El Secreto del Profesor

Confía en mí

- Jared -

 

Si tuviera que usar una palabra para describir este día sería, pesado sé que es una palabra ochentera pero es exactamente así como me he sentido este día. Desde que desperté sentía el cuerpo pesado y sin energías aunque supongo que desvelarme casi toda la noche tiene algo que ver. Todo por estar pensando en la discusión que tuve con Violeta por mensaje, no dejo de preguntarme porque se preocupó por mí ¿Será que estoy siendo tan obvio? ¿Ya sabrá lo que estoy sintiendo por ella? ¿Sentirá lo mismo por mi? Ay Dios!! Que estoy pensando.

Bueno como sea, lo peor de todo es que durante toda la clase no he podido ni verla por un lado porque me siento avergonzado por lo de ayer, sé que no estuvo bien lo que le dije pero es que en ese momento no estaba pensando claramente.

 

"Como siempre te pasa cuando se trata de Violeta"

No le hagan caso a la voz de mi cabeza, está loca.

 

Otra cosa que tampoco me permite verla es que cada vez que lo hago recuerdo como la vi besuqueandose con el cara de rana pálida, es que como se le ocurre andar haciendo esos espectáculos en frente de todo la escuela, ¿Que no tienen dignidad? Deberían respetar a los demás, uno no tiene porque estar soportando ese tipo de escenas tan desagradables. Además ella es solo una niña debería preocuparse más por pasar las materias, pero no, prefiere andar de novia con el guachinango atropellado, pero que le ve al desabrido ese, con sus pelos de elote mal cocido, dientes de conejo y sus ojos de limón podrido.

 

"Ay ya bajale a tus celos, tú y yo sabemos que el cuate no esta tan feo como lo describes lo que pasa es que te mueres de envidia de que él tenga toda la libertad de besarla en público cuando quiera y tú solo puedes hacerlo en tus sueños"

 

¿Te pedí tu opinión? No verdad, así que vete al carajo con todo y tus comentarios y deja de estarme fregando la vida. Celoso de ese engendro, si como no. 

 

Esta vez decido ir a la cafetería para almorzar, tal vez el bullicio de los estudiantes me ayude a no pensar tanto en esa fiera que tengo por alumna. De camino a la cafetería veo un extraño alboroto entre los jóvenes y al atravesar las puertas siento mi sangre hervir al ver a Violeta muy abrazada del desgraciado de su novio ante la mirada expectante de todos. Esto es el colmo, hasta donde llega su descaro. Siento un nudo en la garganta que hace arder mis ojos y siento que en cualquier momento voy a soltar las lágrimas pero no solo de tristeza, también de rabia y decepción. Giro sobre mi propio eje para volver por donde vine, decidido a tirar a la basura cualquier sentimiento que haya desarrollado por Violeta, simplemente no tengo por qué pasar por esto, no otra vez.

- ¡Alejate de ella Marco! - escucho a Brisa gritar molesta

Sé que debería seguir mi camino sin importarme lo que pase pero la curiosidad puede más que la razón, así que muy a mi pesar regreso a la cafetería y esta vez observó la escena con más detenimiento y me percato de que no están precisamente abrazados. Más bien Mario o como sea que se llame está sujetando a Violeta con excesiva rudeza mientras que ella forcejea tratando de soltarse.

- Por favor Marco, ya dejame en paz - la escucho gritar con rabia pero también con miedo

Eso fue más que suficiente para saber que algo no está bien, por lo que decido intervenir.

- ¿Que está pasando aquí? - Pregunto con firmeza llamando la atención de todos

- Lo que pasa es que este pervertido no a dejado de manosear a Violeta y ahora no la quiere soltar - responde Brisa con asco

- ¿Manosear? ¿Cómo te atreves a faltarle el respeto a una de tus compañeras? ¡¡Suéltala!! - le grito molesto mientras sujeto a Violeta de la cintura y la acerco a mi cuerpo - esta es una escuela no un burdel, no puedes trata a tus compañeras como un trozo de carne del que puedes degustar cada que se te antoje -

- ¿Y usted quién es para decirme que puedo hacer y que no? - pregunta molesto con la intención de acercarse a Violeta

- Soy el profesor de esta joven - respondo mientras pongo a Violeta detrás de mi espalda en una forma de protección - y como tal tengo todo el derecho no solo de decirte lo que debes hacer sino también de obligarte a qué lo hagas -

- Usted no puede hablarme así, ¿Sabe cuánto dinero donan mis padres para esta escuela? - rezonga el muy estúpido

- Tu padre podrá ser el dueño de la escuela pero esta institución tiene reglas, así que o las acatas o te largas - hablo con rabia 

Estoy que quiero desfigurarle la cara a golpes, pero en eso escucho que la campana suena y me abstengo de mis planes, ya que al parecer nadie quiere irse.

 

Bola de metiches.

 

- ¿Acaso nadie escuchó la campana? El espectáculo se acabó vayan todos a sus clases - ordenó severo

Eso los  hace reaccionar por lo que todos se dirigen a la salida con rapidez. Cuando ya todos han salido vuelvo a hablar.

- En cuanto a ti tendrás que dar una larga explicación en la dirección - le digo al inútil que tengo enfrente

Este empieza a caminar resoplando no sé qué tantas cosas, yo por mi parte presto mi atención en Violeta y me percato de que todo este tiempo ha estado sujetando mi camisa con ambas manos mientras su cabeza está recostada en mi espalda. Me giro despacio llamando su atención.

 - ¿Estás bien? - pregunto preocupado

 Ella solo asiente con la cabeza y aunque sé que no es verdad, trato de no insistir de más.

- De acuerdo, necesito que tú también me acompañes a la dirección - le hago saber

En ese momento su mirada se tornó preocupada y temerosa.

- Tranquila no estás en problemas solo tienes que explicar lo que pasó y yo me encargaré del resto ¿Vale? - ella solo asiente con una sonrisa tímida




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