El bosque vibraba bajo el choque de llamas y sombras.
Alexandra y Mikeyla se enfrentaban sin querer lastimarse, pero el poder de ambas era imparable. Cada golpe levantaba columnas de fuego y oscuridad que iluminaban la noche con destellos de peligro.
—¡Hermana, detente! —gritó Alexandra, bloqueando una ráfaga de energía oscura.
—¡No puedo! —respondió Mikeyla, su voz mezclada con la del poder prohibido que la dominaba.
El choque final hizo temblar la tierra. Ambas fueron arrojadas hacia lados opuestos, cayendo entre raíces y piedras. Alexandra respiraba con dificultad, la espada humeante a su lado, mientras miraba cómo su hermana desaparecía entre la neblina.
Un silencio pesado se instaló. Y entonces, como un susurro, surgió un recuerdo:
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Flashback
Un jardín iluminado por la luna, risas infantiles flotando en el aire.
Alexandra y Mikeyla, pequeñas, corrían entre flores y árboles, sosteniendo las manos.
—Prométeme que siempre nos protegeremos —dijo Mikeyla, con los ojos brillantes de emoción.
—Te lo prometo, hermana —respondió Alexandra, apretando su mano—. Pase lo que pase, siempre estaremos juntas.
Un destello de luz brilló entre ellas. Alexandra no sabía aún que ese momento sellaba un destino que ni la magia más poderosa podría cambiar.
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Regreso al presente
Alexandra se incorporó, la mirada firme y el corazón latiendo con fuerza.
—No importa lo que pase... te encontraré, Mikeyla. Aunque tenga que recorrer todo el mundo de sombras y fuego.
El viento soplaba entre los árboles, llevando consigo la promesa de que el vínculo entre las hermanas sería su fuerza más grande... y la chispa que cambiaría su destino.
Editado: 25.10.2025