— Princesa... — dice con voz levemente más ronca, ocasionando que mis piernas flaqueen. La mano que estaba en mi cintura sube hasta mis labios y con su pulgar tira lentamente de mi labio inferior hacia abajo y lo acaricia con cuidado.
Se me escapa otro suspiro y se acerca más al punto en que nuestros pechos chocan, la mano que estaba en mi labio se posa en mi mentón, inclinando mi cabeza hacia atrás para que nuestros labios rocen.
Ya el espacio entre nosotros es casi nulo, solo un poco más y...
Su celular empezó a sonar, haciéndonos volver a la realidad. Nos separamos rápidamente y ahí caímos en la situación en la que nos encontrábamos hace solo segundos.
— Ya vuelvo, voy a contestar. — dice en voz suficiente como para que yo lo oiga. Le hago un gesto de afirmación y él contesta sin despegar la mirada de mí— ¿Hola?
Veo como frunce el ceño levemente y se aparta un poco, yo solo suelto un suspiro.
Joder estaba a punto de recibir mi primer beso.
— Si, si... Está bien idiota. —rueda los ojos mientras habla. Camino hasta mi bolso y tomo de mi botella de agua. — Estaba ensayando, ya te lo dije... No seas idiota Kashton.
Me volteo a verlo rápidamente, ese nombre yo lo conozco bastante bien.... Justo así se llama el mejor amigo de mi hermano desde que se mudó aquí.
Kevin me da la espalda mientras habla — Ya, ya, hablamos mañana... Si, adiós pesado. —Suspira mientras cuelga y yo lo miro con los brazos cruzados— Era mi hermano mayor, solo quería molestar.
— ¿Tu hermano se llama Kashton?
—Sí, mamá quiso que todos sus hijos tuvieran nombres por la K o la N, somos Kashton, Kevin, Nira y Nellan. — él camina y se sienta a mi lado, toma agua y me mira. Le golpeó el brazo varias veces— ¡Auch!
— ¡¿Por qué no me dijiste que conocías a mi hermano?! — por cada palabra, un golpe.
Él se ríe y me sujeta las manos.
—Quería ver cuánto tardarías en darte cuenta.
— ¡No es gracioso! — le digo mientras me hecho hacia atrás, acostada— ¿Tienes idea de las veces que el bobo de tu hermano me sacó de quicio este verano?
— De hecho, si... Él me lo contaba. —dice acostándose a mi lado y haciendo que mi cabeza quede en su pecho. Me sonrojo un poco —No sabía que eras tú hasta que vi la foto que tenías con Shawn, me va a matar cuando se entere de que yo soy el chico con el que estás saliendo.
Ambos nos reímos — ¿No deberíamos seguir ensayando?
— Princesa, llevamos casi 4 horas en esto. —Dice entrelazando nuestras manos— Creo que si descansamos 10 minutos no pasa nada.
Nos quedamos así por un rato hasta que interrumpí el silencio.
— Pronto será tu cumpleaños, solo falta una semana. —ahora estoy apoyando mi mentón en su pecho y trazando círculos en él. — ¿Que quieres hacer ese día?
— No lo sé... Tal vez podríamos salir después de clases ya que ambos lo tenemos libre y como todos los años, el fin de semana lo celebro con todos en casa de mi mamá.
Pasa un mechón de cabello detrás de la oreja y yo le sonrío —Me gusta ese plan. —dejo un beso en la punta de su nariz. Él solo sonríe y sigue acariciando mi cabello.
— Me gustan tus ojos.
— A mí me gustan los tuyos, de hecho yo los tuve así hasta que cumplí el año.
— ¿Enserio? —me miro desconfiado.
—Sip, después de muestro la foto en mi álbum. Cuando cumplí mi primer año, nadie se sorprendió al ver que mis ojos eran avellanas para que, luego, se volvieran ámbar.
— Pues me gustan más así. —Yo lo miro mal— Enserio, va con tu personalidad. — yo solo me río — Sabes... Hay algo que me he preguntado desde que te conocí.
— ¿Qué es?
— ¿Por qué Shawn y tú no se parecen? A tu hermana si se parece un poco pero, sin embargo los tres tienen diferentes colores de ojos.
Yo solo me reí — Es porque Shawn no es hijo biológico de mi papá.
Él me mira sorprendido y yo rio más.
— No te creo.
Suspiro — Cuando mamá tenía 19 años se embarazó, su padre no se quiso hacer cargo por lo que con ayuda de un par de amigas y mi abuela ella era madre soltera. Ella era tan dedicada por su hijo que ya casi no tenía tiempo para ella pero, una noche su mejor amiga la invitó a una fiesta. —Le sonreí— Mi hermano tenía un año y ella lo dejo con mi abuela. Según me contaron, él era el mejor amigo de una amiga de ella y cuando los presentaron, papá quedó enamorado de ella al punto de que hizo todo lo posible porque mi mamá le diera una cita y ni siquiera le molestó el hecho de que tuviera un hijo. Desde entonces estuvieron juntos, cuando tenían dos años de relación le pidió matrimonio a mamá y al instante le pusieron el apellido a mi hermano... Un tiempo después llegué yo.
— Vaya, es una historia muy bonita.
— Si, me gustaba que la contaran — le sonreí algo triste. Él solo me abrazó más y yo bajé la mirada. — Bueno, mañana no me verás mucho en la tarde.
— ¿Y eso por qué?
— Aprovechando que mañana no trabajo porque van a cerrar todo el día, iré a la peluquería a cortarme un poco las puntas y hacerme un tratamiento.
Y una pequeña sorpresa quise agregar.
— Es decir, a ponerte más bella de lo que ya eres. —Me reí, se puso de pie — Bueno señorita, a seguir trabajando.
Tomando la mano que me ofrece, me levanto. Es tiempo de continuar.
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Miércoles 9 de Octubre.
Estoy en el salón de clases en medio de un examen en parejas. Ryan está terminando la partitura que hay que entregar mientras yo termino la parte teórica.
De repente sucede.
Como si todo cambiara, mi estómago se retuerce y mi cabeza da vueltas, mi respiración se acelera tanto como mi pulso y mi mano tiembla. Tomo profundas respiraciones intentando calmarme
¿Por qué ahora, joder?
—Terminé. —le escucho decir a Ryan y como yo también lo hice le entrego mi parte y tomo mis cosas para salir del salón.
Él me ve preocupado y cuando le miro a los ojos lo entiende perfectamente, nos levantamos y él da nuestra prueba para salir.
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Editado: 28.09.2021