El Secreto del Alfa

Capítulo 32: Todo tuvo un inicio y un final

No sé qué es lo que me sucede, pero puedo sentir como algo dentro de mí se encuentra inquieto, como si supiera que acabo de entrar en la boca del león o como si he buscado mi propia muerte.

Mayormente está casa tiene casi la misma estructura que la de Caden, solo que está tiene la diferencia que es más espaciosa y con pasillos más largos que en mi caso los siento interminables, a pesar de ello, hay varios retratos en las paredes, muchos de ellos de varios hombres o mujeres que van desde la clásica fotografía en blanco y negro hasta aquella que ya tiene color.

El ambiente suele ser un poco pesado, tanto así, que es como si ni siquiera pudiera respirar porque me están quitando el aire. La realidad de las cosas, es que no sé si debe porque a dos metros de mí se encuentra se encuentra el abuelo de Caden, quien además de asesinar a los padres de Aneu, también, acabo con una manada; sin embargo, puede que la siguiente razón es porque conoceré a toda la familia de Caden, quien además de presentarme a ellos, a su vez, les dará la noticia de nuestro compromiso.

Cruzamos otra habitación la cual nos llevó a un comedor, pero la sorpresa que me encontré fue ver como el resto de la familia de Caden ya se encuentran esperándonos, debido a que, además de estar en sus respectivos lugares en la mesa, ya hay varias bandejas de comida encima de ella.

—Buenas noches familia. —Saluda Caden.

—Buenas noches. —Digo siguiéndole la corriente.

—Papá, mamá, abuelo y hermanas.  —Observo como Caden llama la atención de todos. —Ella es Gemma. —Agarra mi mano para luego llevársela cerca de su boca donde deja un beso en el dorso de ella. —Mi futura esposa y mate.

Doy un enorme respiro al escuchar cómo me presenta ante su familia, realmente me doy cuenta que además de tener el atrevimiento de decir que seré su futura esposa y mate, también tiene esa valentía como si no le diera miedo de que alguno de sus dos padres, hermanas o abuelo terminarían por oponerse al matrimonio.

— ¡Que alegría! ¡Otra hermana en la familia! —Se acerca una de las chicas a punto de darme un fuerte abrazo del que me saca un gemido de dolor.

—Malika, con más cuidado. Dañaras a nuestra invitada. —La reprende su madre.

—Gemma, te presentaré a mi familia. —Asiento a sus palabras para ver nuevamente a todos. —Mis padres, Runar y Damara Dankworth. —Ambos adultos mueven su cabeza en forma de saludo. —Luego están mis hermanas, Valkiria, Malika y Halia. —Las dos adolescentes y la pequeña niña sueltan unas hermosas sonrisas que destellan alegría y emoción. —Y mi abuelo, Cassius. Nuestro líder de la manada. —Puedo ver como él me da una mirada evaluativa de cabeza a pies.

—Es un placer conocerlos, me llamo Gemma Woods y pueden llamarme como ustedes deseen. —Dije con nerviosismo.

—Es una alegría poder conocer a la esposa de mi hijo. —Se levanta la señora Damara de su asiento. —Ven. Siéntate con nosotros, espero que puedas sentirte también como en casa. —Sugiere ella al mostrarme mi lugar.

Caden se queda siempre a mi lado mientras que nuevamente su madre suelta una agradable sonrisa para volver a su lugar en la mesa; como todo líder de la manada, el abuelo de Caden es quien se encuentra sentado en la punta de la mesa en donde puede ver todo movimiento del resto de la familia ya que ha quedado en el centro, mientras que los demás nos encontramos a los extremos.

— ¿Eres vegetariana o carnívora, Gemma? —Pregunta la madre de Caden.

—Bueno… Realmente me gustan los vegetales, pero también la carne —digo a lo que las hermanas de Caden ríen.

—Compórtense. —Les exige el señor Runar a sus hijas.

—Lo siento papá. —Dicen las tres al unísono.

— ¿Qué era lo gracioso? —Les pregunta Caden a ellas.

—Es que no imaginamos que tu esposa sería así —matiza Valkiria.

—Y, ¿cómo me imaginaban? —Intento adentrarme a la conversación.

—Como de esas mujeres delgadas que no comen y apenas toman agua para mantener su cintura de abeja. —Comenta Malika.

—Sí. Más porque Caden siempre ha tenido gustos exóticos con mujeres de grandes pechos y un trasero de globo. —Relata Halia.

— ¡Halia! —Caden nombra a su pequeña hermana al sentirse avergonzado por lo que dijo.

Debería sentirme ofendida o celosa, pero en sí, me pareció más una broma que me saco una risa de la que apenas pude contener. La verdad es que Halia tiene razón en describir ese prototipo de mujeres con las que Caden salía antes de regresar conmigo y un claro ejemplo de ello es Zöe. Aunque desde luego, supongo que para tener un buen cuerpo no es que solo tome agua, sino que imagino que debe de tener su propia rutina para verse bien.

—Olvidemos el pasado y mejor cenemos. —Propuso la señora Damara.

Todos empezamos a tomar comida de todas aquellas bandejas que se encuentran en la mesa, las cuales iban desde diferentes vegetales hervidos o salteados, hasta carnes o aves que no me extraña que fueran más el centro de interés entre la familia Dankworth. Así que mientras comíamos, podía sentir como el ambiente había empezado a bajar un poco su tonalidad luego de temer que algo mal sucedería, pero aun así, es un pronto para celebrar cuando el aura que refleja el señor Cassius y el señor Runar suelen ser extremadamente misterioso para descifrar si ellos están a gusto con mi presencia.




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