El secreto entre nosotros

El inicio de una historia poco interesante

¿Alguna vez se han propuesto algo y ese algo sale totalmente contrario a lo que esperabas? Un chico enérgico, saludable y alegre. Alguien que disfruta de la atención y el aprecio de muchos amigos. Que es bueno en los deportes y popular con las chicas, suena como la vida perfecta de un protagonista y, en efecto, lo es. Esa es la vida de un chico guapo y popular, esa es mi vida... o eso quisiera.

—¡Vamos, Allen! Apenas van dos vueltas y ya estas agotado. Debes hacer al menos cinco o te reprobaré.

Este gritón, es el Profesor de Educación Física. Mi pésima condición física me impide hacer más que caminar, por esa razón, detesto esta materia.

N-No pida imposibles, por favor... no creo que pueda seguir... ¡voy a desmayarme!

¿Qué sucede, Allen?

Este chico, se podría decir que es uno de mis pocos "amigos". Soy de pocas palabras, por eso me cuesta hacer amistades. Pero, por alguna razón, él quiso ser mi amigo.

—¿N-No es obvio? —trato de hablar mientras lucho por respirar—. Estoy... muriendo...

—Eres demasiado débil —dice, dándome palmadas en la espalda.

¡No hagas eso!

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¿Cómo me describiría? Sería acertado decir que soy un chico que prefiere evitar los lugares muy concurridos. Mi timidez me impide hablar correctamente con chicas, aunque no recuerdo muy bien lo que me provocó tal cosa; también, gracias a esto, prefiero que mi cabello oculte mi rostro. ¿Mi estatura? La normal para un chico de mi edad.

Soy Allen, y esta es la historia de mi primer año en preparatoria. De mi aburrida y nada interesante vida. ¿Cómo fue que terminé así? Pues esta historia comenzó hace algunos pocos días, cuando estaba en casa.

 

Días antes...

 

Hoy comienza este nuevo año. Las vacaciones de verano acabaron y llega el tiempo de regresar al colegio. Este será mi primer año de preparatoria, estreno uniforme nuevo y voy con toda la actitud.

—Allen —llama mi madre—. Despierta, debes ir al colegio.

—No quiero ir —murmuro—, ¿Cuál es el punto de ir? Quiero quedarme en cama y seguir durmiendo...

—Supongo que hablas dormido. Si no te levantas en los próximos 30 segundos, te obligaré y te dolerá.

—Sí, sí —digo y me envuelvo con las sábanas.

Volví a quedarme dormido, me relajo tan profundamente que siento que me hago uno con la cama. Pero, de pronto, siento algo de frío, muevo mi mano y noto que no tengo las sábanas.

—Te dije que te dolería.

Es lo que escucho antes de sentir el agua fría cayendo en mi pecho desnudo.

¡Haaa! —grito y me levanto de la cama de un salto—. M-M-Madre... no tenías que hacerlo...

—Eso te ganas por no obedecerme —dice con una sonrisa—. Ahora, prepárate para ir al colegio

Su dulce mirada cambia a una expresión aterradora.

—S-Sí...

Me levanto de la cama y camino con los ojos cerrados hasta el baño. Cuando termino mi ducha, regreso a mi habitación y visto mi uniforme escolar, para luego salir a la sala.

—Ya estoy —digo, con voz de dormido—. ¿Qué hora es?

—Son las 4 am. El desayuno está listo, date prisa.

—¿Huh? ¿Por qué tan temprano? —pregunto, luego de sentarme a comer.

—Es tu primer día, no debes llegar tarde. Nos iremos juntos, asique date prisa.

—Ah, bueno, está bien.

Al terminar de comer, voy al baño a cepillar mis dientes. Cuando estamos listos, salimos de casa y tomamos el primer transporte. A pesar de que salimos temprano, el tráfico es horrible. Luego de horas de viaje, finalmente llegamos a la ciudad y luego al colegio.

—¿Te emociona tu primer día? —pregunta, con una sonrisa.

—¿Eh? Bueno, s-sí... un poco... no puedo decir que no.

Angela, ella es mi bella, joven y aterradora madre. Ya que el colegio queda cerca de su trabajo, decidió inscribirme allí. Pero queda demasiado lejos de casa. Es amorosa, pero cuando se enoja puede llegar a ser muy aterradora. Tengo muchos rasgos de ella, como el cabello, la forma de sus cejas y el color de ojos. Al entrar al patio del colegio, veo que el lugar ya está lleno de estudiantes, tanto chicos como chicas están con sus padres, esperando solamente que abran las puertas.

—Hemos llegado, cielo —dice y voltea hacia mí para arreglar mi uniforme—. Pero tu cabello es un desastre... todo por no querer cortártelo.

—S-Sí... es que no quiero que vean mi cara. El cabello me ayuda a cubrirme.

—Eres muy apuesto... deberías tener más confianza...

Es fácil decirlo... Ahh —suspiro—. Como sea, ya estamos aquí.

Luego de esperar un rato más, las puertas se abren y todos entran. Se reúnen en el auditorio y el director da la bienvenida a todos los estudiantes. Cuando la ceremonia termina, todos buscan sus salones y esperan las primeras horas de clases.

—¿Seguro que es por aquí? —pregunta mi madre, mientras mira a todos lados. Se ve desorientada.

—En el listado decía que mi clase estaba por aquí —respondo, mientras caminamos por el pasillo y miro los números en las puertas—. Oh, es este...

Llegamos al salón y cuando veo adentro, ya hay varios estudiantes. Volteo para ver a mi madre, ella me arregla el cabello y acaricia mi mejilla. Yo la abrazo y ella me besa la mejilla.

—Ya voy a entrar —digo, besando por última vez su mejilla y doy pasos atrás.

—Está bien. Presta atención y mucho respeto con los profesores... te amo —dice y me lanza un beso.

—De acuerdo... entonces, hasta luego —me despido y entro.

Cuando entro al salón, veo a algunos hablando, otros solo me siguen con la mirada, es un poco incomodo. Las sillas del fondo ya están ocupadas y solo quedan las del centro. Sin más opción, tomo lugar en el centro de la clase y espero a los profesores.



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En el texto hay: comedia, escolar, drama

Editado: 01.11.2022

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