Capítulo XXXXV
Ruinas y fuego
Un recuerdo
Habían pasado años en que Elsa convivio junto al vacío infinito del Ahtohallan, años al otro lado del puente sin saber cómo volver o si quiera si estaba ahí. Ni siquiera era consciente de quien era ella misma realmente.
No hasta que madre naturaleza se lo reveló.
Ahora la paz y vastedad no le eran suficiente, el silencio era ensordecedor y la eternidad se hacía presente junto a la responsabilidad, el miedo y la soledad.
- ¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar? ¿Dónde está Anna? - preguntó Elsa inquieta
- Es el Ahtohallan, el otro lado del puente - dijo Emily Jane muy divertida por la situación en la que Elsa estaba
- El otro lado del puente... - musitó para si misma - Tengo que volver... Tengo que salir de aquí - dijo a punto de caer en la desesperación, levantándose de su lugar abrumada - Ayúdame a volver, por favor - le rogó
Emily Jane la miró sin cuidado, su expresión era neutra, dando la impresión de un muro impenetrable. Alisó sus cabellos con ahínco para luego soplar las puntas hasta separarlas.
- Es que yo no vine a ayudar
Elsa la observó enmudecida, luego miró a su alrededor desesperada buscando una manera para salir, pero en la vastedad no había fondo, no existía la profundidad, solo era un espacio vacío en dónde Elsa habitaba. No había salida que encontrar.
- Necesito volver a Arendelle - dijo una vez más - por favor, ayúdame
- Es un favor muy grande el que me estas pidiendo - respondió con calma
- Pero ¿Sabes cómo hacerlo? ¿Como salir de aquí?
- Claro que lo sé, yo cree todo esto - respondió ofendida abarcando la vastedad - Yo creé el Ahtohallan
- ¿Tu? - inquirió con incredulidad mirando la infinites
- Ya te lo dije, soy madre naturaleza
- Entonces... ¿Tu me otorgaste mi magia? - la criatura la observo pensativa
- Algo así - respondió con una mueca - más bien fue hombre de la luna... Digamos que él te eligió. - resolvió tomando distancia y volviendo al tema anterior - No me gusta hacer favores, yo no los hago
Elsa tragó con dificultad, conocía esas palabras, tan pasivas como directas, todo tenía su precio.
- Necesito volver a mi hogar, tu lo viste ¿Verdad? ¿Viste todo lo que recordé? Es un desastre allá afuera, no puedo quedarme aquí congelada - le explicó apremiada, tratando de hacer entender la urgencia en lo que estaba sucediendo
- Las cosas ya no son como crees, nada lo es - respondió con simpleza y sociego comenzando a andar
- ¿Qué? ¿Qué quieres decir? - pregunto siguiéndola
- Ha pasado algo de tiempo, ya nada es como solía ser - continuó con voz cantarina, Elsa se detuvo comenzando a analizar
- Oh, santo cielos... - soltó cubriendo sus labios con sus manos
- No es tu culpa, este sitio es ajeno al tiempo, no había manera de que lo supieras - trató de consolarla, pero el tono de su voz estaba lejos de ello
- ¿Cuánto? - preguntó - ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- Tan solo unos años, no mucho
- ¿Tan solo unos años? ¿Estás jugando conmigo? - preguntó furiosa
- Oh, no, ¿Cómo crees? - respondió Emily Jane con fingida inocencia - solo te pongo al tanto
- Necesito volver - insistió nuevamente
- Está bien, lo harás
- ¿Si? - inquirió Elsa con incredulidad
- Claro, solo tienes que hacer algo por mi
- ¿Qué cosa? - preguntó
- Estoy haciendo un jardín de flores, - explicó con parsimonia - y necesito que me traigas una flor hasta aquí, al Ahtohallan - respondió
- ¿Una flor? No tiene sentido
- Nada tiene sentido en este mundo, - ironizó con tono calmo - aún tienes tanto que aprender - agregó en tono condescendiente meneando lentamente su cabeza
Elsa apretó los labios intranquila, necesitaba volver con su hermana, necesitaba saber que todo había salido bien, deseaba conocer a su sobrino, sentir la vida nuevamente, deseaba volver a ver a Jack. Habían muchas cosas pendientes en su mundo como para dejarlo ir sin algún esfuerzo, suspiró con fuerza, aún sin estar completamente convencida de lo que haría.
- Está bien - aceptó con un leve titubeó - y ¿Cuál tipo de flor es la que necesitas? - inquirió desconfiada
- La sabrás reconocer cuando la veas - le sonrió acercándose hasta ella - mientras tanto, saluda a Jack de mi parte - se despidió sonriendo con tétrica diversión estrechando su mano con la guardiana
Elsa sabía que tarde o temprano madre naturaleza volvería a saldar su deuda.
Y el momento había llegado.
Elsa paseó su mirada entre los guardianes quienes seguían preguntando por el mal habido "favor", la platinada no podía decir nada, lo único que entendía es que nuevamente todo era culpa suya.
- ¿Se lo estás cobrando? - la increpó Norte a la defensiva - ¡Habías dicho que lo harías de todos modos! - le recordó, Emily Jane frunció el entrecejo
- ¿Cuál es el problema con ustedes? - preguntó malhumorada cruzándose de brazos - Por lo que entiendo los reuní a todos nuevamente ¿Qué hay de malo que quiera algo con eso?
- Te estás aprovechando - repitió Norte
- Como sea - resolvió Emily Jane sin cuidado - Solo he venido a recordarle a Elsa su deuda - dijo con tranquilidad, luego miró hacia Elsa con la misma parsimonia que había mostrado con Norte - En unos días más espero que mis florecillas lleguen al Ahtohallan, Zephyr necesitará compañía cuando vuelva
Y como si los problemas no fuesen suficientes, apenas Emily Jane terminó de hablar fue que la luna llegó, de entre las oscuras y densas nubes de tormenta que habían llegado junto a madre naturaleza, la fuerte luz de la luna se filtro cayendo frente de los presentes, Emily Jane sonrió divertida para luego evaporarse en el aire en un parpadeo.