El Secreto De Martín

• ANTES DE TODO •

P.O.V MARTÍN

­­­­—Siempre he pensado que la vida es demasiado corta para amargarse con pequeñas estupideces —suspira fuertemente— siempre he dicho que la mejor manera de romper estereotipos es cambiar desde nosotros la perspectiva que tenemos y dejar de llevarnos por los comentarios de las demás personas, pero poco a poco me he ido comiendo la cabeza de tanto pesar —hala su cabello frustrado y se sienta en el piso mirando a la nada— talvez sí, soy yo quien siempre termina dándolo todo y no espera recibir nada ¿Usted qué Piensa? —Fija la mirada en la persona que está de pie junto al sofá—.

—Pienso que muchas veces cometemos errores, no solo hoy, sino a diario, pero depende de nosotros poder cambiarlos, aprender de ellos y mejorar ­—dice de manera calmada, restándole importancia—.

— ¿Siempre es así de ‘entusiasta’? —Lo mira de manera seria— a veces pienso que venir y hablar contigo es como venirle hablar a la nada, siempre me sales con metáforas que no logro entender.

—Bueno —sonríe— de eso se trata, que descubras y te intereses por más, a pesar que nunca me entiendes siempre regresas. Sé que en alguna parte dentro de tu minúsculo se queda algo de lo que te digo, eso es bueno, porque esas pequeñas cosas que digo siembro la curiosidad y eso me basta —camina hasta sentarse a su lado— ¿Piensas aceptar la oportunidad que te ofrece el colegio?.

­—No lo sé, quiero hacerlo, pero a la vez siento miedo ¿Qué tal si no soy lo suficientemente bueno? Tengo miedo de lo que pase si voy ¿Y si olvido quién soy?

—Bueno, si quieres cambiar lo que las personas piensan de ti, debes empezar cambiando la mentalidad tan negativa que tiene ­—lo mira­— ¿Tienes miedo de descubrir tu potencial o tienes miedo olvidar quién eres?

­— ¿Miedo? ¡Yo no siento miedo!

— ¿Entonces? ¿Por qué sigues aquí sentado?

—Sí. Tienes razón —se levanta del piso más animado— tomaré ese bendito avión, me iré a Rusia y cuando regrese are que cada una de las personas que me hizo daño se arrepienta —se pone la mano en el corazón— lo prometo.

—Ese es mi muchacho ­­—La imagen del abuelo desaparece y todo regresa a su lugar—.

10 años después

P.O.V MARTÍN

­­­­—Siempre he pensado que la vida es demasiado corta para amargarse con pequeñas estupideces —suspira fuertemente— siempre he dicho que la mejor manera de romper estereotipos es cambiar desde nosotros la perspectiva que tenemos y dejar de llevarnos por los comentarios de las demás personas, pero poco a poco me he ido comiendo la cabeza de tanto pesar —hala su cabello frustrado y se sienta en el piso mirando a la nada— talvez sí, soy yo quien siempre termina dándolo todo y no espera recibir nada ¿Usted qué Piensa? —Fija la mirada en la persona que está de pie junto al sofá—.

—Pienso que muchas veces cometemos errores, no solo hoy, sino a diario, pero depende de nosotros poder cambiarlos, aprender de ellos y mejorar ­—dice de manera calmada, restándole importancia—.

— ¿Siempre es así de ‘entusiasta’? —Lo mira de manera seria— a veces pienso que venir y hablar contigo es como venirle hablar a la nada, siempre me sales con metáforas que no logro entender.

—Bueno —sonríe— de eso se trata, que descubras y te intereses por más, a pesar que nunca me entiendes siempre regresas. Sé que en alguna parte dentro de tu minúsculo se queda algo de lo que te digo, eso es bueno, porque esas pequeñas cosas que digo siembro la curiosidad y eso me basta —camina hasta sentarse a su lado— ¿Piensas aceptar la oportunidad que te ofrece el colegio?.

­—No lo sé, quiero hacerlo, pero a la vez siento miedo ¿Qué tal si no soy lo suficientemente bueno? Tengo miedo de lo que pase si voy ¿Y si olvido quién soy?

—Bueno, si quieres cambiar lo que las personas piensan de ti, debes empezar cambiando la mentalidad tan negativa que tiene ­—lo mira­— ¿Tienes miedo de descubrir tu potencial o tienes miedo olvidar quién eres?

­— ¿Miedo? ¡Yo no siento miedo!

— ¿Entonces? ¿Por qué sigues aquí sentado?

—Sí. Tienes razón —se levanta del piso más animado— tomaré ese bendito avión, me iré a Rusia y cuando regrese are que cada una de las personas que me hizo daño se arrepienta —se pone la mano en el corazón— lo prometo.

—Ese es mi muchacho ­­—La imagen del abuelo desaparece y todo regresa a su lugar—.

10 años después



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En el texto hay: drama, amor, odio

Editado: 16.06.2021

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