El Secreto De Los Guardianes: El Encantador De Dragones

Capítulo XXXVIII - En la cueva del Coco

Capítulo XXXVIII
En la cueva del Coco

Elsa entró al castillo de Dunbroch con algo más de dificultad que los días anteriores, las entradas ahora estaban custodiadas por hombres armados constantemente, a pesar de que ya era bastante entrada la noche, aún así el pueblo permanecía despierto, ajetreado, sin señales de querer entregarse al sueño. La guardiana fue escoltada por uno de los guardias hasta el interior del castillo, llegando hasta una sala común donde Anna permanecía despierta escribiendo sobre la mesa principal.

La reina de Arendelle levantó la mirada de lo que estaba haciendo apenas escuchó la puerta abrirse, topandose directamente con su hermana, una enorme sonrisa se escapó de los labios de la reina para después fruncirlos rápidamente en una mueca.

- ¿Recordaste que tienes una hermana? - le recriminó molesta, Elsa entró cerrando la puerta con cuidado tras de si sin responder nada - Te fuiste sin dar aviso y yo volví a buscarte como habíamos quedado - continuó igual de molesta cruzando sus brazos sobre su pecho

- Lo lamento Anna, - partió disculpándose - Jack dijo que estaban esperándonos y no me dió tiempo para ir por ti - se excusó apenada

- ¿Mérida te vio? - continuó interrogandola con el mismo tono acusador

- No, me trajeron directamente aquí - respondió extrañada - ¿No debe verme? - Anna relajó su pose apenada y suspiró con pesar

- Es algo complicado - respondió haciendo una mueca - está furiosa contigo, es mejor que no te vea por ahora...

Elsa frunció el entrecejo con culpa mientras un dolor punzante la agobiaba, estaba distanciada de la valiente princesa, todo por la falta de responsabilidad de la platinada y su falta de control, no habían excusas suficientes para el arrebato que había tenido, ni siquiera existían disculpas que pudiera dar. La quinto espíritu tomó aire con profundidad, para luego soltarlo con lentitud, esperando que algo de la pena se fuera con eso.

- Pero bueno, llegaste en el momento perfecto - respondió Anna después de acompañar a su hermana con otro largo suspiro - además de lo de Mérida, las cosas aquí están de locos y la verdad es que me hacías falta... Te necesito Elsa - admitió con su mirada vacía plantada en la carta que escribía

- ¿Qué es lo que sucede? - inquirió preocupada, rodeando la mesa y acercándose hasta su hermana - ¿Le sucedió algo a mi sobrina?

- No, Elsa está bien hermana. - le sonrió con tranquilidad - Me refiero a lo que está pasando aquí en el reino - se corrigió - el rey Fergus quiere iniciar una guerra, están entrenando a los hombres y preparando los barcos - empezó a contar rápidamente, hiperventilando mientras hablaba - y ya acordó con los demás clanes cuando zarpar y atacar y...

- Basta Anna, calma - la detuvo Elsa con gentileza, Anna inhaló profundamente para luego respirar con tranquilidad - explícame otra vez, ¿Dijiste que quieren ir a la guerra? - le preguntó cuando la vio más serena, Anna asintió con un gesto de cabeza - ¿Y contra quién piensa llevarla acabo?

- Las Islas del Sur - musitó Anna - está convencido que el problema viene de ahí, Mérida dice que el rey lo vio en sus pesadillas. - comentó acomodándose en la silla mientras Elsa se apoyaba en el borde de la mesa - Además, no es de mucha ayuda que Hans, como el actual rey, envie una carta amenazadora sobre un "ataque bélico" y que esta, además, - enfatizó con ahínco - llegara el mismo día que el rey despertó. Mérida dice que eso refuerza la idea de su padre, dice que jamás lo había visto así, que él rey no cree en estás cosas... - continuó explicando a toda velocidad

- Espera, espera - la detuvo Elsa sin entender nada de lo que su hermana decía - ¿ataque bélico? - preguntó igual de impresionada como conmocionada - ¿Hans le declaró la guerra?

- No le declaró la guerra así como tal, amenazó con hacerlo - le corrigió

Elsa apretó sus manos contra la mesa, estaba inquieta, había visto a Hans hace un poco más de un día y no había mencionado nada sobre una guerra, tampoco esperaba que lo hiciera, no habían motivos, pero esperaba por lo menos hayar una señal. La guardiana volvió a repasar las palabras de su hermana por su cabeza tratando de encontrarle sentido, pero aún no podía entender como se desarrollaba el asunto, una alarma incesante sonaba en su mente advirtiéndole que quizás esa era la señal que estaba buscando.

- Anna no estoy entendiendo nada - le dijo apretando los labios en una línea - ¿Hans le declaró una "seudo guerra" a Dunbroch y el rey Fergus se la declaró directamente?

- Yo tampoco lo entiendo mucho, así que no perdamos tiempo en eso - dijo pasando del tema sin importancia - lo importante aquí es que habrá una guerra, sea con Hans o no, eso no es difícil de entender

- ¿Y dices que el rey lo vió en un sueño? - Anna asintió con un gesto de cabeza - entonces ¿Por qué no dijo nada cuando le preguntamos? - murmuró extrañada

- No lo sé, eso es lo que me ha dicho Mérida - comentó Anna haciendo una mueca

- ¿Cómo está Mer con todo esto? - preguntó Elsa preocupada

- Se mantiene firme. Está concentrada en su padre y en hacerlo entender, aunque su madre desistió en eso - respondió rascando su cabeza con ambas manos, ya saturada de pensar en el tema

- Tengo que hablar con ellas - dijo enderezandose, Anna la detuvo tomando su mano

- ¿No pensarás ir donde Mérida? - le reprochó - te dije que sigue furiosa

- Anna, eso no interesa en este momento

- Congelaste a su padre, el rey. Si interesa - le recordó - hablo de diplomacia, Elsa, sabes de esto mejor que yo

- Y yo te hablo como guardiana, necesito hablar con ellas



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En el texto hay: jack frost, frozen, elsa arendelle

Editado: 01.08.2025

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