—No lo entiendo —Dante observa a Luka —¿Porqué llegar a verla?
—Ella debe poner punto y final a esta historia.
—¡La amas desde que tenias doce años! ¿Porqué la dejaste ir?
Luka suelta la pluma que tiene entre sus dedos, estaba furioso, dolido, herido, pero no había nada que pudiera hacer.
—¡Sabes bien que corre peligro con la Parka!
—Luka, por dos años la Parka no ha dado contigo, porque saliste de Italia, pudiste estar con Salomé.
—Ambos sabemos que no me ama, solo existió atracción sexual de parte de ella, me deseaba, pero no me amaba.
—¡Por algo se comienza!
Él suspira.
—Es todo o nada Dante —Luka suspira —¿Cómo esta mamá?
—Furiosa por la boda de Salomé y Renzo —Luka asiente —Sabes que la ama como a una hija, estaba feliz porque era tu esposa.
—Los matrimonios se acaban —se pone de pie y camina hacia la licorera —¿Cómo sigue con las terapias?
—Ya puede caminar con la ayuda del bastón, en dos semanas estará aquí.
Luka asiente, habían intervenido quirurgicamente a su madre, por suerte la caída del caballo, no había quebrado la columna, sólo se había desviado una vertebra, cuando su verdadera madre lo abandonó, no miraba a la mujer como una madre, apesar que lo había acogido en su casa, después de andar vagando en el pueblo, con hambre, con frío, seguía aferrado a la mujer que lo trajo al mundo, escapó muchas veces para buscarla, hasta que la encontró.
Flasback
Le habían dado una dirección, sus ojos se posaran en la enorme mansión que tenía frente a él, iba a hablar con uno de los guardias cuando vio un elegante auto detenerse frente al portón, sus ojos se abrieron de par en par al ver a la elegante mujer, corrió y golpeó el vidrio del auto del lado del pasajero, la mujer se sobresaltó, pero al verlo se llenó de ira, bajo el vidrio y le ordenó.
—¡Sube! —él feliz porque había encontrado a su madre, no dudó en hacerlo, la mujer hizo un gesto de asco al ver su pantalón con parches remendado de otro color al de su jeans, el joven tenía los zapatos rotos.
—¡Mamá! —quizo abrazarla, pero no lo permitió, lo empujó, él estaba confundido, la mujer arranco el auto, él iba feliz, sus ojos y sus manos acariciaban el asiento en el que iba, observaba el tablero, jamás pensó que un día se iba a subir a un auto así, la mujer no dijo nada, siguió su marcha hasta que llegó a la terminal de buses, Luka la conocía muy bien —¿Porqué me traes aquí?
—Porqué volverás al pueblo de donde nunca debiste salir —su voz era fría —No quiero que me busques, menos que me llames mamá, ¡mírate eres una vergüenza para mí!
Las lágrimas rodaban por las mejillas del joven.
—¡Mamá! ¡No tengo a nadie, solo a ti! ¿No te importa si he comido o no todo este tiempo que me has dejado?
La mujer lo mira con desdén.
—Pensé habías muerto y eso me hacia feliz, pero sigues vivo, así que comida no te hace falta, por lo que veo, métete en la cabeza que no quiero saber más de ti, en mi vida, eres un maldito error, jamás te consideraré mi hijo, si vuelves a buscarme, te juró que te pasaré el carro encima —la mujer saca unos billetes y se los tira en el regazo al joven —¡Márchate maldito muerto de hambre!
El joven miró a su madre con los ojos brillantes por las lágrimas, la mujer que él amaba, la que lo trajo al mundo, nunca le dijo quien era su padre, pensaba que ella lo amaba, le dijo que iría a buscar trabajo en la ciudad y luego volvería por él, fue una vil mentira, pudo ver su billetera había tanto dinero en ella.
—Te juro que un día tendré más dinero que tú —ella soltó una carcajada.
—¡Sal de mi auto! Enviaré a que lo laven porque lo has ensuciado maldito mugroso!
Él salió, había tomado el dinero para pagar el pasaje, pero su juró que un día se lo iba a devolver.
—Muchacho, ven acá —el hombre alto que lo llamó estaba recostado en un poste, Luka caminó hacia él.
—Dígame Señor —el hombre sonrie.
—¿Quieres ganarte unos buenos billetes?
Los ojos de Luka se iluminaron, tendría un trabajo, podría ahorrar y por supuesto poner un negocio y llegar a tener más dinero que su madre.
—Vas a entregar este paquete —le da un sobre grande de papel —En media hora vendrá un hombre alto, cabello rubio, en su traje llevará una rosa azul, le entregas el paquete y listo, Luka lo mira con el ceño fruncido.
—¿Porqué no lo hace usted?
—Estoy apurado —saca su billetera y le da varios billetes de nominación alta a Luka, él jamás había tenido un billete tan grande en su mano, él hombre después que le paga, se queda pensativo, saca su móvil y hace una llamada, Luka se sienta a esperar al hombre, antes que este llegué el hombre que le pagó, se le acerca, le entrega un teléfono móvil —No lo pierdas, te estaré llamando para que me hagas trabajos, te pagaré bien, mi número ya esta registrado en él.
Luka mira el único número que estaba registrado Parka.
Fin del flasback.
—¿Le dirás a mamá la verdad de Zinerva?
Luka toma el contenido de su vaso.
—No.
—Pensará que le fuiste infiel a Salomé.
—Lo sé —Dante niega.
—¿Porqué siempre dejas que piensen lo peor de ti, solo para que mamá no esté molesta con ella?
—Lo prefiero así.
*****
Zinerva estaba en la silla de ruedas, le dolía todo el cuerpo por el esfuerzo de volver a caminar, estaba sentada frente al enorme ventanal de la elegante sala, se preguntó si ella había elegido cada mueble, adorno de la casa, porque los miraba y no le traía ningún recuerdo, llevaba cuatro días de haber despertado, había visto a su esposo dos veces y por pocos minutos, se preguntaba que había pasado entre ellos para que él fuera tan distante con ella.
Su mente era como una hoja en blanco donde había empezado a escribir desde hace cuatro días.
Editado: 06.01.2025