Uriel pocas veces peleaba con sus hermanos, por el simple hecho de que los amaba y eran su única familia. Él no solía ser orgulloso con ellos y si él era el que cometía la falta no dudaba en disculparse. Pero hoy no estaba dispuesto a hacerlo. Aceptaba el hecho de que no predijo que Becky podría haber actuado así al ver a Aitasis, aun cuando en un principio Aitasis fue principal sospechosa y que él mismo lo daba por hecho. Sin embargo ahora estaba enamorado de ella y tenía la plena certeza de que no era la cazadora de marqueses; y simplemente no podía permitir que la humillaran de esa forma. Wolfram se encontraba sentado tras su escritorio de madera de roble, Uriel y Marsias se encontraban de pie apoyados en los estantes de libros, cada uno en un extremo diferente.
Uriel le tiró una mirada asesina a Marsias—Yo nunca humillé a Becky cuando vino por primera vez, aun sabiendo que cuando te busqué en Bristol y le pregunté por ti fingió no conocerte, aun cuando la reconocí jamás lo hice—le espetó Uriel
—Eso fue diferentes—le respondió Marsias—Becky no era sospechosa de un asesinato
—No, pero era una prostituta y ambas profesiones están tachadas por la sociedad. Además et recuerdo que ella intentó matar a su tío —Pero él no está muerto —Es lo mismo, lo intentó matar Wolfram se llevó el monóculo al ojo—Que lastima que ninguno de los dos quiso pertenecer a la cámara de lores, sus argumentos son tan encomiables como los de su majestad
Ambos quedaron en silencio ante el comentario fuera de lugar pero muy digno de Wolfram.
—Hoy en la mañana recibí una carta del magistrado informándome que la presunta "Cazadora de marqueses" hizo un movimiento en falso y por esa razón hoy viajaría a Londres—comenzó a decir Wolfram—Esa mujer anda haciendo de las suyas en Londres. Por más que no me agrade la mujer que tomó Uriel como esposa, puedo ver que no es una asesina. Ella pertenece a nuestra familia y va ser tratada con respeto
>>Tienen que entender que Becky está muy sensible por el embarazo y cualquier mujer rubia, ojos verdes le va a recordar aquella mala experiencia—Wolfram soltó el monóculo y miró a Marsias—Por eso debes hablar con Becky y decirle que ella no puede colocarse así de nuevo. En un futuro antes de acalorarse como si fueran adolescentes, manejen la situación de la mejor manera. Se cansan de decirme que no me meta en sus vidas y es evidente que tengo que hacerlo. Ahora vayan y hablen con esas insolentes que escogieron como esposas y los espero en media hora en el comedor. Que tengan un buen día.
Ambos salieron de la biblioteca en silencio. Uriel miró a Marsias y ambos se echaron a reír.
—Es mejor que no le digamos a Wolf cuanto nos encanta que se meta en nuestras vidas—le dijo Marsias
—Sí es mejor que siga creyendo que nos fastidia que lo haga
Marsias le sonrió y le dio un abrazo—Discúlpame hermano
Uriel le sonrió—Discúlpame tú también
Ambos se separaron—En estos días que estuviste ausente—le informó Marsias—Becky ha estado muy mal, llevo varias noches sin dormir. Por eso no soporto ni que ella estornude
Uriel le dio una palmada en la espalda—Te entiendo, estás bajo estrés. Vayamos a ver como está y luego pasaré a ver a Aitasis
—Iré contigo, le debo una disculpa. Por favor explícale que Becky no se ha sentido bién
—Lo haré
***
Aitasis suspiró mientras se dirigía al comedor junto con Agnes y Uriel. La primera la había obligado junto con Georgia a que se diera un baño y se cambiara de ropa; la situación que se le había presentado había sido bochornosa para no decir incómoda. Aunque Georgia le había dicho que su hermano arreglaría todo y aparentemente así fue ya que minutos antes Marsias había llegado a su habitación a pedirle disculpas. De igual forma no se sentía cómoda en aquella casa y quería partir de inmediato. Llegaron finalmente al comedor. En la cabecera de la mesa estaba por supuesto el duque de Westhampton, a su derecha se encontraba Marsias, la marquesa y junto a ella Iuola. La marquesa no miró a Aitasis. A su izquierda se encontraba Georgia y ésta le sonrió, todos se pusieron de pie y Uriel se ubicó a la izquierda de Wolfram, Georgia ubicó a Aitasis junto a Uriel y a Agnes junto a ella; a continuación todos se sentaron. Aitasis quedó frente a frente con la marquesa, la cual tenía cara de pocos amigos.
—En nombre de toda la familia—comenzó a decir el duque—quiero ofrecerle excusas por la "cálida" bienvenida que le dieron el día de hoy. Espero que este almuerzo mandado hacer en su honor pueda redimirlo Lady Uriel
—No se preocupes excelencia—le dijo ésta—Pero preferiría que me llamara Aitasis. Puedo tolerar que me quiten mi apellido pero mi nombre jamás
Marsias y Georgia se echaron a reír; Wolfram se llevó el monóculo al ojo en dirección a ella.