror
- Tenemos que volver al reino, ahora - le dijo Eugene a Rapunzel mientras cargaba a su hija entre los brazos, aferrándose a ella como un tesoro
- ¡Mis padres! - reaccionó la rubia
- No entren en pánico, no alimenten el miedo - les advirtió Norte buscando apaciguar los ánimos
- Necesito regresar a Arendelle - repitió Anna, aún muy asustada para pensar en algo más o escuchar a alguien más
- Anna, hermana, tranquila - la detuvo Elsa poniendo sus manos sobre los hombros de esta, pero la cobriza solo la miró con una expresión que Elsa no supo reconocer
- Elsa, tengo que volver a Arendelle - le repitió pausando cada palabra, con una desicion que la platinada jamás pensó ver en su hermana
Y aunque el ruido seguía tras las espaldas de Elsa, y todos los demás decían lo que pensaban, la guardiana solo guardó silencio, apretó sus labios en una mueca mientras trataba de buscar una solución a la ola devastadora que se había desatado entre todos, buscaba alguna respuesta a la petición de su hermana.
- ¡Ya basta! - exclamó Elinor elevando la voz - ¡Esto no sirve de nada, solo los desgasta! - agregó paseándose entre los presentes, verificando tener la atención de todos los que estaban ahí - hay que pensar en una solución, no sucumbir ante las inclemencias - agregó en un tono más sereno
- Su majestad tiene razón - apoyo Elsa tomando la palabra - creo que en este momento lo más sensato es que cada uno vuelva a sus tierras a verificar que nada esté perturbando a la gente y el reino, no tiene sentido que todos esperemos aquí a que algo suceda. Si realmente esta maldición se está expandiendo no podemos dejar los pueblos a su suerte, Rapunzel y Anna deben volver a sus respectivos reinos
- Elsa tiene razón, lo mejor en este momento es proteger a quienes aún siguen despiertos, - apoyó Norte - no tenemos respuestas, esperarlas sin hacer nada no tiene sentido - aceptó