El Secreto del Profesor

Pídeme el mundo

- Violeta -

 

Vaya que estuvo larga la plática, es increíble que ya se hayan ido todos y yo todavía esté aquí. Pero lo bueno es que ya se arregló todo y el inútil de Marco ya no me va a molestar más.

 

"Pero bien que le sacaste provecho a la situación, estabas muy a gusto abrazada del profesor"

Oye vocecita tampoco me calumnies.

 

Aclaro que yo en ningún momento lo abracé, él me abrazó a mi que es diferente. Y si te refieres a cuando lo sujete de la espalda. En mi defensa estaba muy alterada, el semestre pasado me metí en demasiados problemas y no quiero que en este pasara lo mismo. Además por alguna razón el estar cerca de él me tranquiliza, el solo hecho de poder oler su colonia de roble y menta, me da una sensación de paz que me deja paralizada.

Un movimiento brusco del profesor me saca de mi batalla mental, lo veo salir con rapidez del salón pero lo extraño es que no se llevó su portafolio.

- En un rato a de regresar - pienso en voz alta

Pero después de un rato no regresa y yo me debato en lo que debo hacer.

- ¿Se le habrá olvidado?... ¿Y si se lo llevó? No mejor lo dejo... ¿Pero que tal si lo está buscando? ¡Aahhh! ¿Qué hago?... ¡Si, ya se! - sacó una moneda de mi mochila - si sale cara se lo llevó, si sale cruz lo dejo -

Lanzó la moneda y sale cruz.

- Que sean dos de tres - la vuelvo a lanzar y vuelve a salir cruz - ay no es posible, bueno otra más -

Lanzó la moneda por tercera vez y sale cara.

 

¡Por fin!

 

- Con esa me basta - digo con una sonrisa

Tomo el portafolio dispuesta a llevárselo, mientras camino veo unas sombras en la entrada y me acerco pensando que es él, pero al llegar me sorprendo de que no está solo, lo veo con Marco y parece que no están en buenos términos. Sus ojos grises se ven más oscuros y tiene una expresión intimidante.

Me escondo detrás de la puerta para escuchar lo que dicen:

- ¡¡Cierra la maldita boca!!, no me interesa quién eres, cuánto dinero tenga tu familia o que seas un estudiante de quinta, no voy a permitir que siquiera te acerques a Violeta, porque te juro que el día que le toques un solo cabello de su roja melena haré que te pudras en la cárcel como la despreciable rata que eres y de mi cuenta corre que con tu sangre pagues el daño que le hagas - lo escucho gritarle con rabia

- ¿Me está amenazando? - cuestiona Marco

- Velo cómo quieras solo recuerda que a diferencia de ella tú eres mayor de edad y cualquier acto de acoso que tengas hacia ella es un delito, alejate de Violeta o me convertiré en tu peor pesadilla, de la que nunca podrás despertar ¿Te quedó claro o necesitas que te lo explique de otra forma? - algo me dice que quiere golpearlo

- Si ya entendí - apenas lo oigo responder

 

Ja! Pobre cobarde.

 

- Más te vale ¡Ah! y supongo que esta demás decirte que este "acuerdo" se quedara entre nosotros ¿verdad? - esa fue una indirecta muy directa

Escucho un auto arrancar y me imagino que es el de Marco, sin embargo yo estoy pasmada y soy incapaz de moverme, creo que hasta deje de respirar. No puedo creer que mi maestro me haya defendido de esa manera.

 

Dios!! Se vio tan sexy en su versión de sicario.

 

Lo que no entiendo es porque lo hizo, ¿Por qué tantas molestias? Si se supone que ya todo estaba en manos de la directora. No lo entiendo, en fin... Será mejor que le dé su portafolio, ya es tarde y tengo que volver a casa.

- Profesor - lo llamo, a lo que el se voltea con cara de sorpresa y preocupación

- Dejó su portafolio en el salón - le comento nerviosa y no sé por que

- Ah si, gracias, es que... tuve algo que hacer - se excusa

Ambos nos miramos sin decir nada, el ambiente se siente extraño es una especie de tensión pero no es incómoda, es... No sé cómo describirlo. Pero si pudiera me quedaría aquí toda la vida.

- ¿Te sientes mejor? - me pregunta inquieto

- Si si, estoy bien, gracias por su apoyo, fue muy amable - le respondo aunque no se si lo dije por lo de la cafetería o por lo de hace un momento, supongo que por ambos

- No tienes nada que agradecer por algo soy tu maestro - comenta restándole importancia

No sé porqué pero ese comentario me decepcionó un poco y creó que hasta me dolió.

- Me imagino que no comiste nada en el almuerzo - me pregunta

A lo que yo niego con la cabeza.

- Pues yo tampoco he comido desde la mañana... ¿Me acompañas a comer? - se pone nervioso

¿Fue mi imaginación o eso sonó como si me estuviera invitando a salir?

 

"Ya quisieras"

Tú no te metas.

 

- Ok estaría bien - respondo para terminar con mi discusión mental

- Vale entonces vámonos - comenta con un brillo extraño en sus ojos

Al entrar al auto nos sumergimos en un profundo silencio hasta llegar a un centro comercial, nos dirigimos al área de comida.

- Y bien ¿que te gustaría comer? - Pregunta mientras camina

- Lo que sea esta bien - hablo con timidez

- Pues aquí hay de todo, así que puedes pedir lo que quieras, por mi no hay problema, tú pídeme el mundo que yo te lo doy - comenta sonriente

- ¿Disculpe? - preguntó entre confundida y sorprendida

Él se pone nervioso y evita mi mirada.

- Lo digo, por... por que aquí venden comida de diferentes países China, México, Italia, Holanda, el Caribe, lo que gustes - responde con una sonrisa nerviosa




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