- Violeta -
- ¡¡Podrías cerrar la maldita boca Brisa!!! - grito furiosa
- No te enojes conmigo, yo no tengo la culpa de las burradas que hiciste en la casa del profe - me dice tratando de contener la risa
Ya han pasado algunas semanas desde que le conté a Brisa lo que pasó en la casa del maestro y no ha dejado de joderme con eso.
- Pues ya que lo mencionas si es tu culpa, por qué si mal no lo recuerdo tú fuiste la que dijo que fuera a su casa - le respondo sería
- Yo te di otras opciones pero ninguna te agradaba - se defiende
- Claro supongo que era mejor que le hiciera un baile sexy sobre su escritorio como una especie de ofrenda de paz, o que tal tu gran idea de secuestrarlo y esconderlo en una bodega rentada - le digo con sarcasmo
- No hubiera estado mal lo del baile, eso hace feliz a cualquier hombre - dice coqueta
- ¿Y tú cómo lo sabes? - pregunto curiosa
De inmediato se pone sería y evade mi pregunta.
- Por cierto aún no me has dicho que tal está nuestro maestro, eso de verlo saliendo de la ducha debe ser una bendición, no me sorprende que hayas soñado que te besaba - me dice con cara de pervertida
Al instante siento que me sonrojo y es que tiene razón, su cuerpo es una maravilla, desde su pecho bien marcado, su espalda ancha, esos brazos fuertes y si a todo eso le añadimos que estaba completamente mojado y con una toalla muy ajustada a la cadera.
Dios, pero que bueno está!!
Yo no sé cómo no me desmayé en ese momento.
- Pues te vas a quedar con las ganas porque no te voy a decir - le digo haciéndola refunfuñar - aún no entiendo cómo conseguiste su dirección y lo que más me sorprende es que hayas seducido al chico del lobby para que me dejara pasar -
- Que te puedo decir amiga, tengo mis trucos - me dice orgullosa
- Y unos muy sucios - le respondo - pero lo que sí me pareció extraño fue ese sueño, es que se sintió un beso tan real -
Es algo que todavía me tiene un poco desconcertada, el toque de sus manos en mi cara, sus palabras en voz baja que apenas pude percibir y ese beso en la cien. Aunque dudo que en verdad haya pasado, pues por mucho que ya estemos en paz, el profesor no tendría por qué hacer nada de eso a mitad de la sala. Sobre todo después del desbarajuste que hice en su departamento.
- Pues en mi opinión la mente es muy poderosa y con todo la cafeína que tenías en el cuerpo no se me hace raro que te sintieras así - opina sin mucho interés, supongo que tiene razón
- Cambiando de tema, aún tenemos que terminar el trabajo en equipo así que podrías quedarte en mi casa - le sugiero
- ¿En tu casa? ¿No podría ser en la mía? - pregunta nerviosa
- No, porque yo ya fui a la tuya y ahora te toca a ti ir a la mía o ¿es que no te gusta ir a mi casa? - le cuestionó
- No no, no es eso, solo era un comentario, pero está bien hoy me quedaré en tu casa - me dice, pero no suena muy convencida
Me preguntó si tendrá algo que ver con Miguel.
Las horas pasaron y el timbre de salida sonó, dándonos la libertad que tanto añorabamos. Cuando pudimos salir de la escuela fuimos a la casa de Brisa a recoger unas cosas para después ir a mi casa.
- ¡Mamá ya llegué! - grito después de cerrar la puerta de la entrada
- ¡Estamos en la cocina! - escuchamos decir a mi mamá
Cuando entramos a la cocina vemos a Miguel ayudando a mamá con la cena lo cual me sorprende y al parecer no soy la única, pues mi amiga se puso nerviosa de solo verlo.
- Brisa que bueno verte ya hace tiempo que no venías - saluda mi mamá al ver a mi amiga
Mi mamá siempre ha apreciado mucho a Brisa y le alegra mucho que nos visite, al igual que a toda mi familia. A excepción de mi hermano, que se tensó de inmediato al oír su nombre, aún a pesar de que está de espaldas y no la ha visto.
- Hola señora Lucia ¿Que tal le va? - saluda mi amiga algo tímida
- Ya te dije que no me llames señora, llámame Lucy - pide mi mamá
Brisa solo asiente con una sonrisa incómoda.
- Lila ven conmigo - ordena Miguel saliendo de la cocina
Yo lo sigo en silencio hasta que llegamos a su cuarto, el cual cierra con brusquedad.
- ¿Qué está haciendo ella aquí? - me pregunta serio
-Tenemos un trabajo pendiente y la invité a quedarse - le respondo al saber que se refiere a Brisa - ¿Algún problema? -
- ¡Si Violeta, si hay un problema, sabes que no me agrada y no quiero que se quede aquí! - me contesta muy molesto
- ¡Pues te vas a tener que aguantar porque así va a ser, además si te agrada o no, no es mi problema ella es mi amiga y ni tú ni nadie va a evitarlo!! - le digo enojada
- ¡¡¿En serio vas a preferirla a ella que a mi que soy tu hermano?!!! - me refuta
- ¡¡¡No digas estupideces, no estoy eligiendo a nadie, cada uno tiene su lugar, solo digo que no tienes ningún derecho a dictaminar a quien elijo como amiga!!! - le digo sin poder creer su comportamiento
- ¡¡¡Que no tengo derecho soy tu hermano, ¿recuerdas? Tengo todo el derecho!!! - me grita
- ¡¡¡Si así es entonces dime porque no quieres que sea mi amiga, dame una sola razón... ¿Qué es lo que tienes en contra de ella?!!! - le pregunto exaltada mientras lo empujó
Él se queda callado por un momento y cuando está por contestar la puerta se abre dejando entrar a Noah, ni siquiera sé en que momento llegó.
- ¿Qué tanto discuten ustedes dos? ¿Por qué tantos gritos? - pregunta en tono de regaño
- Nada, aquí tu hermanito que insiste en arruinar mi amistad con Brisa - le digo molesta sin dejar de mirar a Miguel
Noah lo mira serio.
- Lila déjanos solos por favor - me dice esta vez viéndome a mi
- Pero... -
- Violeta... - me interrumpe - por favor -
Salgo de la habitación azotando la puerta pero en vez de irme me acerco a la puerta para escuchar lo que dicen.