El Secreto del Héroe

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Jack

Contemplo el líquido naranja que contiene las dos jeringas que le robé al idiota de Eden, o ahora Silver, me sorprende el cambio de imagen, de verde se veía muy bien. Casi todo ha vuelto a la normalidad para mí, ser un héroe por la noche y el resto del día ser un adolescente normal; al estar fuera de la liga de legendarios tengo más tiempo libre y puedo trabajar con mis amigos, eso es más que suficiente para mí. Hoy hemos vuelto a clases presenciales en la escuela ya reconstruida, o en su mayoría, todavía hay áreas cerradas al público por renovaciones o arreglos de última hora.

Después de clases, Lila y Kel fueron a grabar algunas cosas al estudio, prometiendo venir a ver lo que rescaté de ese par de idiotas. Los sigo esperando todavía, Kel sigue grabando la misma canción una y otra vez, no podría culparlo, yo también me estoy obsesionando con el plan de Red. Una parte de mí se alegra de que ya esté aceptando la realidad, el Red que vi ayer ya no era tan temerario y despreocupado, había un pavor en sus ojos.

Saco mi teléfono y veo el contacto de Daniel, ahora Red, no le voy a llamar, pero a veces no puedo evitar contemplar la idea de hacerlo sin querer gritarle como la vez que me visitó a media noche, se le dio por visitarme el mismo día que fui expulsado de la liga y no estaba de humor, estaba sumamente molesto. El que me termina llamando es Russel, después de la pelea esperaba que me dijera algo por mensaje, no le di el tiempo de responderme para que no me arrebatara las jeringas. Le contesto fingiendo no saber nada.

— Russel, hace tiempo que no hablamos —en eso no hay mentira, después de que me expulsaron del enojo dejé de hablarles a los demás, hasta el momento no he leído ninguno de sus mensajes.

— ¿Eso es lo que vas a decir? ¿”Russel, hace tiempo que no hablamos”? —creo que exageré un poco al ignorarlos completamente, sobre todo a Russel.

— Perdón sigo procesando mi expulsión, mi secuestro exprés y la traición de quien era mi mejor amigo, no ayuda que vuelva a tener clases presenciales —sigo trabajando en eso, apenas puedo dormir bien sin levantarme y gritar pensando que Red y Eden están escondidos en mi habitación.

— No te hagas imbécil, sé que tú fuiste el que se metió a ya sabes qué.

— ¿Arriesgarme a ir a prisión? La capitana me prohibió meterme en el caso de cualquier forma, además, me quitó los trajes y todo eso.

— Tienes suerte de que sea una llamada telefónico o te ahorcaría por ser tan mentiroso.

— Russel, estoy ocupado siendo un adolescente quejumbroso y dramático y no quiero saber nada sobre Red, absolutamente nada, solo me frustra —eso último no es ni mentira ni verdad, lo sigo buscando, pero solo para acabarlo y no tener que lidiar con él.

— Te veo en Reno Ice-Skate a las 6, quieras o no —me obliga a verlo en su trabajo, lo que es muy raro porque a pesar de saber todo del otro jamás nos hemos encontrado como civiles, uno de los dos siempre está usando el traje—. Juro que no te voy a delatar, me iría igual que a ti.

— ¿Gracias?

— De nada, espero que venganza a decir la verdad, nada de excusas —del otro lado escucho a alguien gritar quejumbrosamente, Russel ha de estar en su horario de trabajo—. Adiós y no faltes.

— Adiós.

Russel ni siquiera esperó a que me despidiera, colgó exactamente cuando abrí la boca. Si él, mi único amigo en la liga, me muestra ese desprecio, no me imagino lo que pensarán el resto.

Lila llega sin la compañía de Kel, se ve un poco cansada, así que no haremos mucho hoy. En la escuela solo les dije que les había robado el líquido que da poderes a las personas, pero no les expliqué bien la situación porque Kel está un grado más arriba que nosotros y apenas lo pude ver. Ella vuelve a usar la misma sudadera morada del día que Dani me vió en mi ventana, quisiera borrar ese día con tal de haber evitado todo este problema.

— ¿Y ya encontraste algo interesante?

— No he querido tocar esa cosa, además, no es gran cosa, te da poderes y ya —supongo que tendré que darle una jeringa a Russel y le diga a la capitana que se le cayó a Silver en la siguiente pelea, así ambos saldríamos ganando—. ¿Y cómo va Kel con su canción?

— Quiere alcanzar notas muy altas —él se entrega mucho a su música, es una pena que no es muy valorado, su música es genial—. Es una suerte que no haya intentado usar esas pócimas especiales que los estafadores venden —una vez arresté a uno de ellos por pelear con sus clientes, su pócima secreta para la voz resultó ser jugo de berenjena.

— Sí, no creo que beber jugo de berenjena sirva mucho —me da tanta satisfacción compartir mis triunfos como superhéroe a mis verdaderos amigos en lugar de guardarlos.

— ¿Qué?... ah, ya me acordé, arrestaste a uno de ellos. Todavía no puedo procesar que el del traje negro que levanta camiones es el mismo tipo que lee libros y es muy reservado.

— Lo sé, fue muy repentino todo y es raro contarles mis actividades de legendario, es como contarles cuentos de ficción —veo el reloj y noto que no falta mucho para las 6, falta media hora y mi ropa ya está sudorosa a más no poder—. Oye, iré a Reno Ice-Skate, ¿me acompañas? Tengo que hablar con alguien sobre esas cosas.

— ¿Te refieres a las jeringas mortales que te dieron poderes extras?




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