El secreto del Alfa

Capítulo XVII: De castillos, espejos y mapas

Frente a mí se alzaba un castillo al estilo victoriano el cual estoy segura tuvo mejores días, Liam se mostraba algo desconfiaba por estar aquí pero yo me encontraba muy emocionada.

Pasamos por lo que supongo fue la puerta principal, todavía se podía distinguir las diferentes salas, sucias y abandonas pero elegantes. Me atrevo a decir que este castillo era más hermoso que en el que resido actualmente.

– ¿Qué se supone que estamos buscando? – le pregunte a Liam mientras me acercaba a una pintura rasgada que para mi sorpresa el de la pintura era Erick se veía muy bien.

–Cartas, un libro de hechizos, una capa mágica – me respondió Liam con sarcasmo– No lo sé, la chica de la profecía eres tú.

Idiota.

Decido seguir mis instintos y voy a curiosear, espero que no me salga alguna rata porque ahí si gritare de puro pánico. Subo con mucha cautela unas escaleras, camino por todo el pasillo hasta que decido entrar a una habitación, la última.

La cama tenía cortinas verdes que estaban medio colgadas en el techo, toda la habitación tenía tonos verdes, me dirigí a lo que parecía un balcón y para mi sorpresa podía ver todo el bosque y una pequeña comunidad a lo lejos.

Vuelvo a la habitación, me acerque a en espejo de cuerpo completo de borde dorados, observo mi reflejo y hago muecas y poses ridículas.

–Esta belleza debió ser modelo– dije ante mi reflejo– Este espejo se vería bien en mi habitación.

–Que modesta eres, pajarito.

– ¿¡pero que carajos!? –Grite y di un salto hacia atrás al ver a Erick en el espejo, volteo hacia atrás pero no hay nadie, creo que me estoy volviendo loca.

–Esa boquita…– sonrió de forma burlona– no te preocupes pajarito, soy solo un reflejo.

– ¿Qué clase de brujería es esta? – Le pregunte frustrada– dime ¿Por qué estoy aquí? Odio tanto misterio.

–Los licántropos me culparon por la muerte de Gustav, mi hermano Derian aprovecho y tomo mi lugar como Rey de los vampiros así que cuando llegue a Vancorium me repudiaron y me encerraron.

– ¿y eso fue todo?

–Hubo un juicio, todo el jurado estaba comprado por mi hermano.

– ¿estas encerrado aquí o…?

–Me temo que no– bajo la mirada y me miro con desesperación– Derian me encerró en una cripta donde se supone no puedo usar mi magia, que no es mucha, pero no conto con que puedo comunicarme con la chica de la profecía y este castillo es mío así que tengo mis truquitos.

– ¿Por qué te puedes comunicar conmigo?

–eso es algo no responderé todavía– dijo con misterio, carajo– ¿Cómo hago para sacarte de esa cripta?

–Solo existe una llave– todo muy sencillo hasta ahorita– la tiene Derian.

Maldición.

–pero Rowina puede fabricar una, solo tienes que decirle como.

–Lo siento, cariño– dije con fingida decepción– Yo no hago llaves.

–Vamos a la biblioteca, pajarito.

Salimos al pasillo y podía ver su reflejo en cada cristal y espejo del castillo, parecía un fantasma. En la biblioteca había otro espejo encima de una chimenea, esta sala era de las pocas que estaban en buen estado.

–Busca en el estante de allá– me señala un estante del fondo y fui hacia allá– Es un libro viejo, es rojo y tiene una serpiente en la portada.

Una vez que lo encuentro vuelvo a donde esta él.

– ¿Por qué me dices pajarito?

–La profecía te menciona como el águila–responde con simpleza– Para las brujas y algunas comunidades de hadas el águila significa el animal que puede ver más allá del ojo humano, es por eso lo de tu don, puedes ver el futuro a través de tus sueños.

–Pero soy una licántropo– dije confundida– ¿es normal?

–No, tienes descendencia de brujos atravesó de tu madre– este hombre sabe demasiado–por eso Louisa tiene los ojos morados, Fred tiene descendencia de hada por eso su cabello pelirrojo pero a fin de cuentas son solo eso rasgos.

–Se supone que está prohibido las parejas entre especies– me sentía desconfiada, sabía que era diferente pero no tanto.

–Esa regla es algo… reciente–me dijo lacónico– Ahora abre el libro en la página 300, tal vez en algún momento puedas hacer hechizos simples pero crear la llave de mi cripta es difícil y en la única bruja que tienes que confiar por el momento es en Rowina.

– ¿Por qué confías en Rowina?–abro el libro en la página en que me indico y veo que en el inicio de la hoja se llama “Llave maestra”, me esperaba algo más original.

–Ha sido mi amiga por más de cien años. –Lo veo fijamente y puedo ver en sus ojos la nostalgia de ver su castillo en ruinas– Tu Alfa nunca ha confiado en otras especies y mucho menos en vampiros por lo que te recomiendo mantener todo en secreto y solo confía en Liam y en tu familia.




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