El Secreto De Una Canción

01| Un nuevo comienzo.

2 de Septiembre

Despierto con la alarma, la verdad no quiero levantarme pero no puedo dormir más ya que debo llegar con tiempo para desempacar.

Me visto luego de un baño de agua caliente y uso unos shorts de mezclilla, una blusa blanca de mangas cortas con encaje y una chaqueta también de mezclilla con un diseño de rosas en la espalda, mi favorita. Tomo mis zapatillas blancas y me las coloco para luego peinar mi cabello y ponerme un gorro blanco en la cabeza, me doy una última mirada en el espejo y sonrío tratando de ser positiva.

Al instante, una chica de cabello castaño claro, labios un poco gruesos con dientes que sobresalían un poco pero no tanto luego de usar ortodoncia, piel no tan blanca pero tampoco morena y ojos de un confuso color miel con partes verdosas me devolvió la mirada.

Sip, esa era yo.

Cómo aún no me he presentado, lo haré brevemente.

Me llamo Danais, Danais Rivers. Adolescente de dieciséis años cumplidos hace un mes y la definición de drama andante, algo insegura, creativa y con la capacidad de imaginar todo un mundo fantástico en cuestión de minutos, es decir, fanática de soñar despierta.

Actualmente vivo con mi hermana y mi abuela en la casa de ésta última, no les niego que extraño a mi tía pero cada vez que puede hablamos y me llena saber que está haciendo lo que ama trabajando en esa escuela en el exterior. Mi hermano Shawn por otro lado, tiene un departamento que comparte con su novia Daisy, ambos trabajando y ganando lo suficiente adquirieron uno espacioso, barato y bonito.

Voy a cursar mi 5to año en el Internado Musical: Hannah Stevens, eso es un gran privilegio ya que es de las mejores escuelas de música del país y sin dudas un sueño hecho realidad, por eso me voy de la casa hoy.

Salgo de mi cuarto y al bajar los encuentro a mi hermano y Daisy desayunando, y a mi abuela cocinando algo.

— Buenos días. — digo alegre, con algo de sueño pero alegre.

— Buenos días. — contestan a coro todos.

— ¿Emocionada por hoy? —pregunta Daisy. Ella es un amor y la chica perfecta para mi hermano. Inteligente y muy divertida, físicamente es pelinegra con el cabello hasta su cintura, ojos marrón oscuro algo almendrados quedan perfectos con su nariz pequeña y piel blanca.

— Sí, es mi sueño ir allí desde que tengo memoria. — le contesto mientras me servía el desayuno.

Para actualizarlos un poco mejor les explico.

Hace unos meses, mi hermano y mi nana Leah fueron a visitarnos a casa de mi tía en Sunnyville, resulta que a esta última le llegó la oportunidad de trabajar fuera y ella la aceptó. Como consecuencia, a mi hermana Emma y a mí nos tocó irnos a vivir con la abuela pero, para que yo termine mis estudios en música, me inscribieron para las audiciones del Internado Musical y yo pasando un mal momento no dude en aceptar.

— ¿Ya pensaste lo que ibas a llevar y que ibas a dejar aquí? — pregunta Shawn. Sus ojos son verdes, dependiendo de su humor pueden llegar a ser verde azulados, su piel es tan blanca como su sonrisa, su cabello castaño oscuro y su musculatura un poco atlética. Es el mejor hermano que puedo pedir, atento, responsable, inteligente, sarcástico y divertido, es mi mejor amigo.

— Si Shawn. — rodando los ojos le contesto, anoche me preguntó lo mismo tres veces.

— Shawn, ya deja a tu hermana. — dice la abuela después de darme un beso en la cabeza y poner mis cereales frente a mí. — No tienes que repetir las cosas.

— Solo lo digo porque el que tendrá que ir y venir para llevar algo que se le llegue a olvidar seré yo. — se levanta y lleva su plato al fregadero. —Terminas de desayunar y nos vamos.

Luego de comer, subo a buscar mis maletas, me despido de la abuela con un abrazo enorme y le prometo que dos sábados al mes la vendría a visitar. Mi hermano subió mis maletas al auto y nos subimos rumbo al IMHS.

El camino no era tan largo desde casa hasta el internado, solo un par de minutos y cuando llego quedo impresionada, era mejor de lo que mamá lo describió.

Las instalaciones eran enormes por lo que este se encontraba cerca del bosque y a unos minutos de la ciudad. El edificio principal está constituido por paredes de ladrillo con columnas pintadas blanco, las paredes de la fachada principal tienen un mural donde resaltan todas las cosas que enseñan en el internado, desde interpretación escénica hasta baile y teatro musical. Al final de las escaleras, las puertas dobles de madera están abiertas hacia adentro dejando ver el recibidor, varios chicos como yo llegaban y cargaban carros para que fuera más fácil llevar sus pertenencias.

Ya teniendo todo listo, subimos la rampla y vimos la recepción. Es de paredes color gris y dibujos como notas musicales en color vinotinto.

A la izquierda, se ven una puerta doble y la placa de plata en la pared indica que es el comedor y al lado unas escaleras que daban hacia arriba. A la derecha se encuentra la oficina de dirección y al lado lo que parece la enfermería.

Ya dentro de la dirección, una señora de unos cincuenta años bajita de cabello ya canoso vestida con un traje de camisa color blanco y falda en color vinotinto. Hablo con ella, su nombre es Jane y me explica cuál es mi habitación: en el cuarto piso y en ella encontraré mi nombre junto a los de mis compañeras. También me da mi número de casillero con la llave de este, mi carnet de acceso para los dormitorios y mi horario. Mi hermano me espera afuera con mis cosas y juntos caminamos al edificio de dormitorios.

Para llegar a éste tienes que salir por una puerta al final del pasillo del edificio principal hasta el camino de cemento a través del pasto que tenía varios destinos. El primero era al gimnasio/sala de eventos y auditorio, el segundo camino al estacionamiento privado para estudiantes y personal, y el tercero fue el que tomamos para llegar a los dormitorios.

Las puertas también estaban abiertas pero, por lo que me explicó Jane es solo por hoy, tiene un mostrador donde un hombre era el guardia, había una fila para firmar la entrada y después podía ir tranquila a mi habitación. El lado izquierdo del mostrador hay una puerta con un lector de carnet y el cartel en el letras rosa se leía: "Dormitorios Femeninos", del lado derecho había una igual pero con el cartel de: " Dormitorios Masculinos"




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