El secreto del Alfa

Capítulo IX: Aventuras

Capítulo IX

Aventuras

Habíamos pasado un día maravilloso, nos habíamos lanzado de la cascada, nadamos, compartimos un par de besos, comimos unas empanadas que nos había preparado la señora Dalton, además de que nos puso limonada fresca, la cocinera era un amor con nosotros.

– ¿te gusto el paseo? – me pregunto Richard cuando volvíamos al castillo, que desde lejos se veía enorme.

–Me divertí mucho, gracias–sonreí y le tome de la mano– ¿te moleste con mis tonterías?

–Hace mucho que no me reía tanto.

–es que eres un amargado.

–hoy te demostré que no lo soy tanto.

Nos adentramos al castillo y justamente el mayordomo nos esperaba en la puerta o más bien estaba esperando a Richard.

–Sr. Olsen– saluda Richard cuando llegamos al lado del alto y serio hombre. – ¿ocurre algo?

–Alfa– lo saludo con respeto–Lo busca el Alfa Montgomery, dice que es urgente, lo hice pasar al despacho.

–Gracias Olsen– Richard comienzo a caminar conmigo a su lado pero repentinamente se detiene– te veo a la hora de la cena, pequeña.

Vaya forma de correrme.

–Está bien. –contesto un poco seca pero también comprendo que son sus asuntos y que no debo ponerme en modo intensa– éxito.

Camino a mi habitación, para esto ya le estoy entendiendo un poquito más a la estructura aunque todavía tengo miedo de perderme, en fin, abro la puerta y el payaso de Jeremy está echando en la cama.

– ¿Qué tal el paseo? – pregunto cuando me echo a su lado.

–Muy bien, a decir verdad. – Lo miro fijamente y no hay ningún signo de rencor por el regaño de mi mate– ¿no deberías estar con Richard?

–Solo está hablando con el Alfa Montgomery, no le veo el caso. – se levantó de la cama y camina por la habitación hasta que se toma con los escritos de mis sueños, que había dejado encima de una mesa– Ayer recordé que Emma te sugirió escribir tus sueños cuando eras más pequeña.

–Lo sigo haciendo– hago una nota mental porque el de hoy no lo he escrito y la verdad es demasiado interesante. – ¿Por qué?

–Tenías seis cuando empezaste con esos sueños, algunos me los mostro Emma– ¿y mi privacidad dónde queda? – no hagas esa cara, Emma estaba preocupada.

– ¿A dónde quieres llegar?

–Al menos los que yo he leído eran tus recuerdos de cuando estabas aquí, supongo que es una forma de manifestación ante el hechizo.

– ¿Por qué nunca me lo dijiste?

–Tus sueños cambiaron a los trece– Soltó una risa y añadió– después solo soñabas con tus novios ficticios y el maestro que te traía loca, al menos eso me dijo Emma, el caso es que pienso ir con Emma y Edward, les he enviado un mensaje y me verán mañana en el portal, me entregaran las libretas donde escribías y otras cosas ¿quieres que les dé un mensaje?

–Me voy contigo– dije sin dudas, el me miro con incredulidad– prometo no escapar, solo quiero verlos, por favooor.

–no

–no seas así, Jeremy….

–no, Richard me mataría.

– ¡¿Qué hacen criaturitas?! –salte por el susto que me causo Milo al entrar gritando– ¿Qué planean?

–Nada–respondimos Jeremy y yo al unísono.

– ¿me quieren ver a cara de estúpido? –Pregunto Milo ofendido– ahora o nos cuentan que planean o le digo a mi hermano “El Alfa” que su beta está en la habitación de su Luna.

–Eres un cabrón–respondo ante el chantaje– Vamos a ir al Mundo humano.

–Me anoto– responde Milo con rapidez– siempre he querido ir.

–nadie ira al mundo humano– repone Henry desde una esquina–No sin mi presencia, cuenten conmigo.

– ¡nadie los está invitando! –Exclame ofendida–esto es entre Jeremy y yo.

–Tú no vas a ir–discute Jeremy.

–OK, este en el plan– Milo nos ignoró a mí y a Jeremy– Mañana hay fiesta en el pueblo así que vamos a decirle eso a Richard y como a él no le gusta ir… pues lo demás es historia.

–No le vamos a mentir al Alfa– Discutió Jeremy.

– ¿Desde cuando eres tan aguafiestas? – Pregunto Henry– Ve el lado bueno, somos tres lobos experimentados…

–Jóvenes y fuertes– le siguió Milo– y también inteligentes.

–Podemos con todo, y sería más seguridad para nuestra Luna– añadió Henry– es una buena idea, a parte Aurora es mi hermana, el Alfa confía en mí.

–Vamos Jeremy– le hice una sonrisa bonita y le hice ojitos– ¿por favor?

–está bien…. Pero al primer peligro nos regresamos– Jeremy dirigió sus ojos azules hacia Milo y Henry– Nada de fiestas y espero que esto no salga mal.




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