Capítulo 26

Es difícil para mí comenzar a decir todo esto, pero es necesario; ya no quiero seguir con este juego y siento que ya no puedo más. Mi corazón no resistirá mucho y yo menos, así que empezaré por Andrés…

Comienzo por el día que lo conocí, fue en la primavera de hace tres años, era un gran deportista que había sido transferido a la escuela, lo cual me pareció estúpido; hay mejores escuelas que esta, pero él  se decidió por esta, así que él sabrá. Recuerdo que cuando pisó la escuela a la primera que vio fue a Lisa, él había tropezado conmigo por estar viéndola y me reí al darme cuenta, le dije “Yo tú, dejo de verla, es inalcanzable” me miró y luego me preguntó “¿La conoces?”, todos conocían a Lisa, asentí y me presenté, me ofrecí ser su guía por las escuela y él lo aceptó.

Creo que ni él mismo sabía dónde se estaba metiendo cuando decidió dar todo por Lisa, con el paso de las semanas descubrió que no solo la conocía, sino que ella era mi amiga. Andrés y yo nos volvimos muy amigos, realmente era un chico sensacional y divertido, era genial tener un amigo. Pero eso fue antes de que Lisa se fijara en él y lo hiciera meter al grupo, lo que hizo que todo se complicara y desterrara cualquiera posibilidad de seguir siendo amigos. “Es genial esto de la guarida”, me dijo una tarde y solo sonreí hipócritamente. Semanas después, o quizás un mes ya la frase había cambiado “¿Por qué rayos me dejé meter en esto?”, solo le di una palmada en la espalda y él supo que todo en nosotros había cambiado.

Andrés fue uno de los primeros en pasar las drogas a la escuela. Fue uno de los primeros en realizar una de las fiestas más grandes de la escuela. Todos creen saber qué pasó en la fiesta, pero lo que no saben es que: en esa fiesta, dos chicas fueron abusadas sexualmente, un chico fue al hospital por sobredosis, se presentaron tres peleas y la policía llegó. ¿Sabes cómo no asumieron los cargos? Gracias a Lisa y Manuel, ellos se encargaron de pagarle a los policías por mantener el silencio sobre aquella fiesta.

Para conocer el nombre de una de esas chicas deben mirar la segunda persona en la lista de nuestros secuestrados B.

Con el paso del tiempo, y mientras que él se adaptaba a este pueblo de locos y a su nueva vida fue cuando todo empeoró, él iba a ser becado por un buen equipo de fútbol pero sabía que lo investigarían y encontrarían lo sucedido en la fiesta. Su futuro profesional se vería acabado antes de iniciar y quienes podrían salvarlo se la cobrarían caro, a pesar de que Lisa era su novia, conocía muy bien sus intenciones y fue cuando ella dio la estocada.

El verdadero reto de Andrés se presentó.

Semanas antes de lo sucedió con Julián, ya había planes para lo que debía ocurrir. Julián estaba cansado de hacer lo que ellos quisieran, de robar información, de hacer cosas que ellos bien mal le pagarían, estaba dispuesto a confesar al director sobre los archivos robados, las notas alteradas e ir a la policía a contar lo de las drogas, violaciones, la verdadera razón de la muerte de Miguel. Julián se estaba volviendo loco con tanta información.

Tenía todo grabado en una memoria, y respaldos en discos compactos, como prueba para la policía, pero no pensó bien, su vida estaba desequilibrada y mucho más cuando la información sobre sus padres llegó, la de sus verdaderos padres…

Te preguntarás, por qué hablo de Julián si empecé hablando de Andrés, es muy simple, tienes que saber toda la historia.

El error de Julián fue beber tanto el día anterior e ir borracho a la guarida y decir que todo se acabaría, que él se encargaría de hundirnos, que le entregaría todo a la policía. Recuerdo que estaba borracho, muy borracho, muchas veces decía incoherencias, otras, la pura verdad. Había bebido aquella noche porque descubrió que era adoptado, descubrió que sus verdaderos padres no lo quisieron. Descubrió que las personas que decían ser sus padres le mintieron todo el tiempo. Para un joven que tenía todas las comodidades y era reconocido por ser hijo de Julián Daniels Torres, quien realmente no era su padre, pero comprendió porque aquel hombre le recriminaba tanto cuando cometía errores.

No recuerdo para dónde se fue después de la guarida, pero sí recuerdo que escuché murmullos y a ellos muy preocupados. Julián era una llave maestra, la mayor caja fuerte, y él tenía todo para hundirlos.

Recuerdas el audio entre Lisa y Tatiana, aquella noche, fue ella quien precisamente propuso la muerte de Julián… Fue ahí cuando Andrés tomó protagonismo. A cambio de ocultar lo ocurrido en su fiesta tendría que hacer algo muy sutil y práctico. Cortar algunos frenos