El Secreto del Alfa

Capítulo 35: Lobo del Desierto y Loba del Invierno

Dejo ir un suspiro cuando empiezo a removerme en la cama, aún puedo llegar a sentir ciertos malestares del día de ayer por lo que mi cuerpo se siente un tanto cansado y apenas con ganas de poder moverse, aunque sea para darme una vuelta en la cama; pero eso es poco para decir que me mi mente aún sigue estando desconcertada, confundida y admirada de lo poco que pude descubrir de mi pasado.

Cada vez que reintegró esos cortos momentos tengo unas irremediables ganas de llorar y no exactamente por lástima o dolor, sino porque en todo este tiempo tuve que vivir oculta de una verdad que para protegerme tuvieron que ocultarme.

Saber que soy Aneu Hewlett es una gran noticia, aunque ahora está esa duda interna sobre quien en verdad debo de ser, si esa loba quien a sus padres asesinaron para luego tener que escabullirse con su cuidadora para no ser terminar con el mismo destino que sus progenitores o ser Gemma esa chica humana de la que siempre tenía esa duda sobre porque sentía que no encajaba en ningún sitio… Ahora entiendo porque siempre todo lo que tenga que ver con la naturaleza, los bosques y los lobos siempre me atrajo, pero ahora, ya no sé qué hacer con esa información.

A pesar de haber comprendido una parte de mi problema tengo que guardármela para mí, a fin de que nadie tenga que saberlo por el hecho de tener que peligrar en un asunto tan personal si llegasen a querer sacárselo. Lo digo en el caso de Justin, Elaine hasta de Samay; podría decir que con Caden tuviera que tener esa libertad, pero qué sucedería si una vez terminara por enterarse que en verdad mi nombre no es Gemma y mis padres son más que mis tíos en donde la realidad de la situación es que soy hija de Baltashar y Harlen Hewlett.

No quiero pensar en la dichosa probabilidad sobre qué puede suceder si se enterase en un mal momento, porque sin dudarlo, solo quedarían dos opciones, la primera no tomarle tanta importancia a mi apellido o la segunda, asesinarme. Esperando que la última no se llegue a dar luego de haber tenido que confiar en Caden, como a su vez, en amarlo.

Miro al techo de la cabaña para soltar un suspiro mientras que cierro los ojos. Por otra parte, ya no sé qué es lo que realmente me duele más, si saber que tengo los asesinos de mis padres cerca o haberme enterado de un secreto tan oscuro del que ni mis propios tíos pudieron confesarme en su momento por miedo a que no sabían cómo llegaría a reaccionar ante la verdad de mi vida, de mi familia y mis raíces.

Quisiera decir que a partir de hoy las cosas cambiarán para su bien y no llegara a afectar en nada, pero siendo realista esto traerá más problemas y más con la familia de Caden que no se esperara esta noticia.

—Veo que ya te encuentras despierta.

Caden entra a la habitación con una sonrisa en su rostro, si supiera de la verdad en este instante, la llegaría a borrar para poner una cara de angustia o rencor, pero por el momento, será mejor saber en qué me beneficiara esta información de mi pasado antes de arruinar todo lo poco que he ido ganado.

— ¿Cómo te encuentras? —Se acerca a la cama para luego entrar en ella.

—Ya no quiero pasar por otro ritual —digo omitiendo todo lo sucedido.

—Creo que el único ritual que luego deberás pasar conmigo es cuando nos casemos —dice acariciando mi rostro.

Mierda… Olvide lo de nuestro compromiso luego de imaginarme millones de cosas que pueden suceder si algún momento se entera de la verdad o alguien de su familia también termina por saberlo. Sin dudarlo, cualquiera se llegará a oponer y no tengo ni la más mínima duda de que hasta su manada podría rechazarme al creer que mis padres mataron a la abuela de Caden.

Porque todo tipo de desgracias me caen a mí. Simplemente hubiera preferido que Aneu se metiera en mi cuerpo antes de tener que tratarse de que soy ella, a quien buscaron para asesinarla como a sus padres con el propósito de que Caden y yo, no nos uniéramos. La situación empeora porque el propio destino ha hecho de las suyas al juntarnos como dos imanes, en donde a pesar que el inicio fue todo complicado, ahora estamos juntos y comprometidos.

Quien nos viera… el plan de la diosa de la luna y el de mis padres terminó por resultar.

— ¿Sucede algo? —Se da cuenta de lo callada que estoy.

—No, solo intento recordar lo que sucedió ayer, pero a pesar que le dé vueltas al asunto, no lo recuerdo —evito guardarme el disgusto matutino que le puedo dar con la magnífica noticia que tengo en la punta de mi lengua.

—Bueno, con el ritual de ayer espero que pronto Cian nos dé alguna buena noticia —está de buen humor.

Prefiero olvidar todo el remolino de problemas que tengo en mi cabeza para concentrarme en el presente. Tendré que buscar luego un plan sobre cómo decirle la verdad a Caden antes que él mismo termine por saberlo.

— ¿Qué planes tienes hoy? —Cambio de tema para olvidar el asunto del ritual y nuestro compromiso.

—Debo de llevarte a la casa de Adrián y Elaine —comenta mientras empieza a dejar cortos besos en mis labios.

— ¿Por qué debes de llevarme? —Susurro al sentir su aliento en mi cuello al bajar sus besos.

—Ya nació su cachorro, así que tenemos que ir a verlo —eso me sorprende.

— ¿Qué? Pero, ¿cuándo? —Interrumpí su momento de seducción.




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