Jack
Agradezco que Lila me haya invitado con su novio, Kel, a Pizza-World, él no tiene problema en que yo esté ahí y yo no me siento como el tercero en discordia, somos amigos desde preescolar, aunque no en la misma forma que con Dani, quien después de mostrar su gran estupidez no responde mis llamadas y me ignora completamente. Kel casi siempre está en el estudio de grabación, una vez me invitó a su estudio personal y parece ser casi tan grande como el de las discográficas; rara vez lo veo, por lo que aprovecho cada oportunidad para hablar de todo.
— ¿Por qué tan serio, Jackie Chan? —Kel es un amor de persona, simplemente es imposible odiar, le da un buen bocado a su pizza y se impresiona—. Guau, la pizza galáctica sí sabe a galaxia.
— Dani sigue enojado conmigo —no pude ocultarles que él apareció en mi casa a decirme que estaba bien y no nos preocupamos por él, lo que no puedo decir bajo ningún concepto es que tiene poderes y se volvió un maldito criminal—. Se tomó muy personal mi agrado a los legendarios.
— Muy loco viniendo de él, hace un mes los amaba con locura y ahora son sus enemigos jurados —Lila lleva ropa de ejercicio debajo de un overol arrugado de mezclilla, seguramente Kel la convenció de juntarnos de último minuto.
— Denle tiempo a Daniel, está pasando por mucho, necesita procesarlo —menciona Kal apartándose un mechón de su pelo castaño de su rostro.
— Amor, el intento de… ya sabes, fue hace casi un mes.
— Lo sé, cariño, pero ocupa más, eso debió de ser traumático —toma otro bocado de su pizza y continua—. Mitchel me enseñó la noticia mientras escribía la última canción de mi álbum y fue horrible, me alegra que esa mujer esté en prisión, hay personas que no deberían tener hijos —en eso tiene razón, esa mujer no merecía tener hijos, el único que tuvo lo trataba de forma tan espantosa.
— Y como decirte que no, siempre dices la verdad —Lila y él se ven tan enamorados que es como ver una película de romance—. Pero deberíamos al menos intentar hablar con él, solo que sin mencionar a los legendarios.
— Bueno, ahora que los odia la situación se ha puesto rara —afirmo intentando explicar sin palabras que Dani se convirtió en un infame y para variar logró conseguir sus poderes—. Hace semanas diría que ya era hora.
— Al menos no nos hará ir al Lago Masota para que lo tóxico de ese lago le de poderes —el Lago Masota era antes el punto más bajo de un enorme río que pasaba, pero con el tiempo el río se curvó tanto que terminó dejando ese lago que muchas empresas no dudaron en usar como vertedero de desechos tóxicos.
— Dios, ese hubiera sido un gran desastre —suelto una pequeña risa por lo tonto que suena, creo que el protagonista de uno de sus libros que usó para su plan hacía exactamente lo mismo—. No me imagino a Dani en ropa interior intentando dar un clavado al agua.
Los tres reímos por lo tonto que suena eso, en cierta parte extraño a ese Dani ingénuo y fantasioso porque nos aseguraba grandes experiencias, sabía como hacer de un día aburrido en uno muy memorable, como la vez que los tres reprobamos un examen de matemáticas y él nos convenció de hacer una fiesta de batidos locos. Lástima que Eden lo corrompió tanto que no es más que una sombra de lo que fue alguna vez.
Y lástima que estamos pasando un buen momento porque otra vez salta una emergencia, aunque es raro que mi teléfono no me haya avisado de aquello. Las pantallas para entretenimiento en Pizza-World y las de otros negocios cercanos emiten una noticia peculiar, o, mejor dicho, dos noticias; la primera es otro ataque de los Infames a tres cuadras de aquí, en un edificio abandonado, y la otra es de otro infame cuya identidad ya conozco.
— Según la información brindada por el complejo de Legendarios, parece ser que este ser enmascarado tenga una conexión con los Infames —informa Gladys Mortinson, la reportera perfecta del noticiero de la ciudad, las dos veces que me ha entrevistado han sido entretenidas por su gran carisma.
— Ya decía yo que esa vestimenta me parecía peculiar —su compañero, Bob Bladell, no tiene ese carisma y se limita a ofrecer comentarios que no entretienen a nadie, solo a él mismo—. El enmascarado ha vandalizado las paredes del Centro Hope retando a Mastermind a un combate, desconocemos las circunstancias de esta posible enemistad, pero estaremos al pendiente de ello. Solicitamos a los civiles que se encuentren a cinco cuadras de distancia de dichos lugares que se retiren a un lugar más seguro, los legendarios ya van en camino.
La gente no lo piensa dos veces y se va enseguida dejando lo que tengan de dinero en la mesa para después regresar por lo que sobre (o dejar lo que falte). Nosotros dejamos el dinero exacto de nuestra cuenta y un poco más de propina, pero Lila no me deja irme a pelear con Dani, ella insiste que vayamos los tres y como no hay ninguna excusa coherente para separarme tengo que fingir que no tengo que ir a mi casa a ponerme mi traje me quedo con ellos en Refugio, una cafetería que está certificada por el gobierno como un refugio por su estructura resistente y sistema de seguridad, de ahí ese nombre.
Entonces lo recuerdo y me relajo, técnicamente sigo estando en mis vacaciones (la baja temporal ha sido más un premio que un castigo) y eso quiere decir que no tengo que hacer nada. Ordenamos algunos frappés y, mientras Gladys Mortinson reporta lo que está pasando, nosotros nos dedicamos a seguir hablando. Es increíble el tiempo libre que tengo ahora que no tengo que entrenar e ir de un lado al otro a salvar a la ciudad, he podido ampliar mi limitada lista de hobbies con actividades nuevas como dibujar, hacer cerámica en el taller cerca de la escuela y, por petición de Lila, ayudarlos con su podcast.