Dulce castigo

- Violeta -

¿Han escuchado la canción que canta Arenita cuando extraña su hogar? Si la de Bob Esponja, esa que dice... "Yo quiero ir a casa, a casa, a casa... Yo quiero ir a casa." Bueno, ahora esa canción tiene más sentido para mi que cuando la cantaba a los 5 años. Es horrible estar lejos de tu hogar solo porque una doctora que cree saber más de tu salud que tú misma... ok ok tal vez si sepa más de salud, pero eso no quita el hecho de que no soporte estar encerrada en este cuarto de hospital. Si sigo así me voy a volver mas loca de lo que ya estoy y si no me creen imaginense que ya empiezo a extrañar los regaños de mis padres, las bromas de mis hermanos incluso extraño que la loca de mi perra me muerda los dedos de mis pies cuando no le hago caso. Ven lo que les digo...

¡Estoy enloqueciendo!

Lo único que me mantiene cuerda es saber que mañana me darán de alta, después de casi tres días, sé que no parece mucho tiempo pero para mi es una eternidad. ¿Se imaginan pasar todo el día acostada sin nada que desvíe mi mente del hecho de que me besé con mi profesor? Todavía no puedo creer que algo así pasara, no es que no me haya gustado, en realidad me encanto. El problema es que no sé como tomarlo, ¿fue un simple beso carnal, o una especie de declaración?

Como sea, tal vez pueda hablar con él sobre esto cuando regrese a la escuela, si es que me dejan volver porque después de la pelea con Tara la tarada dudo que siquiera me dejen entrar. 

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¡Por fin de vuelta a casa, me siento como Elza cuando escapa de su castillo así tipo...

"Libre soy, libre soy No puedo ocultarlo mas Libre soy, libre soy Libertad sin vuelta atrás". 

Rayos tengo que dejar de ver Disney Channel o terminare jugando a la comidita con mi perra Blue.

- ¿Estás feliz de volver a casa? - me pregunta mi mamá sacándome de mis pensamientos infantiles

- Mucho, ya quiero salir, dar una vuelta, comer un helado en el parque - contesto emocionada

- Que lastima porque no vas a salir de la casas por todo un mes - dice mi papá

- ¿Qué? - chillo extrañada

- Lo que oíste, estas castigada, sin salidas, sin aparatos electrónicos ni nada que te conecte con el mundo exterior - sentencia

- Pero, ¿Por qué? Eso no es justo - rezongo

- ¿Que no es justo? Tee recuerdo que te peleaste en la escuela y terminaste en el hospital - me reclama

- Pero ella me provocó - trato de defenderme

- Como haya sido, estuviste en peligro y además podrían expulsarte de la escuela así que tendrás que hacerte responsable por tus actos - me dice serio a lo que solo resoplo molesta

Al llegar a casa mis padres me mandan por delante para que abra la puerta y al entrar veo las luces apagadas combinada con un silencio sepulcral y cuando enciendo la luz...

- ¡SORPRESA! - escucho a todos gritar a la vez con globos, pancartas y confeti en las manos

Suelto un grito de emoción, no puedo creer lo que pasa aquí, mis hermanos, Brisa, sus padres y hasta mis tíos con mis primitos, todos están aquí para darme la bienvenida después de tres días enclaustrada en un hospital. Todos empiezan a abrazarme con alegría y hasta Blue ladra y brinca de la emoción. Después de la calurosa bienvenida subo a mi habitación para arreglarme un poco y no verme tan desalineada y Brisa sube conmigo.

- Por cierto te traje tu mochila, con todo el alboroto nadie se acordó - me dice dejando la mochila a un lado de la cama

- Gracias amiga - comento

- ¿Y cómo te fue en el hospital? ¿Los doctores son lindos? - me pregunta con picardía

- No lo sé, la que me atendió fue una doctora - le respondo sin interés

A lo que ella pone cara de decepción.

- ¿Y no tienes nada interesante que contarme? - insiste sentándose en la cama

- Estuve en un hospital no en una playa, ahí no hay nada interesante - respondo rodando los ojos tratando de sonar lo más tranquila posible

- Aja y luego - me dice con sarcasmo cruzando los brazos

¡Por Dios!

O esta mujer es adivina o yo soy muy obvia, opto por la segunda, así que resignada me tiro a la cama soltando un suspiro en un intento de tomar valor para lo que voy a decir.

- Me bese con el maestro - suelto en voz baja

Pero que estoy segura de que me alcanzó a oír porque al ver su cara parece un poema y parece que está en shock porque no me dice nada, al menos al principio, porque después suelta un grito que casi me deja sorda y empieza a dar de brinquitos en la cama.

- ¡¡Oh por Dios, oh por Dios, no lo puedo creer!! - chilla alocada

- Baja la voz que te van a oír - le digo en un susurro jalandola del brazo para que se calme 

- Si si si, ¿Pero cómo fue? ¿Que paso? ¿Por qué lo hizo? ¿Besa bien? - me interroga desespera

- Una pregunta a la vez si... - empiezo a contarle todo lo que sucedió y no puedo evitar sentir esas mariposas en mi estómago de solo recordarlo

- Wow, aún no lo puedo creer - comenta sorprendida - ¿Y te gusto? -

- Me encanto - contesto sin pensarlo - sus besos fueron inesperados, posesivos y arriesgados, pero a la vez eran dulces, serenos y románticos me hizo sentir como un mar en calma que en un instante despertaba con el choque de las olas desenfrenadas... Fue perfecto -

Espero algún comentario de Brisa pero ella solo me mira con una extraña sonrisa, sé que en su cabeza loca se esta imaginando un sin fin de cosas, lo raro es que no me dice ninguna de ellas y creanme que su silencio puede ser peor que el que diga una sarta de estupideces.

- Violeta - huy mala señal esto no va a gustarme - ¿Estás enamorada del profesor? -

Por un momento trato de asimilar lo que me dijo que más que una pregunta sonó a una afirmación.

- No para nada - respondo ¿nerviosa? ¿Por qué me pongo nerviosa? - no te voy a negar que me atrae y mucho pero de ese a que este enamorada, no, eso no pasara -