- Jared -
Voy corriendo por el parque completamente solo, la brisa de la mañana es bastante fresca. Conforme avanzo veo a una mujer que usa un vestido largo de color blanco las mangas de encaje se ajustan en la parte baja de sus hombros y la tela delgada que tiene la falda amplia se mueve al ritmo del viento. Está sentada en una banca dándome la espalda, por alguna razón me acerco a ella y al verla me sorprendo.
- Violeta ¿Qué haces aquí tan temprano? - le preguntó intrigado
- Hola Jared, te estaba esperando - me dice con una gran sonrisa
¿Desde cuándo me llama por mi nombre?
- Me esperabas ¿Para que? - pregunto confundido
Ella no dice nada solo se levanta de la banca y empieza a caminar tomándome de la mano, debo aceptar que esto es demasiado extraño, pero creo que me gusta. Ninguno de los dos dice nada solo nos miramos de vez en cuando, realmente quiero hablar, preguntar qué está sucediendo pero no sé porque no puedo. Entramos a un área boscosa muy colorida que no sabía que el parque tenía, en un momento Violeta se detiene y se acerca para estar en frente de mi.
- Hay algo que debo decirte - comenta en un tono bajo y sensual - me estoy empezando a enamorar de ti Jared, ya no puedo vivir sin usted querido profesor - me confiesa mientras rodea mi cuello con sus manos
Yo no sé qué decir estoy impactado, antes de que siquiera pueda pronunciar algo Violeta se acerca más a mi y parándose de puntas une sus labios con los míos en un beso dulce y delicado. No tengo ni una jodida idea de lo que está pasando pero es lo que menos me importa en estos momentos.
Después de unos minutos besándonos, me alejo un poco para poder hablar.
- También estoy enamorado de ti Violeta, te necesito a mi lado - digo sobre sus labios
Ella me sonríe con un hermoso brillo en los ojos, sin pensarlo dos veces vuelvo a besarla esta vez con mayor intensidad, paso mis manos por su cintura y la acerco más a mi, ella empieza a jugar con mi cabello mientras me da un mayor acceso a su deliciosa boca. Nuestra respiración se mezcla en una hermosa sinfonía, el acelerado palpitar de nuestros corazones dirigen la orquesta y nuestras lenguas bailan al compás de nuestros deseos.
Poco a poco caemos a la pasto humedecido por el rocío de la mañana siendo víctimas del placer permitiéndome cubrir su cuerpo con el mío, en un momento inesperado Violeta gira nuestros cuerpos para quedar sobre mi, separa nuestros labios sin dejar de mirarme yo sigo acariciando su espalda con mis manos mientras sonrió hipnotizado por su belleza.
- Juguemos - me dice al oído
En cuestión de segundos se pone de pie y comienza a correr entre los árboles, yo me levanto para poder alcanzarla.
- Ven por mi Jared - escucho que me dice entre risas
Yo la sigo sin poder alcanzarla, no sé en qué momento la perdí de vista solo escucho su risa juguetona y su voz llamándome qué cada vez se vuelve más distante y con un extraño eco, sigo corriendo por todos lados tratando de encontrarla pero al no conseguirlo empiezo a desesperarme y un miedo que nunca había sentido me invade.
- Jared - la escucho llamarme seguido del eco de su voz
De pronto todo el panorama cambia, el hermoso bosque que antes nos rodeaba ahora se ve sombrío y aterrador, la delicada brisa ahora es un fuerte viento y el cielo que poco a poco se tornaba azul es cubierto por la espesa neblina.
- ¡Violeta! - empiezo a gritar al dejar de oír su voz
- ¡¡Violeta!! - sigo gritando pero sin recibir respuesta
Miro para todos lados, no sé a dónde ir, no sé dónde está, no sé que está pasando.
- ¡¡¡VIOLETA!!! - ...
Despierto agitado y con el cuerpo lleno de sudor es ahí donde me doy cuenta de que fue un sueño, un sueño que al principio era hermoso pero que al final se tornó aterrador. Vuelvo a acostarme en la cama viendo fijamente al techo. No sé qué me está pasando, hace semanas que Violeta estuvo en mi casa y desde entonces no he dejado de soñarla, lo peor es que sin importar cómo empiece el sueño siempre termina igual. Ella desapareciendo de mi lado y yo quedándome completamente solo.
Dejo salir un grito de frustración para luego mirar el reloj.
- ¡Joder! - grito entre sorprendido, asustado y molesto
Son las 7 de la mañana y yo aún sigo acostado, me levanto como flecha y me dirijo al baño para ducharme. Al salir me pongo lo primero que encuentro y bajo a desayunar algo rápido, para cuando entro al auto ya ha pasado media hora y ni siquiera pude recoger bien el departamento. Conduzco con desesperación hasta llegar a la escuela, me dirijo al salón sin saludar a nadie y me siento en mi silla tratando de aprovechar los pocos minutos que faltan antes de que suene la campana para poder calmarme.
Estos sueños con Violeta van a acabar conmigo.
Solo han pasado un par de meses desde que la conocí y ya me estoy volviendo loco. Cuando suena la campana todos empiezan a entrar al salón, entre ellos Violeta que se ve hermosa y fresca con su cabello trenzado de un lado y su vestido rosa atado en la cintura con un cinturón café y unos zapatos de piso del mismo color, se nota que ella si durmió bien. Al notar que la estoy observando se sonroja y me mira como si estuviera esperando algo.
Después de saludar a todos y explicarles su trabajo regreso a mi escritorio y por primera vez veo una caja pequeña cubierta con papel negro y un moño plateado. La tomo algo confundido pues cuando llegué estaba tan absorto en mis pensamientos que ni siquiera había notado que estaba ahí, cuando la abro me encuentro con una taza de color negro que de un lado tiene mi nombre escrito con letras rojas muy elegantes y del otro tiene la leyenda "Gracias por enseñarme con el corazón".
Dentro de la taza hay una nota que empiezo a leer con entusiasmo: