El Secreto del Alfa

Capítulo 8: Son Cazadores

Baje de la motocicleta para esperar a darle el casco a Caden, su cabello se encontraba tan alborotado que tuve que pensar si acercarme a él y arreglárselo pero a veces tenía miedo que sucediera como en las películas o en los libros; que mientras yo intentara hacer una acción agradable con él, me la terminaría rechazando tomándome de la mano para luego alejarme de él. Y es que no sé cuándo se encuentra de buen humor para poder hacer alguna cosa ante él.

Agradecía que el suéter y la bufanda me hayan cubierto en el camino porque si estaba haciendo frío, nos tardamos 3 horas en llegar a casar y aunque ya es pasada de la media noche, no sé porque me sentía segura al estar al lado de Caden; apenas el guardia de seguridad del edificio es quien se mantiene vigilando la zona y aunque ya no nos mire, me imagino que al principio no se esperó que Caden y yo, llegáramos juntos y aunque la impresión fuera tan grande, el señor de mediana edad, no se imaginaba cual había sido mi cara cuando Caden me lo propuso a mí.

Le di su casco cuando dejo la motocicleta y se dirigió adentro del edificio, pero antes de caminar, me hizo una señal para que fuera la primera en entrar para él seguirme el paso, así que mientras seguimos caminando juntos a lo largo de cada piso y pasillo de los apartamentos, no llegamos a comentar ni una palabra, quizás es por la razón en que siempre que comentamos algo termina por ser una pelea segura y es mejor mantenernos callados antes de que eso suceda y lleguemos a darle un disgusto a los vecinos.

Cuando llegamos a nuestro piso, cada quien saco la llave de su apartamento para posicionarse también en su debida puerta y antes de que cada quien entrara a su hogar, deje ir un suspiro para mirar a Caden quien aún estaba descifrando cual es la llave de todas las que tiene en su llavero para poder adentrarla en el pomo de la puerta y así entrar a su territorio.

—Gracias Caden—dejo de buscar la llave para verme.

Sus ojos celestes se desviaron para seguir buscando entre todas las llaves, la correcta. No dijo ni una sola palabra, se mantuvo callado como si quisiera evadir mi agradecimiento y la conversación pero ya es normal de él que se mantenga en esa postura cuando yo intento ser amable.

—Puedo hacerte una pregunta—bufo ante mi insistencia de hablar con él.

—Habla. —Retiro la llave que se encontraba colgada en el pomo.

— ¿Cómo sabías el nombre del lobo blanco?—su frente se arrugo.

Como si le hubiera hecho la pregunta del año, no me llegó a contestar rápido, simplemente se limitó a pensar y analizar cuando yo estoy perdiendo la paciencia al no ver que me da una respuesta.

—Hace un tiempo perdí un lobo, pensé que era mi perro, por eso lo llame creyendo que me obedecería—aunque se mantuviera serio, mi mente me decía que no decía la verdad.

Al ver que no decía otra palabra, siguió intentando abrir la puerta con todas las llaves pero al parecer ninguna de ellas era, esto hizo que se molestara y viera como las venas de su mano empezaban a resaltarse.

Me acerque a él e imaginándome que el problema es que la puerta se ha estancado, hice el truco que siempre hacia cuando mi puerta le sucedía lo mismo. Así que poniéndole la mano en frente para que me diera el manojo de llaves, empecé a buscar la llave de la puerta de su apartamento. Él me índico cual es para luego agarrar fuerte el pomo hacia delante para insertar la llave en perilla y darle un giro hasta escuchar un crujido y luego darle un golpe hacia adelante haciendo que se abriera.

—Haz eso cuando no puedas abrir la puerta—le recomendé para regresarle las llaves.

—Gracias Gemma—me agradeció de improvisto.

—De nada, Caden—le sonreí para caminar a mi apartamento.

Regrese a mi apartamento para después irme quitando la ropa y ponerme una cómoda, necesitaba descansar antes de trabajar por la noche. Lo peor de todo esto es que no sabía nada de los chicos y aunque les mandará un mensaje o les llamará no me terminarían por contestar. Pero valía la pena intentarlo, así que con un mensaje a Justin y Elaine, me a recosté en la cama y me envolví con la sábana para empezar a dormir y a soñar.

***

—Todo saldrá bien, mi pequeña.

***

—Nuestra reina lunar la bendecirá con su manto de luz.

***

— ¡Corre! ¡No mires hacia atrás!

***

—Será nuestro secreto.

***

Abrí los ojos y salte de la cama al ver que de nuevo había tenido una nueva pesadilla, me toque el pecho y podía sentir como mi corazón se encontraba agitado y mi frente tiene unas gotas de sudor.

Con ese tipo de sueños que jamás he podido descifrar cada vez me están volviendo loca como también siento una frustración al no saber la razón por la cual lo sueño, es difícil sentir que soy parte de esos momentos en los cuales solo visualizo personas desconocidas, la luna llena, un enorme incendio y luego la oscuridad con un sonido tan dulce que hace que me siente segura.

No puedo vivir de esta manera y aunque quiera encajar esas piezas de un rompecabezas abstracto, al final termino por rendirme. Este tipo de sueños los he tenido desde que soy una niña y a pesar que mis padres me han dicho que solo son sueños y no otra cosa, me hacen sentirme insegura.




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