El Secreto del Alfa

Capítulo 34: Superluna

—Entonces, ¿quién estará conmigo? —Esa pregunta la he llegado a tener durante todo el día.

—Samay que es tu guardiana y Justin se ofreció como voluntario —respondió sin quitar la mirada de su laptop.

No tengo idea cómo es que ambos me llegaran a proteger si de igual forma el eclipse lunar terminara por reducir sus poderes de licántropos. Es como tener dos guardaespaldas sin experiencia cuidándome sin saber de quién deben de protegerme, solo que, en esta ocasión, tanto Samay como Justin saben de qué deben de cuidarme, el problema es que sus habilidades al estar reducidas porque la luna estará oculta por un cierto tiempo, pueden ser presa fácil de cualquier tipo de enemigo que quiera atacarnos y sin dudarlo, ellos serán los primeros en ser cazados.

— ¿Qué hay de ti? —Le pregunto con los brazos cruzados.

—Cian no quiere que me presente, intente convencerlo, pero no me lo permitió y no quiero tener una confrontación con un druida quien tendrá un poder máximo durante el eclipse cuando yo, lo perderé en un instante. —Me paso la mano en mi nuca para acariciarla.

No tengo idea porque Cian no quiere a Caden presente durante el conjuro que llegará a realizarme, lo único que tengo en mente es que por ser el futuro líder de la manada, un alfa y perteneciente de la familia Dankworth son las tres razones por las que no lo quiere exponer, más cuando he escuchado por la madre y las hermanas de Caden que durante los eclipses lunares es cuando varios de sus enemigos desde assasins como brujas son capaces de atacarlos a fin de cobrar venganza; por lo que no queda más que mantenerse refugiados como manada para evitar cualquier muerte que para ellos siempre será difícil sea un cachorro hasta un omega.

Mientras tanto yo, estaré allá afuera arriesgando mi vida junto con la de otros dos lobos que tendrán que usar apenas sus habilidades corporales de un humano para defenderme y defenderse a ellos mismos; aunque por lo menos tendremos a Cian como una alternativa para que nos ayude a vivir porque después de todo, es el único que no perderá sus poderes al ser un druida.

—Espero que el ritual funcione y pronto sepamos porque la mordida no funcionó de la misma forma contigo que con los demás humanos que la han obtenido —mencionó.

—Compartimos la misma idea. —Musito.

Bueno, espero que no solo sea eso, porque también necesito saber el verdadero significado de los sueños o pesadillas que he llegado a tener con Aneu, sería fácil si llegara a obtener una respuesta mañana sobre ello pero dada la casualidad que mayormente el ritual solo será para averiguar la razón por que aún no me he convertido en mujer lobo, espero que también Cian pueda hacer algo con respecto a ello porque estoy cansada de vivir bajo esta situación en la que ha empeorado más al estar bajo el territorio de Caden y no sólo eso, sino que a su vez, al estar cerca de su abuelo quien sé lo que le hizo a una manada.

—Luego de la superluna, ¿vuelven a obtener rápido sus poderes? —Le pregunto.

—Sí, pero no de una sola vez. Mayormente se vuelven a regenerar… Es como si estuvieras cargando tu celular u otro dispositivo, tienes que darle cierto tiempo para que la batería esté al cien por ciento, por lo que nosotros somos de la misma forma. —Asiento.

Ahora entiendo más la razón, ya que hoy hubo toque de queda desde las seis y seguirá hasta mañana por la mañana; añadiendo que, todos mantendrán sus hogares muy bien vigilados para evitar que cualquier enemigo llegue a entrar a su vivienda para asesinar a cada integrante de la familia. Lo que me preocupa de esto es que Caden se quedará solo en su casa mientras que toda su familia de refugiará en conjunto, por lo que cualquiera que sepa que él está aquí sin ser cuidado o respaldado por alguien más, es más que otra presa fácil.

—¿Seguro quieres quedarte solo? —Veo como saca una pequeña sonrisa.

—Te dije que sí, puedo cuidarme —suspiro.

—No estoy muy segura de ello. —Mascullo inquieta.

—No deberías preocuparte por mí, es más, soy yo el que se encuentra angustiado por ti porque te encontraras por unos veinte minutos afuera en donde pueden atacarte con facilidad y llevarte o asesinarte sin compasión alguna. —Declara.

Pues desde mi análisis mental, tengo más posibilidad de que yo sobreviva a que él, porque además de tener a dos cuidadores, tendré a un druida. Por otro lado, esta él, que estará solo en casa, sin compañía de un experto en cuidarle sus espaldas y sin tener las suficientes fuerzas de atacar como un hombre lobo en donde su limitante ahora es tener habilidades de un ser humano ordinario.

—Da igual —bufe —, me sentiría más cómoda que te quedaras con tu familia —le propongo nuevamente.

—No, he vivido dos eclipses lunares con ellos y esta vez, prefiero estar solo que acompañado de ellos, te lo digo porque sé que mis hermanas no harán más que leer revistas de farándula, moda y chismes; como también, en hacer sus juegos de adolescentes y hacer cosas de chicas —suelto una pequeña risa.

— ¿Qué tan mal sería eso? —Eleva una ceja.

—No es lo mío, prefiero esperarte a que llegues mientras realizó mi trabajo del cual te sigo mencionando que estoy un tanto retrasado y la temporada de ventas incrementa cuando pronto nos encontraremos en invierno. —Explica.

Dudo poder convencerlo, porque al ser terco y testarudo es poco probable que obedezca mis órdenes de las que solo son para evitarme un mal disgusto en una noche como la que estará pronto por llegar.

Miro el reloj para darme cuenta como este pronto marcará las seis de la noche, por lo que supongo que ya todos los de la manada debe de estarse preparando para llegar a sus casas, refugiarse con su familia y buscar algún pasatiempo mientras olvidan el peligro del que puedan encontrarse.

— ¿Seguirás despierto? —Está vez, suelta una pequeña risa.




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