El eco de las sombras aún vibraba en el aire cuando Kael apareció frente a los portales celestes. Su mirada, cansada pero decidida, se alzó hacia el resplandor que aún resistía entre las nubes. La oscuridad había ganado demasiado terreno, y las últimas ciudades de luz estaban cayendo una por una.
—Ella ya no es la misma, Kael —dijo la voz del Consejo, grave y antigua como el tiempo mismo—. Mikeyla ha sido devorada por el vacío.
Kael bajó la cabeza. —Lo sé… pero Alexandra no está lista para aceptar eso.
Un silencio helado los envolvió. Entonces, el resplandor del portal crepitó, y la figura de Alexandra emergió del otro lado. Sus ojos, marcados por la tristeza, reflejaban aún un brillo de esperanza. Pero bajo esa esperanza se escondía el miedo.
—¿Por qué me has llamado? —preguntó ella, su voz temblando apenas.
Kael dio un paso al frente. —Porque ha llegado el momento, Alexandra. La oscuridad ha tomado el corazón de tu hermana… y solo tú puedes detenerla.
Alexandra lo miró fijamente, negando con la cabeza. —No. Aún hay algo de ella… lo siento. Mikeyla no puede haberse ido del todo.
—Lo que sientes —respondió Kael, con un tono que mezclaba compasión y verdad— es la huella de lo que fue. Pero ya no queda luz en su alma. Y si no la detienes, destruirá todo lo que juraste proteger.
Las lágrimas quemaron los ojos de Alexandra, pero no cayeron.
—Entonces enséñame, Kael. Si el destino me ha condenado a luchar contra mi propia sangre… enséñame a hacerlo sin perderme también en la oscuridad.
Kael extendió su mano. —Formaremos un nuevo ejército. No de sombras… sino de almas que aún creen en la luz.
Detrás de ellos, los portales comenzaron a brillar. Guerreros de distintas eras, seres de fuego, viento y cristal emergieron del resplandor. Cada uno llevaba en los ojos una chispa de esperanza, una chispa que el mundo había olvidado.
—El amanecer no ha muerto —susurró Alexandra, observando el resurgir de la luz—. Solo estaba esperando a que recordáramos cómo luchar por él.
Kael asintió. —Entonces luchemos, princesa de la aurora. Porque la guerra final acaba de comenzar..
Editado: 13.11.2025