•LA PROPUESTA•

P.O.V  DANIELLE

—Estaba realmente preocupada Marcus aún no llegaba de su salida, me encontraba nerviosa e histérica. Estos días han sido un completo caos, tanto para mí como para Marcus, aunque él no me lo digo lo sé, puedo leer la desesperación en sus ojos, pide ayuda a enormes gritos y yo sigo aquí, postrada a una cama sin poder moverme estando a la espera por una pronta solución por parte de mi esposo, una decisión que sé que no será fácil, intento considerar las opciones disponibles pero se me acaban las ideas, estaba con mis dos pequeños en  brazos, me los habían traído para que los alimente, ellos eran lo único bueno en mi vida desde hace mucho tiempo, tuve una vida dura, ajetreada y se puede decir que algo oscura, el tiempo estaba pasando y  estaba por llamar a Marcus  cuando ya lo vi entrar por la puerta, estaba tenso, preocupado, pensativo, como estos últimos días, quería intentar animarlo un poco aunque ya suponía el motivo por el cual se encontraba en ese estado.

¿Amor qué tienes? —Lo mira fijo— ¿Qué pasa? ¿Te encuentras bien? Intentaba ser dulce, hacer como que no pasaba nada, a pesar de saberlo todo, el doctor me lo vino a contar de la misma manera como lo hizo con Marcus,  me dijo que no podría irme si Marcus no cancelaba el valor total de la clínica y que por cada día de estancia la tarifa iría en aumento, cosa que era aún más desesperante para mí, finalmente lo escuche y empezó a hablar…

—Respire profundo, el agotamiento físico y mental que tenía no me ayudaban mucho, quería decirlo rápido, pero a la vez no quería lastimarla, debía ser cauteloso, sentía que aquello por lo cual estaba luchando mucho se desmoronaba cada vez a escalas mayores Danielle yo. ¡Maldición! —Murmura— Tenía demasiado miedo, miedo a todo lo que vaya a pasar ¿Y sí esto no es lo correcto? ¿Sí luego me arrepiento? ¿Existía una solución? Demasiadas cosas que decir y sin encontrar las palabras correctas para ello, esto era desesperante y agobiante, me sentía tonto, impotente y sobre todo cobarde…

—Toma aire con sus pulmones y la mira— Danielle debo decirte la verdad, yo no puedo pagar la clínica, el doctor dijo que no podrías salir de aquí si no pagaba el valor completo, lo siento… Mi voz al final salió como un susurro, mi voz temblaba, ya no tenía fuerzas para continuar, Danielle no soy capaz de cancelar el valor pendiente, no tengo la capacidad económica para eso, lo siento mucho, de verdad lo lamento, era todo me sentía una completa mierda, una basura todo mi orgullo de hombre se fue con esas últimas palabras…

Baje mi vista y las lágrimas bajaban por mi rostro, el gran macho finalmente había caído no podía creer que llegue a un punto tan bajo incluso para mí.

—Te entiendo, también soy consciente de  todo esto —Toma su mano— Marcus, amor, suspire, sabes que te apoyo en cada una de las decisiones que tomes, sé que siempre serán las correctas —Esboza una pequeña sonrisa— Amor sé que tomarás una decisión la correcta para nuestra familia  y cualquier decisión que tomes estaré de acuerdo, no importa cuál sea y por más complicada que sea la aceptaré sin rechistar, lo prometo, lo miraba fijo y sé que mis palabras aliviaron su pesar por su instantánea relajación.

—Sonríe de lado—Le di mil vueltas al asunto, y no encuentro una salida más que…

—Traga grueso y guarda silencio unos segundos— No podía decirlo, no de manera tan baja, debía ser cauteloso, por más que buscaba las palabras correctas era difícil decirlo y aun así  las palabras se atragantaban en mi garganta creándome un conflicto para expresarme…

-Más que ¿Qué? Marcus, habla de una vez  —Frunzo el entrecejo y se cruza de brazos—Sentía miedo pero a la vez impaciencia, no sabía cuál era la solución de Marcus  y eso me estaba volviendo loca

—Respira profundo— Danielle la única manera de pagar la clínica es deshaciéndonos de uno de nuestros hijos — ¡Idiota! Pensé yo mismo. Ya está lo dije…

 Caminaba de un lado a otro histérico, decir esas palabras era como miles de dagas atravesando mi cuerpo, tenía la vista baja, no tenía el valor suficiente para ver a Danielle a los ojos directamente. Me sentía la peor escoria del universo— ¿Estas bien? Fue lo único que alcance a preguntar luego de haberle soltado la noticia como un balde de agua fría.

—La respuesta de Marcus fue como un balde de agua helada, me dejo sin palabras, no podía articular nada, no pensé que se atreviese a decir semejante babosada. Dije que lo apoyaría en todo pero esto, esto era demasiado incluso para mí. No era un juego, aquí había mucho más que la vida de mis hijos, podía perder todo por una completa estupidez, seguía intentando decir algo con coherencia y no seguir balbuceando cosas sin sentido, miles de pensamientos cruzaban mi cabeza pero ninguno lograba salir de mis labios, seguía ahí, balbuceando asimilando lo que escuche…

—Danielle por Dios dime algo, no te quedes callada —El nerviosismo hacía su aparición en mi cuerpo— El miedo a su respuesta era como estar en el mismo infierno, tenía miedo a perderla, tenía miedo a perder su amor y ganar su odio por lo que estaba a punto de hacer ¿Y si no era lo correcto?

— ¿Y qué piensas hacer? —La severidad en mi voz era muy notoria— En mi defensa no podía reaccionar de ninguna otra manera, no podía imaginar cómo Marcus era capaz de pensar algo así. —Suspire estresada— Marcus no creo que esa sea la solución, pero no pienso dejarlo debajo de un puente abandonado, o menos en una casa de esas de adopción, no cuentes conmigo para eso jamás. Nuestro hijo no tiene la culpa para hacerle algo así,  no lo permitiré, Ma…—Un grito interrumpió  abruptamente lo que iba a decir y decidí escucharlo a ver si podía entender mejor la situación, después de todo era nuestra única salida—