Gracias a la gran idea que Elaine tuvo al decir que todos saliéramos como si fuéramos un grupito de amigos, me debatía con mi mente a pensar que ponerme para esta noche. No quería decirle nada a ella con respecto a mi vestuario porque de seguro me prestara otro vestido de su hermana, el cual me quedara corto y será imposible no morir esta vez de vergüenza al tener a Caden presente recordando que él me salvo de un cínico que se quería aprovechar de mí estando ebria.
No quería tener una mala noche, ni mucho menos esperaba que todo resultara bien cuando tengo a un enemigo cerca, en verdad Caden por su aspecto frío, manipulador y narcisista ha creado en mí, un odio que jamás había esperado tener en una persona, quizás pueda tolerarlo ciertas veces pero estoy segura que si esta vez se le ocurre decir una grave tontería, que no se espere que me quedaré callada. Ya demasiado he tenido de sus ridículos comentarios irónicos que es extraño aún que no lo haya hecho callar cuando ha sido necesario hacerlo.
De nuevo reviso mi ropero y con la poca ropa que tengo, no me queda de otra que usar el suéter rosa, unos jeans azules y unos tennis blancos que la misma Elaine me regalo en mi pasado cumpleaños con la posibilidad que en algún momento la usara. No lo digo porque la ropa no me gusta, por lo contrario me gusta tanto que a veces pienso en si usarla o no, pero a medio camino me arrepiento en ponérmelas por la idea de que pueda terminar arruinando o gastando la ropa que no me quedará de otra que desecharla y aunque sé que todo tiene un comienzo y un final, siempre llego a pensar en el valor que tiene las cosas que me regalan y con solo ver la marca de la ropa que me pondré, es de considerar que Elaine le costó un buen dinero.
Además, estaba entre esa ropa o tener que usar una que me regalo Justin pensando que en cualquier ocasión usaría; pero unos minis shorts, una camisa de tirantes verde y una chaqueta azul, me hacían pensar de más. No es que creyera que es la ropa indicada para una cena informal que tendremos todos pero todo lo que tengo de ropa ya está más que usada y a la vez, no tengo nada especial para decir que mi estilo es nuevo. Y aunque sé que Justin se llegaría a sentir bien por usar su ropa de la cual hasta ahora no ha llegado a ver que me la llegue a poner, tampoco dudo de que Elaine no llegará a gritar de la felicidad por usar su regalo; así que tomando al final una decisión correcta, no tardó mucho en entrar a la ducha y empezar a darme un largo baño para así luego cambiarme y estar preparada para la noche.
No puedo creer aún que Caden hubiera aceptado a salir con mis amigos y yo si ni siquiera él parece formar parte del club, Adrién y él parecen ser unos tres a cinco años mayores que nosotros y aunque su madures no se refleja en su propia edad, puedo decir que a la par de ellos nos vemos como unos completos críos que parecen ser cuidados por sus hermanos mayores. Para Elaine esto es felicidad, para Justin todo parece ser igual pero para mí, esto parece no acabar.
Si he querido encontrar muchas respuestas del por qué Caden se comporta tan extraño conmigo, sé que ni con esta salida llegaré a encontrar una dicha respuesta que me a satisfacer. Y es por la simple razón que él es un hombre extraño que parece estar muy adentro de su mundo y que parece no salir de él ni que le tuvieran que sacar con empujones o golpes.
Mi ignorancia posiblemente también ha consistido en no querer conocerlo profundamente, quizás sea por el poco interés que le tengo a pesar de ser mi único vecino con casi de mi edad que vive al lado mío o también pueda ser que por su tez dura y reservada me ha dejado claro que no dejara que cualquier persona entre a su vida y a su territorio con sencillez; no me importaría mucho ambas cosas porque a pesar que Caden es ese tipo de persona misterio que a cualquiera le llega a tentar descubrir sus mayores secretos, parece guardar hasta el fondo de su ser, todo aquello que permite no ser conocido o liberado en algún momento.
Salgo del cuarto de baño para buscar mi ropa interior e irme poniendo la ropa que he decido llevar; lo extraño de todo es que cuando me veo en el espejo, la ropa parece encajarse en mí a la perfección, porque con los tonos que llevo puestos, hace resaltar lo que es mi piel, mi cabello y posiblemente la poco inocencia que demuestro.
Suspiro irritada a pesar que sé que me gusta cómo me queda la ropa, lo que lo arruina es que no la usaré para algo especial; esto hace que de nuevo dude de mis propias decisiones y estoy a punto de escoger unos pantalones para no ocupar esta bonita ropa si no hubiera sido porque escuché como tocaron una puerta; pensando que podía ser la mía no dude en trotar con los pies húmedos y descalzos hasta la sala donde al estar a punto de abrir la puerta, el sonido de otra puerta al abrirse hizo que me detuviera para luego escuchar una voces que hicieron que mis sentidos se avivarán al reconocer la voz de Caden y de Zöe.
—Creí que debías saber. —Le grito Zöe a Caden.
—Ya lo sabía, pero dudaba que terminara por suceder—su tono de voz parecía irritada.
—Debes de volver Caden, tus padres necesitan que vuelvas a la manada. —Me bloqueé al escuchar esa palabra.