Capítulo XXXV
Un viaje a los recuerdos
A diferencia de su hermana Anna, Elsa no era de la clase de personas que solía distraerse con facilidad, siempre se había enorgullecido de su atención al detalle, de su intuición con otras personas a pesar de haber tratado poco con ellas, aunque resultaba que todo era su natural desconfianza más que nada, aún así ahora se encontraba perdida entre los objetos de la oficina de Santa, como si no tuviera un montón de preguntas o deberes que realizar, Elsa se perdía entre los brillos de los cristales congelados y los colores de los modelos, llevaba unos minutos sentada frente al escritorio y aún no había notado que era lo que Norte hacia frente sus narices, la magia del asombro siempre la cautivaban.
- ¿Aún no recuerdas nada? - interrumpió Norte llamando nuevamente la atención de la guardiana, quien volvió su mirada hasta el guardian para luego arrugar su nariz y negar con su cabeza
- La verdad es que todo sigue igual, en un momento caía al vacío junto a Pitch y luego reaccioné entre el oleaje del océano - repitió como todas las veces que le habían preguntado - fue como un parpadeo, Norte, aún me cuesta creer que hayan pasado cuatro años - le explicó
Norte se apoyó sobre su silla inclinándose hasta atrás, acariciaba su barba ensimismado, en un gesto repetitivo e incesante, Elsa ya había notado que el guardian solía hacerlo cada vez que algo le molestaba, su mirada pensativa lo delataba. La guardiana lo observó con curiosidad, compuso una suave mueca antes de acercar su mano hasta el antebrazo del otro buscando llamar nuevamente su atención.
- ¿Qué es lo que sucede, Norte? ¿Es por madre naturaleza? - se animó a preguntar, Norte clavó su mirada en ella para luego asentir con la cabeza
- Es hora de que sepas quién es ella... - aceptó aún no muy convencido, luego suspiró agotado antes de continuar - Y qué fue lo que hizo
Elsa asintió con un gesto de cabeza lento y ansioso, atenta a las palabras que fueran a salir de la boca del otro, olvidando los detalles y prototipos que se desparramaban y apilaban por la oficina, incapaz de responder con su propia voz, temerosa de que al decir algo Norte ya no dijera nada. Pero contrario a ambos temores de la guardiana, Nicholas habló sin parar, dándole por fin algo de sentido a lo que sucedió, aunque este desaparecio tan rápido como había aparecido.
- Madre naturaleza es un ser muy antiguo, bastante la verdad... Una fuerza tan antigua como lo es Pitch - comenzó como introducción, luego paso saliva por sus labios, dilatando levemente el momento de continuar - es una criatura inestable, bastante iracunda, no es alguien a quien quieras molestar... - parafraseaba entre titubeos, luego desvío la mirada antes de continuar - Los seres mágicos y espíritus que conocen su existencia intentamos evitarla, siempre manteniendonos al margen, no es alguien con quién te desees encontrar, aunque no siempre funciona el evitarla...
Y así continuó el guardian del asombro, explicando con rapidez y superficialidad los hitos que lo llevaron a sospechar principalmente en ella como la culpable, un ser que solía invocar el caos cada vez que estaba aburrida.
- Hace un tiempo atrás madre naturaleza se apareció aquí en el polo Norte, fue un poco antes de que te descongelarlas, quería que buscaramos algo, una sencilla flor, no dijo mucho más y no esperaba precisamente un no como respuesta, no esperaba una más bien. - explicó entrelazando sus dedos sobre la mesa, Elsa estaba tan atenta que permanecía al borde del asiento aferrando sus manos a este - Pero por más que buscamos nunca la encontramos, ni un pequeño rastro de su existencia, y el tiempo se estaba acabando, y creeme, ella no es alguien a quien quieras hacer enojar
- ¿Y la hicieron enojar? - interrumpió Elsa, Norte mantuvo su mirada sobre la guardiana y luego solo asintió con un gesto
- Digamos que si - aceptó omitiendo disimuladamente algunas partes de la historia - estaba bastante molesta, aunque no hizo nada
- ¿Cómo no hizo nada? - inquirió confundida - no estoy entendiendo, Jack y Anna me han dicho otras cosas sobre ella - comentó
- Me imagino que si, Elsa, pasaron muchas cosas que pudimos solucionar, espero, por ahora no es tan relevante como lo que hizo después, eso aún no lo termino de entender
- ¿Descongelar a Pitch Black? - preguntó directamente, Norte tan solo la observo con intensidad levemente confundido - lo sé, Jack me lo dijo - le aclaró, Nicholas tan solo asintió en un gesto - Norte, pueden confiar en mi, sé que antes dije que no deseaba ser guardiana, pero ahora realmente quiero ser parte de esto
- No, Elsa, no es como crees - la corrigió - pensaba decirte todo esto después de la ceremonia, pero ni siquiera hemos tenido tiempo para eso, y los demás seguramente no han dicho nada porque apenas se están enterando... Es solo que no hay una manera facil de decirlo - suspiró largamente agotado
- ¿Decir qué? - inquirió con curiosidad
- Fue a ti a quien quiso descongelar en primer lugar - le reveló
Norte continuo hablando y explicando unas cosas más, pero Elsa no podía entender que decía, aún ensimismada en las anteriores palabras de este, haciendo su mayor esfuerzo por entender algo más de lo que el guardian del asombro le decía, aún así no entendía nada, ajena aún a la naturaleza de los seres que la rodeaban, no podía asimilar la importancia de lo que el otro le decía. La rubia peinó sus cabellos hacia atrás despejando su rostro, sentía como si la realidad le hubiese llegado de golpe y junto a ella un montón de preguntas. Levantó su mirada celeste hacia Norte que la observaba expectante de una respuesta o reacción, aunque sabía de antemano que la guardiana no demostraría nada, aún así pudo notar el brillo de angustia cruzar por su mirada y la mueca que nacía de sus labios tan apretados que solo se podía visualizar una línea recta.