Jack
Y la solución al problema terminó causando uno mucho peor. Sí, Dani ya no está sobre Mastermind queriendo saber todo sobre él, ya no quiere hacer ese fanfic que sabía que haría y me dijo que estaba tentado a hacer, eso es algo bueno; pero ahora está obsesionado con ser un legendario. Eso es mil veces peor, tengo miedo de que llegue a niveles peligrosos y haga algo sumamente estúpido o que lo termine lastimando. Al llegar al complejo finjo que lo de esta mañana no pasó, fue una mera coincidencia, pero Ice King llega a presumirlo y es una suerte que no reciba un llamado por parte de la Capitana Ramirez.
— ¿Y qué tal lo hice? Dejé a ese chico impresionado, de eso estoy muy seguro, si hace un fanfic de mí me dices, algunos son muy buenos, en uno de ellos provengo del planeta de hielo.
— Fue un completo éxito y un completo fracaso a la vez —no quiero soltar una noticia fuerte, no solo me afectaría a mí, también a Ice King por involucrarse.
En teoría no debería de haber algún problema, no es raro que algunos intenten ser como nosotros y usen disfraces para enfrentar al crimen, algunos hacen tan bien su trabajo que se les otorga una medalla por su valentía y en eventos de legendarios tienen más permisos que la gente regular. Pero siendo Daniel un ser querido mío está más que claro que tuve algo que ver.
— ¿Nos shippea a los dos? —Ice King ya ha hecho las paces con su papel como figura pública y celebridad, es más cálido con la gente que yo y le gusta echarle un ojo a todo el contenido que inspira, ya sea retratos o fanfics—. Te recomiendo desviar el tema lo más que puedas.
— Mucho peor —lo llevo a uno de los vestidores en completa soledad, si Sónica (audición mejorada) nos escucha todos lo sabrán, no quiero correr ese riesgo—. Ya no parezco atraerle, pero ahora quiere ser un legendario.
— ¿Que él qué?
— Estoy igual de confundido, antes hablaba que él y yo estábamos conectados, pero ahora está hablando una y otra vez de que su destino es ser uno de nosotros y lo hará sin importar lo qué pase.
— Desvía el tema, la capitana se volverá loca si nos escucha, tiene que haber algo…
— Muchachos, el baño no es para hacer ese tipo de cosas —el Vengador aparece en la puerta sin su traje blanco y azul, en lugar de eso deja ver su cabello rubio y su conjunto deportivo que le queda muy chico para su cuerpo musculoso—. El grupito de ayer está en la fábrica del norte, vístanse ya.
— No estamos intentando nada, tengo novia —le reclama Ice King.
— Lo que sea. En diez minutos los veo allá.
Se va y nos deja discutir en completa tranquilidad, al menos unos cuantos minutos.
— Trata de persuadirlo y hacerle ver que es una horrible idea, mejor motívalo a escribir ese fanfic y ahí exprese sus fantasías.
— Creéme, es dificil de convencer.
— ¡Ya vámonos! —nos grita el Vengador y le hacemos caso, tener a Daniel planeando algo fuerte ya es más que suficiente.
Llegamos a la fábrica del norte a las 12:14, la policía ya ha evacuado la zona y está rodeando el edificio, sí o sí esos delincuentes están atrapados. La fábrica es utilizada ahora como un sitio de mercadeo con un montón de puestos que he llegado a visitar, pero al entrar por la entrada de atrás descubro que ya no hay ningún puesto, todos han sido destruidos por ese grupo problemático que atacan al Vengador. Nosotros intervenimos golpeando a los secuaces, esta vez tienen poderes más potentes. Uno de ellos, el de la máscara plateada, tiene casi los mismos poderes que yo y no duda al lanzarme un toldo que evito y por poco, corro hacia él y lo golpeo en la cara, en la parte que no está cubierta por la máscara, pero no parece hacerle daño. Él se enoja de verdad y comienza una pelea, una muy pobre, he de decir, él me intenta arrojar con la mente todos los objetos más cercanos y yo lo golpeo una, pero cuando me golpea la cara le suelto una buena patada en los bajos que termina por hacerlo caer. Otro más viene y de un solo golpe también cae, ni siquiera sé si tenía poderes; el que me preocupa es el pirómano que corre hacia mí y apenas tengo tiempo de esquivar una ráfaga de fuego que va hacia mí, no puedo acercarme a este tipo sin resultar herido y con una seria quemadura, es Ice King el que llega por detrás y lo termina congelando.
— Tienes suerte de que estos idiotas son fáciles de vencer —su sonrisa no dura mucho, pues al verme se preocupa—. ¿Ese no es…?
En la puerta por donde entramos veo a alguien asomarse, sabía que se iba a poner en peligro; Daniel está ahí viéndonos, pero antes de que pueda decirle algo él mismo se va, no sin antes tomarnos una foto. Solo porque no sabe mi identidad secreta no le gritaría por teléfono. Ocurre una explosión y el Vengador, por primera vez en quince años, es derrotado, el líder, con una máscara dorada, le ha hecho algo.
— Es momento de que caigan los legendarios, ¡Aquí no espacio para ustedes! —nos grita y no lo dudamos, corremos hacia él—. ¡Los Infames hemos llegado para quedarnos!
Suelta una pequeña pelota morada y en menos de un segundo todo el lugar está lleno de una espesa niebla morada que desprende un aroma espantoso, al sentir un dolor de cabeza salgo de ahí, presintiendo que es venenoso. Uno a uno, vamos saliendo de la fábrica con todos los civiles alarmados y viéndonos con una total incertidumbre. El Vengador no sale, no porque se haya desmayado o porque sigue perdido en esa tóxica niebla. Él ha muerto, el mayor símbolo de los legendarios y la justicia en Alhamia ha sido asesinado.