El Secreto del Alfa

Capítulo 6: ¿Hewlett?

Bostezo unas cuantas veces mientras me preparo un café puro para despertar mis sentidos, anoche no puedo decir que fue muy buena después de haber sido atacada por un lobo solo por querer ayudar a otro perteneciente de su manada; me sorprendía la idea de que encontrara lobos en Portland cuando no hay bosques cercanos al lugar pero la idea en que los tengan en cautiverio y ahora se encuentren en libertad hace que quizás unos se hayan vuelto dominantes y otros sumisos a la mano del ser humano.

La verdad de todas es que no podía quitarme aquellos ojos azules brillantes de mi cabeza y por más que tratase de no imaginarme a Adrién como un lobo corriendo en cuatro patas, no puedo crearme otra cosa que no sea esa en mi cabeza.

La idea de los hombres lobo ya esta pasada de siglo, por lo que sé eso solo sucedía en las épocas antiguas y más en las medievales que siempre creaban historias entre brujas, científicos locos, vampiros y hombres lobo pero ahora en la actualidad llego a pensar que ¿qué tan cierto son esas historias?

Antes mi máxima curiosidad ante las criaturas sobrenaturales no era mi pasión ni mucho menos para alarmarme ya que además de que los libros como Crespúsculo, Harry Potter, Cazadores de Sombras y otros libros más te llevan a ese mundo imaginario en donde se encuentran criaturas sorprendes y hermosas, no puedo idealizarme que una de ellas exista en el mundo real en que vivimos.

La única manera en comprobar que tan bien de salud se encuentra Adrién es buscándolo y viendo por mis propios ojos si no tiene algún mallugón o raspón por la supuesta pelea que tuvo con la otra bestia que nada más la llegaría a identificar como un lobo mucho más grande y fuerte que él pero como ya empiezo a cansarme de ver ojos color amarillo, azul y rojo sin poder tener una respuesta quizás encuentre alguna información acerca de ello, porque de que algún significado debe tener, eso no lo llegó a descartar.

Me siento en el sofá mientras intento descansar un poco más, debería de dejar de caminar una de estas noches porque es obvio que algún día me pasará algo y nadie me va a rescatar pero fuera mucho más fácil que Justin viviera por el lado de mi casa sino fuera porque él vive del lado contrario. Si intento ir a clases de manejo y luego sacar una licencia de conducir posiblemente me ahorre miles de noches seguidas recorriendo las desoladas y oscuras calles de la ciudad. El problema no consiste en hacer lo que anteriormente he dicho sino que de dónde conseguiré un auto para manejarlo a mi cuenta.

Comprar un auto aún no está en las posibles acciones que quiero hacer para un presente, tengo que ahorrar demasiado para pagar aunque sea un Volkswagen pero sé que por medio de ese gasto se me iría lo que tengo que pagar de renta, agua, luz y por supuesto otras cuentas.

Escuchó como tocan la puerta del apartamento para levantarme y caminar hasta ella para abrirla; pero antes de hacerlo, dejo la taza en la mesa para estirarme y luego agarrar el pomo de la puerta para girarlo y así ver a la persona que tengo en frente.

—Buenos días querida vecina—su sonrisa puede a veces irritarme.

—Buenos días vecino, ¿qué es lo que necesita?—hice un parpadeo rápido con una sonrisa fingida.

—Quería saber si tienes algún ungüento o alcohol—solté un silencioso suspiro.

— ¿Para qué lo necesitas?—Me apoye en la puerta y crucé los brazos.

— ¿No crees que ambas cosas se usan para curar una herida?—Arqueé la ceja.

— ¿Te has herido?—Hizo un gesto de indiferencia. —O ¿te caíste de la motocicleta?—Chasqueé la lengua. —Me hubiera dado gusto ver eso. —Ahora rodó los ojos él.

—Eso quisieras pero quiero decirte que soy muy bueno manejando motocicletas. —Podía sentir su orgullo prepotente.

Me di la vuelta y empecé a caminar hasta mi habitación, no sé porque pero un instinto me decía que el material de enfermería es para Adrién pero desconozco si él se encuentra en el apartamento de Caden; además a mi querido vecino no se le ve ningún rasguño por lo menos en la piel descubierta que su misma ropa no cubre, ¿qué otro motivo puede haber para que quiera un ungüento o un alcohol?

Del neceser de mi baño, sacó un pequeño bote de ungüento y una botella de alcohol, por cualquier cosa, tomó el rollo de venda de gasa ya que también sé que le serviría a alguien que necesitara cubrir una herida y otros dos botes, uno de agua oxigenada y otro de yodo; no soy experta en vendajes o en soluciones curativas pero sé que es lo principal que usaría una persona si tiene algún raspón o herida.

Tome las cosas y luego cerré el neceser para presentarme de nuevo en la puerta donde le di todos los objetos a Caden quien primero me dio una mirada extraña por haberme llevado media mitad de mi farmacia para luego ir tomando todo de mis manos.




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