Sentí una fuerte presión en el pecho, mi respiración era muy agitada, sabía que lo que escucharía haría estallar mi ira y saldría de ahí a buscarla; tal vez no quería escuchar algo sobre mi hermano, quería que él estuviera fuera de esto y que aquel suceso solo hubiera sido un ligero accidente.
Tal vez esto no debí callarlo, o no deba decirlo ahora… ni nunca.
— ¡Por lo que más quieras ya dilo, Sebastián Harrison! —vociferé alterada y Mat se sobresaltó.
Fue Lisa la que envió el mensaje aquella noche, diciéndole a tu hermano que fuera a la dirección donde se encontraría con Christian. Ella sabía que pasaría y tal vez contando esto deba de una vez contar lo que sucedió ahí, así me quitaría un peso de encima.
Eso ocurrió un año después de haber llegado al pueblo y realmente los detalles de aquel suceso no me importaban, había muerto mi vecino, al cual vi unas cuantas veces y con él casi no tenía comunicación. Solo lo conocía porque era el hermano de Natalie, y por nada más. ¿Por qué tendría que inmiscuir en ese asunto?
Una noche, cuando apenas comenzaba todo eso de la guarida y del grupo, cuando el juego iba tomando forma, nos reunimos todos, yo tenía catorce años, conseguimos unas cervezas y jugamos una partida de póker. Julián comenzó a contar cosas sin sentido y uno que otro chiste, luego, sin previo aviso surgió el tema del incendio y los detalles de la casa en llamas. Mientras cada quien decía lo que recordaba noté que Lisa se incomodaba con el tema, hacía una que otra mueca y jugaba su siguiente carta. De un momento a otro Manuel le dijo:
“¡Ey, Lisa!, ¿cuéntanos tu versión de los hechos? Pues participaste más que muchos aquí”.
Ella agachó la mirada y luego hizo un ademán, respondió que no había nada nuevo que agregar, pero Manuel insistía, era como si quisiese que Lisa dijera todo… y lo logró, ella habló.
Miraba fijamente al suelo, no quería verlo porque ya con el solo hecho de escucharlo estaba sintiendo rabia, si miraba el video acabaría odiándolo.
Platicó que todo había surgido semanas previas al incendio. Will y Christian tenían problemas serios, al parecer Will no quiso ocultar en su casa la droga de Christian y lo había amenazado con contar la verdad al director, también existía el hecho de que ambos les gustaba la misma chica. Un día esa chica le confesó a Christian que se había acercado a él solo para conocer a Will. Lo que hizo que su cólera estallara.
Por otro lado, Lisa quería su salto a la popularidad y sabía que solo lo conseguiría haciéndose novia o andando con uno de antepenúltimo año, así que la propuesta que le hizo Christian no le pareció nada malo, él le había dicho que solo tendría que enviarle un mensaje a Will de un número desconocido diciéndole dónde debía estar y que luego de que ella demostrara su lealtad, él la haría popular.
Las cosas empeoraron entre Christian y tu hermano, discutían todo el tiempo, ya Will no encubría nada de lo que Christian hacía y deshacía. La gota que derramó el vaso fue aquella tarde cuando Christian vio a Will y a esa chica tomada de la mano en el parque.
Unas lágrimas derramé al recordar aquel día en que mi hermano llegó contento porque la chica que le gustaba había aceptado salir con él, una leve sonrisa se posó en mi rostro.
Will fue hasta aquella casa, y para su sorpresa estaban todos los chicos (obviamente su grupo de béisbol). Christian y Will comenzaron a discutir y a sacarse todo en cara, Lisa contaba que Will solo le decía pequeñas cosas, mientras que Christian parecía tan enojado que de un momento a otro lo golpeó y les ordenó a los chicos que lo golpearan hasta más no poder.
Me tapé la boca para evitar gritar, mi cuerpo se estremecía y trataba de sosegarme, de no estallar… al menos no todavía.
Will estaba deshecho y tirado en el piso, gimiendo de dolor. Ella solo recuerda escucharlo detrás de la puerta. Luego lo metieron en un armario, y Christian le decía que se quedaría ahí hasta que alguien lo encontrara. Christian, le había ordenado que en cuanto encerraran a Will debía apagar los interruptores de aquella casa. Pero dijo que cuando los apagó un cable echó chispas y ella se asustó. Salió corriendo y buscó a Christian, le dijo que algo andaba mal, y junto regresaron a la caja de los interruptores. Se sorprendió porque él sonrió maliciosamente, le ofreció un poco de droga y ella lo rechazó. Dijo que él sí consumió en aquella habitación, la hizo sentir nerviosa. Minutos más tarde Christian comenzó a buscar entre los estante, ella solo lo observaba hasta que comprendió lo que el pretendía a hacer. Consiguió una jarra de gasolina, y la vertió por el piso, pero cuando llegó a la puerta del cuarto donde había encerrado a Will se detuvo. Solo ella sabía lo que había hecho él en el piso, dejó la jarra cerca de la puerta y entró a la habitación con los demás chicos y se quedaron unos minutos más burlándose de Will, mientras este pedía que lo sacaran.